lunes, 19 de octubre de 2015

Potpourri

Hoy me apetece hablar de 'cositas'. O sea, el famoso 'potpourri' del que hablaba en la cabecera de este Blog. O popurrí, como lo define la RAE, palabra antigua, y claro galicismo, aunque que a mi siempre me gustó más usar su versión afrancesada, quizás porque siempre oí, en mi familia materna, cotidianos giros franchutes: 'Tais-toi, tais-toi… la bonne!', 'Tout le monde à table…!',  'Attention a la voiture…!'. Es que mi madre y mis tías eran... 'mu finústicas', al principio hablaban hasta del 'chauffeur'... remarcando la perfecta pronunciación de la 'ch' francesa.

Finústico también, y escritor que me encanta, es Alfonso Ussía. Disfruto todos los días, con un cafecito, en el bar, de su artículo en La Razón. Su mezcla del más fino humor inglés (seguro que de joven leyó a Wodehouse) con su casticismo (quizás de cuando Cantabria, de soltera Santander, todavía pertenecía a Castilla…), su bien llevada aristocracia y su agudeza para enfocar, con simpatía, temas actuales, me aseguran, habitualmente, cinco minutos de sonrisa.
Y publica su artículo todos los días… Envidio su fecundidad intelectual, yo (salvando las distancias, claro) sería incapaz de escribir a diario en este Blog. Hombre, a lo mejor, si cobro una buena pasta por ello…

Llegado a este punto, si leyese esto un 'progresista', me calificaría de inmediato como 'facha' acérrimo. Y a lo mejor, hasta dejaría de seguir leyendo, que así se las traen algunos. Y hombre, no, yo me considero absolutamente liberal, estoy abierto a analizar, y aceptar, las buenas ideas... vengan de quien vengan.

Porque, como siempre he dicho, odio el 'forofismo', las ideas de los partidos políticos no son todas perfectas, o la gente, que no tiene que ser idiota, les votaría masivamente. Bueno, habría que deducir el voto visceral, claro. De ahí que lo idóneo debe ser tomar lo mejor de cada partido, que tampoco tiene que haber 'ideólogos' estúpidos que, exclusivamente, tengan 'ocurrencias' irracionales.
¿O si…?

Así que, en estos momentos, soy un típico miembro del colectivo de 'indecisos'… porque no se a quien votar el 20 de diciembre. Si que tengo claro que el PP de Rajoy está enderezando (económicamente) a España, pero su 'dontancredismo' (creo que es el típico ejemplo de haber llegado a su 'nivel de incompetencia', que define el conocido libro 'El Principio de Peter', perfectamente extractado, por cierto, en la Wikipedia) es, sencillamente, infumable. Bueno, Rajoy… y la pandilla de señoritos peperos de los que se rodea y que, salvo honrosas excepciones... la están 'cagando' con él.

¿Y Ciudadanos, como partido 'de centro'? Por lo menos ofrece un liderazgo claro… y refrescante (¡Ay, si estuviera la Espe Aguirre liderando el PP…!). Pero… ¿Con quien pactarían?

Total que la pregunta debe ser... ¿cual es voto útil? ¿Al PP, por aquello de que '¡Virgencita, Virgencita… que me quede como estoy!'? ¿Sacarían mayoría suficiente? ¿O a C's, que nunca obtendrían mayoría absoluta, para que tengan que gobernar con el PP? Porque los actuales políticos del PSOE entiendo que están muy, pero que muy, crudos, y veleidosos, y arrastrando un historial de gestión nefasto. Y de los otros, extremistas y muy antisistema, mejor ni hablar.

Pero vuelvo al 'refrescante' Alfonso Ussía. El otro día, a propósito (posiblemente) de algún artículo de Luis María Ansón, filosofando sobre los cambios en el tenis femenino, donde éste declaraba su admiración por las piernas de algunas tenistas, como Stefi Graf o la siberiana María Sharapova, concluía, en un día 'tonto', como el mío de hoy…
Nacida en Venezuela, hija de vasco y caraqueña, Garbiñe (Muguruza) ha revolucionado el tenis femenino gracias a su calidad, y a sus piernas. Las cámaras de televisión necesitan de treinta segundos para recorrerlas de arriba a abajo, hasta llegar a las zapatillas. Su seriedad, su cara de poker y su belleza afligida nos ha devuelto la ilusión. Es valiente, decidida y rotunda. Subcampeona de Wimbledon y reciente triunfadora en Pekin, sus piernas no tienen parangón ni admiten comparación con las anteriormente reseñadas. Merecería un esfuerzo de Miguel Angel, pero allá él por equivocarse de siglo. Y resulta muy agradable escribir de piernas cuando son las mejores, las más estéticas, y son las de una tenista española que, para colmo, juega al tenis como una diosa. Luis María, tienes que cambiar de musa.

Lo dicho, que un agradable refresco mental siempre viene bien.

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