Inquietante The Economist...

Hablemos de cuestiones conspiranoicas. Que sean verdad, o mentira, es algo que debe quedar para cada cual. Pero los hechos, inquietantes, están ahí. Quiero referirme al semanario 'The Economist', editado en Londres, y de gran fama. Se cuenta de él que es la correa de transmisión de las altas jerarquías ‘supranacionales’, esas que, como en el icónico ‘El Padrino’, manejan los hilos de todo el mundo, el Club Bilderberg, etc. Hasta, si quieres, los Illuminati. Se ve claro si digo que esta revista está controlada por las ‘famiglias’ Rothschild y Agnelli.

Ni tanto... ni tan calvo

Hoy voy a referirme a la templanza, que, junto con la prudencia, la fortaleza y la justicia, conformaban las muy promovidas, en el catolicismo, Virtudes Cardinales (aunque, todo hay que decirlo, parece ser que esas virtudes morales ya las había enunciado Platón), y que no es más que una 'cualidad humana que induce a hacer las cosas con moderación’. O sea, aplicando sabiamente el dicho del pueblo llano que intitula esta entrada.

No puede ser

Decía (o, al menos, se le atribuye) Rafael Gómez Ortega "El Gallo" (1882-1960) ‘lo que no pué zer, no pué zer… y ademá e impozible’. Pero claro, no se contaba con esta España de pandereta y seso perdido, y de déficit de... ¿cultura? ¿educación cívica? ¿valores?… porque aquí, ahora, resulta que las cosas que no pueden ser… son. Y se traga con ellas. Incluso hay quien esboza una (espero que triste) sonrisa, aunque otras son para tomárselo tan en serio que, si alguien sonríe, espero que sea más bien un rictus... por no llorar.

Inductores...

Me llegó hace unos días un ‘guasap’ que no quiero dejar pasar por alto, porque contenía ‘una tesis’ realmente interesante, sobre la inducción de la opinión. Vamos, que me recordó, sin ningún género de dudas, al CIS de Tezanos, y a las ‘fontanerías’ de los partidos en el poder.

Entendiendo la música (y VI): coda (formas musicales)

Voy a acabar este ‘ciclo musical’ que, como dije, es mi ‘Manual de Musica para Torpes’. Bueno, para los novicios con inquietudes, o para el que quiera apuntarse a la ‘teoría de los 5 (brillantes) minutos’ que comentaba, hace cuatro años, en esta entrada). Porque es bueno saber un poco de las cosas ¿No?
Y lo voy a hacer en este epílogo, o ‘coda’ (que es una forma musical, de remate final, o ‘cola’, de una composición), hablando, precisamente, de las formas musicales… de las que, por cierto, las hemos oido mencionar muchas veces.

Entendiendo la música (V): el ritmo y el compás

Aestas alturas de la película... me debo un desahogo, por haberme metido en este lío. Y es que hasta aquí voy a llegar con la ‘teoría’ de la composiciones musicales, porque todos estos conceptos que he intentado explicar sobre los intervalos, acordes, escalas, tonalidades… forman, por decirlo así, ‘el fondo doctrinal’. Naturalmente, el estudioso de la Música se lo tiene que ‘chapar’… pero yo, que soy ‘práctico’, pienso que los que no quieran ejercer el doctorado, pueden adelantar mucho si echan mano de una muy conocida, y recurrente, virtud teologal: la FE.

Choque de trenes

Nobleza Baturra es un vieja película, rodada en 1935, donde, en un pasaje, se describía una escena que, como chiste, luego se hizo muy famosa: describía a un baturro, con su pollino, discurriendo apaciblemente por una via férrea. Se acercaba un tren a gran velocidad, haciendo sonar, insistentemente, su clásico pitido. Pero el baturro (pues eso... baturro) solo musitaba, impertérrito… “chufla, chufla, maño… que como no te apartes tu...”

Claro, el pobrecico no entendía que los trenes solo pueden circular por el carril. De ahí que, a poco que se descuide algún guardagujas, se puedan producir catastróficos ‘choques de trenes’.

Entendiendo la música (IV): tonalidades

La Armonía (del griego «ἁρμονία», acuerdo, concordancia) es, en música, el “estudio de la técnica para enlazar los acordes”. Es la ciencia que enseña a constituir estos acordes y que sugiere la manera de combinarlos de la forma más equilibrada, consiguiendo así sensaciones de relajación, sosiego (armonía consonante), o de tensión y vibraciones hirientes (armonía disonante o dispuesta).
Y, a partir de esta lucubración, sacada no me acuerdo de donde, hablemos de las tonalidades.

A la generación que hizo el pais

Hoy, lunes de pascua, doblo artículo. Pero ahora solo voy a ejercer de Notario. Bueno, de simple copista. Porque quiero que quede en mi Blog el texto íntegro (al parecer, su autor es el poeta Rubén Tejerina) de un vídeo con el que cerraron, ayer noche, el programa ‘Redacción Abierta’ de El Toro TV (la antigua Intereconomía) que es una tele que está llenando su emisión de información y tertulias (muy de mi cuerda), y que me encantó… y emocionó. 

Así que aquí queda... y no creo que sea necesario comentar nada más.

Felices Pascuas

Estoy escribiendo esto hoy, Domingo de Resurrección, y lo publicaré esta madrugada, que ya será Lunes de Pascua. De Pascua de Resurrección, claro.
Estos días, desde toda la vida, los he pasado en mi pueblo, en Llanes. Y siempre me gustó toparme con el párroco, y con ‘Rodo’, mi viejo amigo sacerdote del que he hablado alguna vez, para felicitarles las pascuas, porque agradecían mucho que me acordase de eso, de que lo de ‘Felices Pascuas’ no es exclusivo de la Navidad.

Entendiendo la Música (III): intervalos y acordes

Esto se va ir complicando cada vez más. Es logico. Y hoy toca hablar de los intervalos, que es un concepto muy sencillo… pero que deriva en un lío de la que no te menees, y de los acordes, que es otro concepto intuitivamente sencillo, que es la base de la música, y que está ligado muy íntimamente con estos famosos intervalos que menciono.

Entendiendo la Música (II): notas y escalas

Prosigo con mi ‘MMT’ o sea, mi Manual de Música para Torpes. Hoy he pensado en extractar algo muy sencillo, lo de las notas musicales, y algo mucho más complejo, lo de las escalas musicales. Así que que Euterpe, musa de la música, Calíope, musa de la elocuencia, y hasta Urania, musa de las ciencias exactas, me amparen, e iluminen...

Alarma coronavirus (VI): fríos números

Ha transcurrido casi un mes que se declaró el ‘estado de alarma’ (y algo más de un mes desde que escribía en este Blog, la entrada… ‘¿De qué coño va esto…?’) Y ya llevamos cuatro semanas de enclaustramiento. Y la pregunta del millón es… ‘Quosque tandem abutere, Petrus Sánchez, patientia nostra…’?

Entendiendo la Música (I): preámbulo

Mira por donde, hoy me apetece dejar a un lado el monotema del coronavirus, y de la política. Valga el mal chiste... ‘me voy a ir con la música a otra parte’. Si, porque, hace algún tiempo, topé en internet con un joven músico, productor musical y ‘youtuber’ que ‘me enganchó’ con sus divulgaciones, y su conocimiento, que se llama Jaime Altozano (se encuentra muy fácilmente con Google), y me encantó su frescura de ideas, y sus conocimientos. Tanto es así que me apetece hacer un ejercicio de síntesis sobre conceptos de música que viene bien conocer, como ‘ampliación cultural para legos en la materia’. Y así lo dejo por escrito, y a mano, aquí.

Veo, veo... ¿Qué ves...?

Una cosita... ¿Y qué cosita es?… Así empezaba una conocida canción infantil, donde al final supongo que se tenía que acertar qué era lo que se veía… y que me viene a la memoria al echar un vistazo general a este mes del coronavirus, y por lo que se ve… ¿Se atreve alguien a acertarlo?. A ver, las pistas son muy claras. Como continuaba la cancioncita esa de marras, digamos que ‘...emmmpieza, por…’

Dictadorzuelos...

Decía ayer que me hicieron gracia, por incoherentes, las recomendaciones a los futbolistas, en la preparación de los partidos, para evitar que pudiesen ser transmisores y contagiar a compañe­ros… cuando, al permitírseles volver a jugar partidos, iba a haber (o debería haber) un intenso contacto físico en marcajes, corners, etc.

Es decir, que creo que se está exagerando (o mejor, desproporcionando) la aplicación de medi­das de prevención. En otros términos, que parece que todo el mundo tiene, en su interior, un ‘dictadorzuelo’, que lo saca a pasear en cuanto ve la oportunidad de ‘sentirse transcendente’.

Un déjà vue...

Debo confesar que hace tiempo que pienso que soy algo visionario, en el sentido de que parece que mi pensamiento se adelanta, en ciertos casos, a los acontecimientos. Claro que a lo mejor es, simplemente, que me gusta estar informado, ‘percibo el rastro’ que va dejando la actualidad, y me adelanto a predecir por donde van a ir los tiros. O sea, resumiendo, que tengo una especial predisposición para proyectarme hacia el futuro.

Densos nubarrones

Parecía que este lunes se empezaban a ver ‘brotes verdes’ en las estadísticas españolas del coronavirus, porque había decrecido el número diario de muertos… pero el dato del martes (fallecidos del lunes) ha vuelto a superar el récord, fueron 849… por lo que alguno, quizás acertadamente, comentó que la causa del descenso había sido, solamente, el cambio de hora ya que el domingo solo tuvo 23 horas… Y es que mueren, en España, por el coronavirus, 35 personas por hora.