jueves, 1 de mayo de 2014

Opciones de Autocorrección

S iempre he pensado que el cerebro humano es parecidísimo a un ordenador. Supongo que, en el fondo, será más bien viceversa... aunque cuando se inventaron los ordenadores no creo que supiesen muy bien cómo funcionaba el cerebro. Y resulta que, como en los procesadores de texto, nuestro cerebro hasta tiene su función de Autocorrección.
Por ejemplo...
¿Síabas que, sgeún un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsán ersciats, la úicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la útlima ltera estén ecsritas en su psioción cocrrtea?. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordás lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima preo la paalbra es un tdoo.

Pesornamelnte me preace icrneilbe... aunque, pensándolo bien, tampoco hay que estar matriculado en Oxford para intuirlo, aquí es algo que conociamos desde críos, ya que todos entendíamos aquella famosa cancioncilla infantil...
'Caanda Farnanda sátama asaba palatá'...

La razón técnica es que el cerebro está formado por dos hemisferios simétricos, y cada uno de ellos tiene funciones para las cuales está más especializado, pero ambos participan en todas estas funciones, trabajando conjuntamente en todas y cada una de nuestras interpretaciones y respuestas, comunicándose a través del llamado 'cuerpo calloso'.

El hemisferio izquierdo, llamado también "simbólico" o "lógico", es el controlador del lenguaje y del procesamiento secuencial de la información, mientras que el hemisferio derecho es el 'integrador', el que procesa la información secuencial y la trata 'globalmente'. En la lectura de estas palabras, el hemisferio izquierdo interpreta las letras y 'lee', pero el derecho reconoce las palabras como un todo, como una imagen global, por lo que impide que el desorden en las letras entorpezca la lectura.

O sea, que 'autocorrige'. Pero hay más 'Opciones de Autocorrección'. Por ejemplo, podemos escribir las letras en su orden, pero, aunque cambiemos una o dos, más o menos también lo entendemos:
Un emperimento sinibar de una univarsibad divamapquesa denueftra qua las palebzas puenen teher ana o das lejras epuivoxadas sin qne ento inpkda la camprengión del mandaje. El extudeo grovecó uma enérqiha pratesto del Spndijato Dvnés de Currectyres, qus veoa pñligrcr su foente da trebejo.

Y además...
O ro ex erime to se ejante de u a uni ersi ad a emana mues ra que pu de se uir ley ndo e un t x o au cuan o des pare can al un s le ras de las pa ab as.

Lo que, en cierto modo, me recuerda también cuando, de críos, en vez de eliminar letras, encriptábamos las frases añadiendo una sílaba repetida...
'tiA tiSotifitia tile tigustita tiJetisutisín. TiPátisatilo'.

Pero no somos perfectos, mira esto:
Yha yotr oestu diomash echoe nhun griaab ordae lte mare spect ode lau bicac ioni ncorr ectad eloses paci osqued ebe nsep ararl aspala bras...

Y es que si alteras los espacios de separación de las palabras, aunque las escribas correctamente con todas sus letras, alteras los 'todos'... y el cerebro (al menos el mío) tiende a advertirte aquello de ¡No computable... no computable...!

Claro que a lo mejor hay gente que lo entiende, porque su 'todo' es la frase. Lo que pasa es que yo no soy tan 'cerebrín'...

No hay comentarios:

Publicar un comentario