sábado, 31 de mayo de 2014

Podemos

No, no me refiero al we can't de Obama, presidente de los 'capitalistas' EE.UU, sino a la formación que, de la mano del mediático, e izquierdoso, Pablo Iglesias (¡'predestinato'...!) ha irrumpido, con fuerza, en las últimas elecciones españolas.

Y es que tal irrupción, con un nada despreciable 8% de los votos validados, a tan solo 4 meses del nacimiento de esa formación, está haciendo correr verdaderos ríos de tinta. Y esto, aparte de hacer crecer su popularidad, crea una corriente favorable de votantes, por un lado de gente cabreada con la situación actual, que no son pocos, y por otro de muchos jóvenes idealistas, otros antisistema... que a ver qué pasa.

Porque lo que está pasando es que la izquierda española, tras los descalabros del post-zapaterismo del PSOE, y con Izquierda Unida de artista invitado, y anclada en sus viejos ideales, se está reestructurando. Y como España es, sociológica y mediáticamente, bastante anti-derechona, hay miedo a la radicalización y el efecto de 'pactos frentistas' de todo ese colectivo que se está fraguando.

Leí (bendito San Google...) el programa de Podemos, y la verdad es que aluciné.

Bueno, dice cosas muy bonitas, jubilarse a los 60 años, jornada de 35 horas, subir los salarios, pensiones públicas para todos, incompatibilizar retribuciones de la clase política... pero también se apuntan a perseguir a los grandes capitales, a prohibir el despido, a la participación de los trabajadores en los Consejos de Administración de las empresas, a controlar el Banco Central Europeo, y la banca privada, a nacionalizar empresas, a la derogación de las reformas laborales y de educación, a tener (para todos) una educación y una sanidad completamente públicas y gratuitas (prohibido el copago, y no aceptación del Plan Bolonia), a condonar las deudas hipotecarias, a cerrar las centrales de gas y carbón y potenciar las energías renovables (¿más déficit de tarifa... o precio aún más caro del Kw-h?) y los consabidos guiños a la memoria histórica, a los colectivos homosexuales, al aborto libre, a los emigrantes, etc, etc.

Y la pregunta es, como siempre... ¿Y esto, en general, cómo se paga? ¿con más deuda pública? ¿con más impuestos? Y si estas medidas hacen que 'el capitalismo' huya del pais, si incumplimos los parámetros... ¿Nos salimos del euro y de la UE?

Es que, en España, el populismo y la demagogia, y más si es anti-derechona,  anti-clerical y anti-empresarios tiene muchísimos adeptos. (Por cierto que, por ejemplo, lo que nunca se dice es que cerca del 90% del censo de empresarios españoles está constituido por autónomos (fontaneros, electricistas, transportistas, dueños de bares, de tiendas...) y por dueños de una pequeña empresa, muchas veces familiar. Y, posiblemente, sea donde haya más bolsas de fraude). Y, también posiblemente, un nicho de votos de la 'izquierda'

Porque además, el gran problema de la democracia (al menos de la democracia española) es que eso de 'una persona, un voto'... es una estafa. Vamos, que solo puede funcionar bien... en el caso de hacerse en un colectivo homogéneo.

Y claro, con esta historia, se puede dar el poder a los más populistas y más demagogos, que coman el coco 'al pueblo llano' (el que, por ejemplo, votaría a Belén Esteban, si se presentase)... y entrar de lleno en el segundo gran problema de nuestra democracia: que en el fondo, para los españolitos de a pie, la democracia no es más que una 'dictadura temporal' de quien ostente el poder.

Y es que el populismo es muy bonito, hasta tentador... y vamos, que a todos nos gustaría que nos tocase la lotería, pero hay que poner los pies en el suelo y los experimentos... mejor con gaseosa... y no hay más que echar un vistazo al resultado de las 'repúblicas bolivarianas'... o a la trayectoria, en Italia, de Beppe Grillo.

Por cierto los estudiosos dicen que es tan trasnochado el programa de Podemos que, a poco que divida a la izquierda, y crezca la radicalización porque 'está de moda'... le van a poner en bandeja al PP otra mayoría absoluta. Así que si no quieres Rajoy (y Montoro)... a lo mejor nos encontramos con Rajoy (y Montoro) y medio.

Acabo: educado en los jesuitas, recuerdo que nos enseñaban que lo de la Inmaculada Concepción se zanjó, y como dogma de fe, en no se qué Concilio, con estas simples palabras: 'potuit, decuit, ergo fecit' (o sea que Dios 'podía hacerlo, quiso hacerlo... y lo hizo'). Y digo yo... ¿No habrá algún partido 'ácrata-conservador' que sea capaz de ilusionarnos en el 'querer poner, y poner', civilizadamente, las cosas en su sitio... aunque tengamos que llamarlo 'Potest'?

miércoles, 28 de mayo de 2014

Renaissance

Yo ya estoy retirado. O sea, soy 'clase pasiva'. Y, efectivamente, la pasividad, 'il dolce far niente', me ha embriagado. Es un placer, por ejemplo, cuando voy a pedir hora al ambulatorio, y te proponen: '¿le parece bien mañana a las 9:15...?' contestar con una amplia sonrisa... 'no, mire, yo es que no recibo antes de las 12...'

Cierto que, por contra, cada vez duermo menos, y lo normal es estar viendo la tele, o en mi ordenador, hasta más allá de las 2 de la madrugada... y a partir de ahí acostarme con el 'pinganillo' al oido, que a esa hora hay interesantes programas radiofónicos, la Noche (Cope) del inteligente Lartaun de Azumendi (a quien 'conocí ciruelo' en los geniales capítulos sobre La Reconquista, que emitía, hace tiempo, José Javier Esparza), Espacio en Blanco, de RNE, el mítico La Rosa de los Vientos, de Onda Cero...

Y es que, hasta en mi vida profesional, yo siempre he sido mucho más buho que alondra y prefería, incluso, desplazarme a otra ciudad, en coche, aunque llegase de madrugada... que darme un madrugón y salir a las 6:00 para estar currando a las 9.

Debo decir, no obstante, que el pasar a ser 'jubileta' me costó una profunda 'depresión existencial', de la que solo salí cuando, disfrutando de una magnífica playa asturiana, ya avanzado el tradicional estupendo septiembre de esas tierras, sin gente, sin niños... como nunca lo había hecho... me salió del alma decirme: 'pero bueno ésto si es vida: ¿Tu eres gilipollas, o qué...?

Y se me quitó la depre. Claro que a los pocos meses me vino lo de los síncopes, y el tener que ponerme un marcapasos (y es que conozco casos de gente que casca incluso a las pocas semanas de jubilarse, tengo claro que se genera un cambio profundo en tu vida)... pero esto es otra historia... de la que me encuentro, por cierto, 'ferpectamente'.

El caso es que, evidentemente, 'el jubileo' te hace, inconscientemente, aflojar tus células grises, te vuelves más tranquilo, menos activo... y eso, en algún momento, recordando tiempos gloriosos de hiperactividad profesional, hasta me ha preocupado.

Pero este mes (de ahí el título de esta entrada del blog), parece que me he puesto las pilas y, aparte de las cuestiones inherentes al fallecimiento de mi madre, estoy resolviendo con asombrosa prontitud multitud de actividades y encargos variopintos que me han sobrevenido. Y me he reencontrado a mi mismo.

Tanto, que hasta he consultado mis biorritmos, para ver si decían algo especial, y era por eso. Pero no, más bien los tengo, por estas fechas, en ciclos bajos.

Y tanto que hasta me ha surgido la mejor definición del famoso 'mantra' que tantas veces repetíamos en 'consulting', lo de la 'eficacia y eficiencia'... pero que nunca teníamos clara su exacta matización. Y es que ahora parece que he renacido, me estoy encontrando 'eficaz y eficiente', es decir que estoy haciendo las cosas que exactamente hay que hacer... y además las hago en el tiempo, o con el gasto, óptimos.

Así que, como los viejos gurús, estoy encantado de volver a entonar mis propios mantras. O los suyos...
om mani padme hum... om namah shivaya...




sábado, 17 de mayo de 2014

mamina...

H ace unos días murió mi madre. Desgraciadamente, lo esperábamos: muy mayor ya, a finales del año pasado, en una caida, se rompió un hombro y la cadera, no la pudieron operar por su edad y quedó en cama. Con arritmias constantes, medio ciega y completamente sorda, estos meses perdió la cabeza, sin podernos, apenas, comunicarnos con ella, con escaras dolorosas, tratada con opiáceos... aguantó lo que su débil, pero fortísimo, corazón pudo aguantar.
Una dura travesía, en la que la veíamos sufrir... hasta que descansó.

jueves, 1 de mayo de 2014

Opciones de Autocorrección

S iempre he pensado que el cerebro humano es parecidísimo a un ordenador. Supongo que, en el fondo, será más bien viceversa... aunque cuando se inventaron los ordenadores no creo que supiesen muy bien cómo funcionaba el cerebro. Y resulta que, como en los procesadores de texto, nuestro cerebro hasta tiene su función de Autocorrección.
Por ejemplo...
¿Síabas que, sgeún un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsán ersciats, la úicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la útlima ltera estén ecsritas en su psioción cocrrtea?. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordás lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima preo la paalbra es un tdoo.

Pesornamelnte me preace icrneilbe... aunque, pensándolo bien, tampoco hay que estar matriculado en Oxford para intuirlo, aquí es algo que conociamos desde críos, ya que todos entendíamos aquella famosa cancioncilla infantil...
'Caanda Farnanda sátama asaba palatá'...

La razón técnica es que el cerebro está formado por dos hemisferios simétricos, y cada uno de ellos tiene funciones para las cuales está más especializado, pero ambos participan en todas estas funciones, trabajando conjuntamente en todas y cada una de nuestras interpretaciones y respuestas, comunicándose a través del llamado 'cuerpo calloso'.

El hemisferio izquierdo, llamado también "simbólico" o "lógico", es el controlador del lenguaje y del procesamiento secuencial de la información, mientras que el hemisferio derecho es el 'integrador', el que procesa la información secuencial y la trata 'globalmente'. En la lectura de estas palabras, el hemisferio izquierdo interpreta las letras y 'lee', pero el derecho reconoce las palabras como un todo, como una imagen global, por lo que impide que el desorden en las letras entorpezca la lectura.

O sea, que 'autocorrige'. Pero hay más 'Opciones de Autocorrección'. Por ejemplo, podemos escribir las letras en su orden, pero, aunque cambiemos una o dos, más o menos también lo entendemos:
Un emperimento sinibar de una univarsibad divamapquesa denueftra qua las palebzas puenen teher ana o das lejras epuivoxadas sin qne ento inpkda la camprengión del mandaje. El extudeo grovecó uma enérqiha pratesto del Spndijato Dvnés de Currectyres, qus veoa pñligrcr su foente da trebejo.

Y además...
O ro ex erime to se ejante de u a uni ersi ad a emana mues ra que pu de se uir ley ndo e un t x o au cuan o des pare can al un s le ras de las pa ab as.

Lo que, en cierto modo, me recuerda también cuando, de críos, en vez de eliminar letras, encriptábamos las frases añadiendo una sílaba repetida...
'tiA tiSotifitia tile tigustita tiJetisutisín. TiPátisatilo'.

Pero no somos perfectos, mira esto:
Yha yotr oestu diomash echoe nhun griaab ordae lte mare spect ode lau bicac ioni ncorr ectad eloses paci osqued ebe nsep ararl aspala bras...

Y es que si alteras los espacios de separación de las palabras, aunque las escribas correctamente con todas sus letras, alteras los 'todos'... y el cerebro (al menos el mío) tiende a advertirte aquello de ¡No computable... no computable...!

Claro que a lo mejor hay gente que lo entiende, porque su 'todo' es la frase. Lo que pasa es que yo no soy tan 'cerebrín'...