martes, 21 de abril de 2020

Entendiendo la música (y VI): coda (formas musicales)

Voy a acabar este ‘ciclo musical’ que, como dije, es mi ‘Manual de Musica para Torpes’. Bueno, para los novicios con inquietudes, o para el que quiera apuntarse a la ‘teoría de los 5 (brillantes) minutos’ que comentaba, hace cuatro años, en esta entrada). Porque es bueno saber un poco de las cosas ¿No?
Y lo voy a hacer en este epílogo, o ‘coda’ (que es una forma musical, de remate final, o ‘cola’, de una composición), hablando, precisamente, de las formas musicales… de las que, por cierto, las hemos oido mencionar muchas veces.

Mi intención es explicar someramente, el significado (musical) de palabras que venimos oyendo desde siempre, y que se refieren a formas musicales (o de hacer música). Me refiero saber de qué estamos hablando cuando oímos algo como fuga, canon, motete...

Porque por ‘forma musical’ se identifica, genéricamente, (Wikipedia dixit), una estructura musical determinada, o un modo de escribir música (y que, muchas veces, permite situar la obra musical en un momento de la historia de la creación musical… o recrearlo, claro).

Y formas musicales hay muchísimas, tanto es así que debo remitirme a la extensa información que suele ofrecer la Wikipedia: este es su Listado de formas musicales. Así que solo me voy a limitar, aquí, a aclarar conceptos sobre algunas formas musicales muy conocidas. Las que creo más conocidas.
Por ejemplo, dentro de la música barroca, quién no ha oido hablar de...
La fuga
La fuga, sencillamente, es una pieza polifónica (es decir, escrita para varias voces) en la que una voz expone un tema y las demás voces lo imitan por turnos, "persiguiendo" a la que se "fuga".

El canon
El canon es una forma musical de la misma familia, pero con un concepto más estricto, se basa en la imitación por repetición, entre dos o más voces, separadas por un intervalo temporal. Es decir, una parte vocal o instrumental interpreta una melodía y, unos compases más tarde, en contrapunto, una segunda voz repite esa misma melodía de manera exacta o bien modificando su tonalidad u otros aspectos.
Para entendernos: la famosa canción infantil ‘Frère Jacques’... es un canon como la copa de un pino.
El contrapunto, por aclarar el concepto, no es más que un fusión, o relación, entre dos o más voces que son independientes en ritmo y contorno, y también en armonía, y usualmente en una altura (tonalidad) diferente.

Toccatas, cantatas, motetes y oratorios 
Una toccata no es más que una pieza para teclado (piano, órgano, clavicordio…), que trata de enfatizar la destreza de quien la interpreta. 
Una cantata es una composición para una o más voces, acompañadas de instrumentos.
El motete (al parecer del francés ‘mot’, palabra) es una forma musical muy antigua, polifónica (interpretada a varias voces), que se usaba para cantar en las iglesias textos bíblicos.
Un oratorio es una obra de carácter narrativo, destinada en principio para tocar en una iglesia, que expresa describiéndolo musicalmente, un relato religioso: algún pasaje de la Biblia, de la vida de Jesús, etc.

Sonatas, rapsodias y adagios
La sonata en una composición musical, en tres (a veces 4) movimientos, escrita para uno (muchas veces, el piano), o varios, instrumentos.
La rapsodia es una pieza típica del Romanticismo, que consta de diferentes partes temáticas, pero sin ninguna relación entre ellas. O sea, un ‘popurrí’, o un ‘cajón de sastre’’. Normalmente tienen una parte dramática, y lenta, y otra rápida, y dinámica, que ofrecen un brillante contraste.
Adagio es una palabra que además de identificar, genéricamente, un ritmo, o tempo, o un movimiento muy frecuente en las sinfonías, o un pasaje de alguna otra composición como las sonatas, sirve también para identificar una pieza musical, suelta, de ritmo lento, y apacible, que podría ser corta (3-4 minutos), aunque en el barroco solía alargarse hasta los 7-8 minutos.

Nocturnos, serenatas e impromtus 
El nocturno es una pieza vocal o instrumental, de melodía dulce y estructura libre, que en principio se destinaba a ser interpretada en las fiestas nocturnas.
La serenata es de misma familia (esta, para tocar al atardecer, donde cortejan los amantes), y se compone para instrumentos de cuerda, o viento, u orquesta de cámara. También existen las ‘alboradas’, que es una composición de acompañamiento, para ‘animar las mañanas’.
Y el impromptu no es más que una pieza, generalmente para piano, que el autor crea desde la improvisación, sin un plan establecido. Suele constar de tres partes, del tipo A-B y otra vez A.

Concierto, Concerto grosso y sinfonía
El concierto es una obra para un instrumento solista, aunque puede acompañarle la orquesta. Consta, usualmente, de tres movimientos, con un patrón de rápido - lento - rápido.
Un ‘concerto (‘concherto’) grosso’, muy popular en la música barroca, es una creación estructurada en cuatro (o seis) movimientos, que interpreta un pequeño grupo de solistas al que le sigue una orquesta completa.
La sinfonía, de toda la vida (nace hacia 1700), es una obra para orquesta, normalmente dividida en cuatro movimientos, cada uno con un tiempo y estructura diferente. Haydn (compuso 107 sinfonías), Mozart, Beethoven, Schubert, Brahms, Berlioz, Dvorak, Chaikowski, Mahler, Prokofiev, Sibelius… explotaron esta forma musical.

Las polkas, mazurcas, valses, minuetos, bourrées, zarabandas, pavanas… así como las antífonas, laudas, baladas, madrigales y cantigas, son también otras formas musicales. Y no debemos olvidarnos, finalmente, del muy antiguo ‘canto llano’, canto litúrgico, de una sola melodía, y cantado sin instrumentos ( ‘a capella’), cuyo mayor representante es el canto gregoriano, que se cantaba en latín.

Y bien, pues aquí termino, y cierro esta serie de entradas del Blog que titulé, pomposamente, ‘Entendiendo la Música’ y que, naturalmente, no son otra cosa que mis propios ‘Apuntes’, que hace mucho que descubrí que un Blog, e Internet, es la forma más cómoda de tenerlos a mano.


Pero no quiero acabar sin dar un merecido homenaje al ‘padre de la criatura’, el simpático y culto ‘youtuber’ Jaime Altozano, añadiendo alguna de sus creaciones, que me encantaron, y sirven perfectísimamente para elevar la cultura musical… e ir entendiendo la música. Son, por ejemplo, estas…
Lo que nadie sabe del Canon de Pachelbel… Visita este enlace
Entendiendo las Cuatro Estaciones de Vivaldi… Visita este enlace
y, como propina curiosa...
El himno nacional español y Mily Barakirev… Visita este enlace

Y ya… me voy con la música a otra parte.

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