viernes, 22 de diciembre de 2023

Palabra de Dios

E s muy conocido que la Biblia (‘The Holy Bible’) es el libro más leído del mundo (su circulación (unos 4.000 millones de copias en los últimos 50 años) casi quintuplica, en lectores, a ‘El Libro Rojo’ de Mao Zedong, que es el segundo, que a su vez dobla a… ‘Harry Potter’ que es, al parecer, el tercero. Lo de 'El Quijote' me temo que sea ‘leyenda patriótica’… El caso es que, metido en fiestas navideñas, puede ser apropiado hablar de la 'Baibol', cuyo nombre, por cierto, proviene de la frase griega "ta biblía ta hágia", ‘los libros sagrados’ porque, aunque el Antiguo Testamento se fue escribiendo, originalmente, en arameo y hebreo (y, al parecer, a partir del siglo V o IV antes de Cristo), era la época de esplendor de la cultura helenística (Alejandro Magno es también del s. IV a.d.C.) y pronto circularon las versiones en griego… idioma, igualmente, de las versiones más antiguas que se conocen del Nuevo Testamento.

Seguiré centrando ideas. Posteriormente, a finales del siglo IV, el papa Dámaso I encargó a Jerónimo de Estridón (luego, San Jerónimo y, por cierto, ‘mucho más luego’, patrono de los traductores) la traducción de la Biblia al latín. Es la famosa Biblia Vulgata, que fue la que circuló por el mundo a partir de entonces, difundida (y traducida) en principio a través de múltiples ‘amanuenses’ (copistas y traductores).

Y así, esos Libros Sagrados, esas ‘palabras de Dios’, dependieron de que gente muy variopinta, a menudo de limitada cultura, desde los primeros tiempos, y hasta ya pasada la Alta Edad Media (s. V a X) lo fueran transcribiendo ‘como Dios les daba a entender’. Y, muy probablemente, con grandes, o simples, errores o malas interpretaciones de traducción.

Había un famoso chiste, el del eclipse y la orden del coronel… que viene pintiparado para explicar lo que suele ocurrir en estos casos: que, al final, es muy probable que el mensaje resultante no se parezca, en casi nada, al original.

El caso es que, en este orden de cosas, los estudiosos encuentran ‘gazapos’, incluso divertidos, que aclaran o modifican algunos conceptos que tenemos ‘inculcados’ como ‘palabra de Dios’.

Por empezar por el principio, eso de Adán y Eva, y la famosa manzana que aparece en tantas obras de arte porque, al parecer, así lo decía, antes, la Biblia. Porque parecer ser eso, un gazapo: y es que alguien confundió ‘malus – mali’, que efectivamente es, en latín, manzana, con ‘malum – mali’ que es ‘el mal, la maldad’.
Así que fue por eso, y no por una inocente reineta, por lo que les expulsaron del Paraíso.

Otro gazapo: a Moisés se le representó, durante siglos… con cuernos (véase, por ejemplo, el Moisés de Miguel Angel). Bueno, pues esto surge porque los idiomas semíticos no transcriben las vocales, y por ello alguien, al parecer, confundió 'cabeza radiante, o fulgente' (‘karan’ ) con 'cabeza con cuernos' (‘keren’). Pobre Moisés...

Y hombre, lo de la aguja y el camello… pues es posible que sea porque, en griego, camello es kámēlos.… pero cuerda, soga, es kámilos. Y claro, se entiende mucho más fácilmente que una cosa es enhebrar un hilo, y otra tratar de enhebrar un cordel… aún sin necesidad de que lleve detrás el camello).

Y, como digo, estas tergiversaciones, o errores, tuvieron que ser lo normal, y debe de haber muchas. Vamos, que es lo que también sucede, hoy en día, con que las traducciones simultáneas, o el tener que improvisar, en público. Que siempre puede aparecer algún ‘lapsus’. Como que, fonéticamente, alguien confunda ‘contenido léxico’ por ‘contenido lésbico’, por ejemplo… y la líe. O aquel famoso ‘lapsus’ de Zapatero que todavía encuentras por Google, cuando, hablando del turismo ruso, enunció claramente ‘que debe servir para favorecer, para estimular, para afollar (apoyar)…’

Bueno, y sin ir más lejos, no hablemos de los líos que nos traemos a cuenta del famoso corrector de textos del Whatsapps…

Pero, volviendo a la Biblia, a veces el contenido de la mala transcripción puede tener bastante enjundia. Veamos dos ejemplos muy claros...

Todo el mundo entiende que Jesús pasó su juventud en Nazaret... pero de hecho esto es algo inventado sabe dios cuando, porque ni la población de Nazaret, ni por supuesto 'Jesús de Nazaret', se mencionan, para nada, en los Evangelios. Y, sin embargo, a Jesús se le denomina ‘el nazareno’ en cerca de veinte ocasiones... pero esto es porque el transcriptor tradujo la palabra ‘nazireato’ (o ‘nazireo’) por ‘nazareno’.

Pero... ¿Quienes eran los ‘nazireatos’, o ’nazireos’? Pues, en realidad, esta palabra viene del hebreo nazir (‘segregado o apartado para Dios’), y describe a las personas que tenían algún voto de consagración al dios Jahveh, a quien dedicaban su vida, una especie de santones, vamos, que debían seguir una serie de preceptos, como no cortarse el pelo, no beber vino, no tocar a los muertos...
Así que esto es lo que hay sobre el Nazareno…

Y, por terminar... lo de la virgen. En realidad a María la Biblia la llama, en hebreo, ‘almáh’, que significa mujer joven, niña… y el transcriptor lo identificó como ‘virgen’… quizás porque no sabía que la palabra que, en hebreo, describe la virginidad no es ‘almáh’, sino ‘betuláh’.
Así que, también, esto es lo que hay.

En resumen: que el estudio de la Biblia es un campo apasionante. Y, como ya constaté hace bastante tiempo, el estudio del idioma, la lexigrafía, la etimología de las palabras, la propia gramática… es otro mundo amplísimo donde podemos crecer culturalmente. Hace poco me topé con una simpática ‘youtuber’, Elena Herraiz, divulgadora lingüística, cuyo canal ‘Linguriosa’ realmente culto y divertido, es la fuente de esta entrada al Blog… y ya lo tengo ‘fichado’ para mi ‘solaz y esparcimiento’...

O, como ahora, para profundizar en la verdadera ‘palabra de Dios’...

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