domingo, 27 de agosto de 2017

Quosque tamdem abutere...

C

atilina,patientia nostra...
Bueno, Catilina o la madre que los parió que, como españolito de a pie, ya estoy hasta el gorro.


lunes, 21 de agosto de 2017

Los 'cuarentones'... y su futuro

Yo ya no cumplo los cuarenta. Ni los 50, ni los 60. La verdad es que, en el mundo real, ‘no cibernético’, soy un jubileta que vive de su pensión y que, a efectos prácticos, guardé mis corbatas y me puse ‘las panas’ en cuanto dejé de currar. Y, de paso, por aquello de ‘il dolce far niente’ colgué el cartel de ‘no recibo antes de las 12:00’ y llevo una vida ordenada, en la que ‘los paseos higienicos’ y la informática, con Linux Debian, los Blogs, los foros, y las ediciones digitales de la prensa, San Google, la Wikipedia, etc (en este etcétera no incluyo ni Facebook ni Twitter, que, intimamente, odio) me ocupan la mayoría del tiempo.

Pero recuerdo mis 40 años: entonces estaba en la cúspide de mi ciclo profesional, ya en Oviedo, dirigiendo una fábrica de más de 500 trabajadores. Luego mi vida, con la venta de esa empresa a unos especuladores, siguió diversos avatares… pero esta ya es otra historia. 
A lo que quiero ir es que, por aquel entonces, ni yo, ni nadie que conociese, se preocupaba por su futuro: vivíamos mejor que nuestros padres, ellos se habían jubilado, y pasado a vivir dignamente como ‘clase pasiva’ nosotros, en su momento, también haríamos lo mismo… y aquí paz y después gloria.

Sin embargo, en estos tiempos la cosa es bien distinta: los nacidos (y nacidas) en los 70, que pasarán a tener unos 60 años a partir de 2030, deberán estar cuando menos algo preocupados por su vejez y su jubilación. Porque se aproximan densos nubarrones demográficos y harían bien si van preparando los paraguas. Hombre, si eres rico, tu capital, sus réditos, mas un buen plan privado de pensiones… te propiciarán pensar en un futuro tranquilo. Pero como no es el caso de la inmensa mayoría… pues al resto les tocará pensar cómo guarecerse.

Y es que, lo he comentado, anteriormente, en varias entradas de este Blog, con un índice de natalidad por los suelos (que ya no tiene arreglo, porque aunque nazcan de ahora en adelante muchos niños, no nacerán con 25 años y una carrera de ingeniería ya cursada para empezar a cotizar 'ya'), una esperanza de vida que va a seguir creciendo, incluso dicen que enormemente, por los adelantos médicos, la cosa está muy clara: hace 25 años los currantes cotizaban de los 20 a los 65 años (es decir, por encima de 40 años), y con una esperanza de vida (media) de 75 años, vivían de la pensión solo unos 10 años. 

Pero, dentro de 25 años, de seguir así la cosa, cotizarían escasos 30 años… y con el aumento de la esperanza de vida serían pensionistas durante otros 25 años más… por lo que no va a haber pensiones dignas para nadie porque se calcula que habría por encima de 15 millones de pensionistas y se necesitarían, a falta de nuevos españolitos… al menos 15 millones de emigrantes-cotizantes para sostener ese gasto.Lo que es imposible, claro.

O bien se necesitaría una revolución en el gasto público, para que el Estado aporte el dinero necesario para mantener a la población pasiva… o un Estado genocida que nos convierta en hamburguesas tras cumplir 80 años.

O una solución a cuyo fondo quería llegar hoy: que los hijos de los actuales ‘padres y madres cuarentones’, que ahora tendrán de 10 a 18 años, se deberán mentalizar a cumplir la obligación de mantener a sus viejos padres, porque su pensión les va a ser insuficiente.

Hace un par de años escribía yo, en este Blog, una bonita historia que, me decía, tenía que contar a mi nieto mayor, de 13 años. Bueno, ésta del frasco y las dos tazas de café.

Bien, pues ahora me barrunto que tendré que contarle esta otra: que debe concienciarse a conseguir tener un buen frasco, enfocando su vida con sabiduría (y eficiencia), porque dentro de 20 años no solo va a tener echar adelante a su propia familia, que lo normal es que la tenga, sino que tendrá que incorporar a su madre a su entorno, para cuidarla y mantenerla.
Lo cual no es más que una forma de devolver a los padres el capital de cariño y dedicación que en su día les dieron, y esto es muy bonito… pero posiblemente sea una experiencia vital novedosa, a la que habrá que acostumbrarse, porque hasta ahora los hijos abandonaban el hogar familiar, para crear uno nuevo… sin pedírseles nada a cambio, pero ahora tendrían que dar continuidad, mientras perviva, al hogar del que proceden. Y será duro acostumbrarse.

De ahí la importancia de ir fomentando aquellos ‘valores’ que hay que meter, prioritariamente, en el frasco de los chicos y chicas que ahora tienen 12-18 años... y no van a heredar más fortuna que su educación general y sus estudios, de la que tendrán que vivir.
Y la mala noticia es que yo no voy a poder comprobar mi teoría.