martes, 20 de diciembre de 2016

Feliz Navidad

Todavía recuerdo los tiempos (tampoco tan alejados) en que, por estas fechas, todo el mundo al llegar la Navidad, nos escribíamos Christmas (en cristiano, ‘felicitaciones navideñas’) que incluso, en ocasiones, se mandaban imprimir personalizados, con alguna singular foto familiar. Luego se ponían en los estantes de la librería, o en el árbol de navidad… y hasta nos preocupábamos en contestar, con otro, a quien nos lo había mandado.

O tempora, o mores… yo creo que estas cosas pasaron a mejor vida, sustituidos primero por la llamada telefónica ‘oficial’, luego cada uno llamando por su móvil a quien quería… y ahora con el WhatsApp… aunque éste pronto ha derivado a ser, casi exclusivamente, el vehículo de muchos pesadísimos ‘guasapazos’ con el chistecito o la gracieta de moda, que ha originado la necesidad de tener que silenciar a alguno/a de nuestros contactos, que parece que esto de los whatsapps crea una gran adicción, muchas veces inoportuna e impertinente, porque en mi casa se han recibido whatsapps desde las 7:40 de la mañana hasta las 12 y pico de la noche y hombre, un poco de respeto ¿no?

Pero volviendo a la Navidad, ya no es, externamente, lo que era (porque internamente, si que sigue siendo una gran ocasión para reunirnos la familia y regalarnos, con cariño, cosas), ya no hay villancicos por las calles, cada vez se prohíben más las exposiciones públicas de belenes y se está en la idea de que hay que ser laicos, que yo diría que algunos lo confunden, claramente, con querer ser... anti-signos cristianos. Por eso yo sigo con la idea de que en España hay un gran déficil democrático y aquí predomina no el respeto a la pluralidad, sino el frentismo. Y un gran déficit cultural, porque aquí cada vez hay más borregos. Y esto tendría que arreglarse… no se cómo.

Pero no vamos a hablar de ello ahora que estamos llegando a estas fechas, que tendrían que dedicarse, en exclusiva, a reivindicar aquella frase evocadora de estas fechas, y que seguro que ya recuerdan muy pocos:
Paz (en la Tierra) a los hombres de buena voluntad

Aunque me temo que, antes bien, habrá de todo. Así que, con esta sensación, me apetece mandarme este Christmas
 Viejo... pero sin duda vigente. Así que lo dicho: paz y felicidad para toda la gente que tenga, o quiera tener, buena voluntad. Lo merecemos.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Panegírico (in memoriam...)

Nacho es mi hermano pequeño. Murió este pasado 10 de diciembre, a los 60 años de edad. De una enfermedad poco estudiada, el síndrome de Hamman-Rich, una especie de fibrosis pulmonar que evoluciona rápidamente a insuficiencia respiratoria restrictiva. Había entrado en la UCI un mes antes, con un bloqueo renal y una infección generalizada, de los que se había repuesto, pero derivó hacia el desarrollo del síndrome, y no hubo nada que hacer.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Tontos... pero tontos, tontos

Decía Forrest Gump, más o menos, en su célebre frase, que ‘no señor, tonto solo es… el que hace tonterías’. Y él no las hacía, claro. Bien, pues los políticos españoles hacen muchas tonterías, por lo que, como ciudadano de a pie, no me cabe la menor duda de que ellos si que son tontos… pero tontos, tontos. Aunque evidentemente no se lo creen, sino más bien lo contrario. Porque vamos a hacer un repaso...

Los de Podemos, por iniciar por los partidos emergentes, son… bueno, tontos de capirote. Empezando por los podemitas ‘colocados’ en puestos de privilegio, que hacen bueno el refrán de ‘quien de servilleta llegó a mantel… líbrenos Dios de él’ porque hay que ver los numeritos que están montando en parlamentos, corporaciones locales, etc, etc. simple y llanamente porque, aparte de su trasnochado sesgo ideológico, y sus decisiones esperpénticas, demuestran su clara incompetencia, e irracionabilidad.
Pero si hay un tonto, tonto, es su líder, Pablo Iglesias Turrión. Siendo un buen ‘crisóstomo’ (o sea, un piquito de oro), e inteligente, le puede su vanidad. Hace un año pudo cambiar España, simplemente votando, sin más, al socialista Pedro Sánchez y, una vez formado gobierno, mandar en la sombra. Pero no, condicionó su voto a que le nombrasen vicepresidente, pidió que le tenían que dejar controlar, por ejemplo, la TVE y la prensa, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el Ejército y la Educación, etc. Y claro, eso era ‘oficialmente’ infumable, y se abortó el pacto. 
Ahora, en la oposición, su ego y su arrogancia le lleva a ejercer la dictadura sobre sus ‘cuadros’, que le están empezando a cuestionar… y sospecho que en pocos años, a poco que la economía española salga del bache, Podemos se irá diluyendo hasta convertirse en un partido marginal, de contestatarios y antisistema, que es lo que, en el fondo, fueron en origen. (Amén).

Los de Ciudadanos, C’s… corren el mismo riesgo. Desde otros planteamientos, claro. Primero, por creerse ser el ‘Pepito Grillo’ de la política nacional, y considerarse por encima del bien y del mal… y segundo por tener el complejo de no querer arrimarse a la derecha, por si les contamina. Otros ‘maricomplejinados’, vamos. Y encima practicando un buenismo descafeinado, que los está difuminando.
Entiendo que su mayor tontería es, por lo dicho, no haber querido entrar en el Gobierno, donde si que se visualizaría mucho mejor su importancia como partido liberal, y centrado, y la pinza que les están empezando a hacer populares y socialistas, les va a pasar factura. De hecho, siguen estancados en el 12% de intención de voto… cuando cuidado que sería interesante tener tres partidos fuertes, democristianos, liberales y socialdemócratas, con un peso de un 25-30% cada uno. 

Sobre el PSOE, ya está todo dicho: qué soberbia tonteria, su empecinamiento en el No es NO, y su tozudez en mantener un estricto rechazo hacia todo lo que provenga ‘de la derecha’… aunque sea lo que mayoritariamente haya votado el pueblo español. Y esto les ha hecho hundirse en las intenciones de voto, y tener que estar ahora ‘recosiendo’ los destrozos que hizo el señor Pedro Sanchez (y en su día el señor Jose Luis Zapatero).
Pero sospecho que, en el fuero interno de gran parte de sus simpatizantes, aún brilla el rescoldo ideológico de oponerse, por principio, a toda idea que proceda de los ‘conservadores’, porque mantienen su viejo mantra de ‘solo lo mío es bueno’. Cosa que, evidentemente, es otra gran tontería, porque todo el mundo puede tener, y tiene, ideas buenas, o al menos más prácticas, o realistas, claro. 

Y nos queda el Partido Popular. ¿cuales son sus tonterías? Pues, por poner un par de ellas, y para mi, el creerse, en primer lugar, que ‘esto es su cortijo’ (o su pazo…) e ir de señoritos, desoyendo las inquietudes del españolito de a pie. Y, en segundo lugar, el tratar de laminar a Ciudadanos, ignorándoles, y minusvalorándoles. Quizás en venganza por meterles algún dedo en la llaga (aunque, evidentemente, gratuitas ofensas como las de pedir que, para pactar, retirasen a su candidato, Rajoy… no son fácilmente olvidables).
Pero se está viendo venir un pacto PP-PSOE que haga de tenaza para sacar a Ciudadanos del juego. Y esto sería otra gran tontería, porque la cabra siempre tira al monte… y ese parto, interesado por ambos, acabará rompiéndose… y posiblemente todos se dejarán pelos en la gatera.

En fin, lo dicho: que son tontos los que hacen tonterias. Y ya lo dejo por hoy. Pensaba etiquetar esta entrada al Blog dentro de ‘Política y Sociedad’, pero me parece que lo voy a hacer en la de ‘Pensamiento’, porque esto es para filosofar… o para tomárselo con filosofía.
Porque, como tantas veces digo… ¡Qué Pais, Miquelarena…! 
Francamente, creo que la conocida frase de despedida de Carlos Cuesta, esa de ‘¡A levantar España!’, con estos mimbres habría que cambiarla por la de ¡A ver si podemos levantar España…!

sábado, 3 de diciembre de 2016

Parió la burra...

O sea, que se ha consumado el parto y, en mi ciudad, Oviedo, se ha aprobado el cambio de nombre a 25 calles. Cosas de la famosa ‘memoria histórica’, que es claro que lo que pretende es desmemorizar a la ciudadanía o, lo que es peor, reprogramar su memoria, para fijar las ideas que interese.