jueves, 31 de julio de 2014

El Blog y las bicicletas

Está claro: si las bicicletas son para el verano... el Blog es para el otoño y el invierno. Porque hay que ver la pereza que da ponerse a escribir cuando hace buen tiempo (o no...), porque en verano cambias de ambiente, o de estado de ánimo al ver que oscurece a las 22:00 horas... y transcurren los días en un 'dolce far niente' y, en vez de hablar y pensar en lo humano y en lo divino, te transcurren las horas comentando banalidades delante de un 'relaxing coffee' o de un más 'relaxing summer's red wine'...

Así que, puestos a decir paridas, ahí va una que me contaron: supongamos que, dentro de 5000 años, tras un desastre no se si nuclear o por la caída de algún meteorito, una nueva generación de humanoides (¿o extraterrestres...?) está realizando excavaciones en busca de civilizaciones perdidas.

Y a tres metros de profundidad encuentran los restos de una fotografía, enmarcada, de un violinista.

Los sesudos investigadores están henchidos de gozo: al fin han llegado a un nivel de vida anterior, donde una representación (sin duda) de un espécimen humanoide está utilizando, de forma aparentemente inteligente, un artilugio desconocido...

Pero hete aquí que, un mes más tarde, y en el mismo nivel, encuentran... ¡Los restos de un violonchello...!

Y como enseguida identifican el artilugio, sus conclusiones son indubitables: "hace 5000 años vivía en estos lugares un humanoide inteligente que, según cálculos ergonométricos, debía medir... ¡entre 5 y 6 metros...!"

Corolario:  en verano, ojito con las conclusiones, esa tía tan buenorra que te ligas en una discoteca puede tener un violonchello... o a lo mejor puede tener un buen flautín.