Algo huele a podrido...

Pero no me refiero al estado de Dinamarca, como ponía Shakespeare en boca de Hamlet, sino a lo que está pasando en nuestro estado español. En particular, a lo que está pasando en nuestra sociedad civil.

Y lo tengo claro: hay una absoluta falta de valores, y ello trae consigo una agresividad execrable, y nos comportamos, verdaderamente,  como el ‘homo homini lupus’ de Plauto, que popularizó Thomas Hobbes… que hoy estoy en plan cultureta.

Pero, en el fondo, la cosa no está para esbozar una sonrisa, esto de que el hombre sea un lobo para el hombre es algo serio, y preocupante: porque, por aplicarlo a un caso, cada vez está más de moda la ‘justicia popular’ (o populachera)… y esto puede acabar, como en el antiguo Oeste, con linchamientos.
Voy a dar algunos ejemplos...

Dudas existenciales

Hay días, y de cara al 'dolce far niente' del verano seguro que serán más frecuentes, en los que te apetece escribir alguna chorrada, como para sentir que existes... pero sin esforzarte mucho en el intento. Hoy es uno de ellos, así que revolviendo en mi PC, dentro de la carpeta que llamo 'Cajón de sastre' encontré un viejo documento con estas dudas 'existenciales'...

Caballo de Troya

Hace seis semanas que se celebraron Elecciones Generales en España. Y hace dos, las Autonómicas y las Municipales. Al contrario que otras veces, en las que, de inmediato, vertía rápidamente mis primeras impresiones en este Blog, ésta vez lo dejé para más adelante. Posiblemente es que todos pensamos que, tras las Generales, íbamos a entrar en un 'impasse' porque nadie querría 'mover ficha' hasta no aclararse todo el panorama político.

Como así ha sido. Porque solo ahora, y sin la menor prisa, se están empezando a mover (públicamente) los partidos políticos y, de momento, la probable investidura del socialista Pedro Sánchez se prevé que sea a mediados del mes de julio. O sea, casi tres meses después de ser elegido como candidato más votado... y a escasos 15 días de empezar las vacaciones. En resumen, que España estará con un gobierno 'en funciones' (o de vacaciones, o dentro de los días que se conceden, habitualmente, como 'de respeto'), durante medio año. Medio año en el que Pedro Sánchez podrá disfrutar, sin mayores problemas, del puesto. Qué más quiere su enorme 'ego'. Y los españolitos, entretanto, a pensar sobre lo que se nos viene encima.