sábado, 25 de abril de 2020

No puede ser

Decía (o, al menos, se le atribuye) Rafael Gómez Ortega "El Gallo" (1882-1960) ‘lo que no pué zer, no pué zer… y ademá e impozible’. Pero claro, no se contaba con esta España de pandereta y seso perdido, y de déficit de... ¿cultura? ¿educación cívica? ¿valores?… porque aquí, ahora, resulta que las cosas que no pueden ser… son. Y se traga con ellas. Incluso hay quien esboza una (espero que triste) sonrisa, aunque otras son para tomárselo tan en serio que, si alguien sonríe, espero que sea más bien un rictus... por no llorar.

Porque no puede ser que se esté manteniendo confinada a toda la población, y no se haya permitido salir al campo, o a un parque, a caminar o correr, manteniendo el distanciamiento social que se quiera… cuando se permite ir a la compra, al estanco, a pasear perros y, ahora, al fin, a pasear niños.

Porque no puede ser que se multe con 600, y hasta 1500 euros, simplemente por saltarse la orden de confinamiento cuando, si no hay desacato o desobediencia a la autoridad que te apercibe, son totalmente ilegales, por anticonstitucionales.

Porque no puede ser que se multe a un cura que está celebrando una misa, en su parroquia, para unos pocos feligreses, perfectamente distanciados, y los ministros salgan a hacer ‘gestiones’ con sus coches (el suyo, y los de los escoltas de seguridad), sus chóferes, etc. O admitiendo el culto, en la calle, del Ramadán.

Porque no puede ser que, aterrorizando a la gente ‘de a pie’ con los peligros del contagio, se vean por la calle policías, obreros del ayuntamiento, periodistas… ejerciendo sus tareas, a menudo por parejas, con mínima protección.

Porque no puede ser que no haya test para los que lo necesitan, pero si (y para que se realicen por duplicado, triplicado…) para políticos, para empleados de los ministerios… y ahora para los futbolistas.

Porque no puede ser que casi todos los paises europeos, no obstante haberse enfrentado más tarde con la crisis del coronavirus, ya tienen perfectamente diseñado sus planes de desescalada, y algunos hasta la están empezando... y nosotros, ni noticias de ello.

Y ya, entrando en palabras gruesas
Porque no puede ser que el gobierno español asigne la compra de test y mascarillas a desconocidas empresas catalanas, compren a precios muy superiores a los de mercado y, encima, los tests y las mascarillas no cumplan con los exigibles parámetros mínimos de calidad.

Porque no puede ser, item más, que los contratos de prácticamente todos los aprovisionamientos sanitarios (compras del Estado, una vez que el estado de alarma les otorgó el poder de ‘mando único’ al Ministerio de Sanidad) se asignan a empresas desconocidas, y opacas, algunas incluso sin empleados y, la inmensa mayoría, sin experiencia en el ámbito de ese aprovisionamiento de material sanitario.

Porque no puede ser que la ineficacia del gobierno nos haya llevado a más de 30.000 muertos por el coronavirus (incluyendo los que no quieren contabilizar) que, lo que es aún peor, tratan de esconderlos y no son capaces ni de hacer un mínimo gesto de luto oficial para mantenerse alejados de los hechos.

Porque no puede ser que después de 40 días, haya ahora los mismos contagios diarios que hace un mes. Porque no puede ser que hayan conseguido que nadie se crea las cifras que da el gobierno, que es claro que están empezando a manipular. Y porque no puede ser que no tengamos un plan claro para el desconfinamiento… porque estamos aún lejos de empezar un estudio para conocer, a través de tests masivos, la incidencia real del peligro de contagio, cuando hace cerca de un mes se había afirmado que era vital, e inmediato.

Porque no puede ser que este gobierno, el de los 18 ministros y, además, 4 vicepresidentes, lleve más de 3 meses con total inoperancia funcional, sin más objetivos que, unos, mantenerse en el cargo y otros, imponer una dictadura populista y comunista en España… mientras que el prorrogado confinamiento, sin soluciones, está arruinando a todo el entramado productivo de Pymes y Autónomos… y muchos acabarán cerrando definitivamente.

Porque no puede ser que, con las ‘políticamente correctas’ medidas de promoción del teletrabajo entre funcionarios públicos, los expedientes para dar de paso a las ayudas económicas, y a los ERTES, se retrasen mucho más, incluso colapsen el funcionamiento de la Administración, por la mayor dificultad burocrática. Y los afectados no perciban a tiempo un dinero muy necesario.

Porque no puede ser que, en esos casi 4 meses de mando, lo único que ha promovido este gobierno, con la excusa del coronavirus, haya sido el confinamiento de la población, negando todo derecho de reunión, la canalización de la información oficial y la manipulación grosera de la opinión pública a través de medios audiovisuales paniaguados, así como la persecución de los disidentes, el uso de recursos del Estado en su propio beneficio, y el autobombo y la publicidad.

Porque no puede ser que las medidas populistas, o dictatoriales, de regulación de precios máximos de venta de mascarillas por debajo del precio real del mercado, genere desabastecimiento, y nos ponga a todos en riesgo. Porque lo que tampoco puede ser es que se obligue a las farmacias a comprar mascarillas para venderlas ‘a pérdidas’, que además es una acción comercial que la Ley, específicamente, prohibe.

Porque no puede ser que la clase política de izquierdas, empezando por gente que ocupa los más altos cargos en el gobierno de la nación, agravie al Jefe del Estado, porque es rey, y ellos no aceptan la monarquía.

Porque no puede ser que esa clase política, y en particular esos ministros y vicepresidentes ‘podemitas’, no acepte la separación de poderes y critique las sentencias judiciales contra ‘su gente’, basándose en ocultar las actitudes delictivas y mencionar solo la excusa de la finalidad ‘social’. Vamos que, según ellos, no debería haber delito en dar una paliza a un rico, o matarlo, para quitarle sus bienes y repartirlos entre todos. Si lo hacen ellos, claro.

Porque no puede ser que el Ministro de Justicia, o el propio Presidente de Gobierno, miren para otro lado cuando miembros de su gabinete acusan pública y torticeramente de ‘injustas’ o ‘prevaricadoras’ las sentencias emanadas de los Tribunales de Justicia españoles.

Porque no puede ser que este sea el gobierno de España. El que tiene que negociar un plan de ayudas (vamos, un nuevo ‘plan Marshall'), en la UE, para poder salir de la crisis económica que se nos va a caer encima. Porque la Europa ‘seria’ (Alemania, 82 millones de habitantes, unos 150.000 cargos políticos. España, 47 millones… y casi 450.000) no nos atendería… o nos impondría el modelo de recortes aplicado a la Grecia de Alexis Tsipras y su Syriza.

Porque no puede ser que esta clase política que nos gobierna, que ha cometido muchísimos errores, se vaya ‘de rositas’. Es más, que no se les pueda despedir de inmediato, como se haría en cualquier empresa, y solo se les pueda echar… sabe dios cuando.

Ay, qué razón tiene Santi Abascal, con su ‘Sr. Sanchez, Sr. Iglesias, paguen las nóminas… y váyanse’.

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