viernes, 7 de agosto de 2020

Un pensamiento...

Metidos, como estamos, en el gran terremoto mediático que sigue a la salida de España del Rey Emérito, con una guerra larvada entre constitucionalistas y republicanos revanchistas, llega a mis manos un texto (desconozco su autor) que, en general, suscribo ampliamente y que, con algún añadido personal, y algún matiz, reflejo aquí. Dice así...

"Una prensa ruin y miserable, unas televisiones compradas con dinero publico, impresentables súbditos vendidos al poder, para proteger y ayudar a un gobierno deleznable, corrupto, apoyado por comunistas y chavistas fanáticos, sustentado por etarras asesinos, y toda la escoria política que atesora este país, han conseguido que el Rey Emérito tenga que abandonar España, para tratar de salvaguardar a la Corona de la campaña mediática de críticas subjetivas (cuando no impunes insultos de politicuchos de mierda), a través de su persona, a nuestra institución monárquica, campaña llena de falsas imputaciones (incluso el comentario mendaz de que ‘ha huido…’), interpretaciones de lo que dice una puta despechada y pesetera, y un policía corrupto... sin siquiera haber sido, hasta el momento, ni imputado, ni acusado, ni juzgado de lo que, en todo caso, sería un delito fiscal, soslayable por negociación o multa… y todo por unos dineros que ni eran nuestros, ni nos afectaban en nada, y que, en parte, gestionaba la putilla.

Sin embargo, el mayor miserable de España, el presidente Sánchez, en cuya mano ha estado el cortar todo este ataque a la monarquía parlamentaria que, constitucionalmente, hemos elegido, no lo ha hecho, e incluso lo ha azuzado sibilinamente, no ve reparos en irse de vacaciones a disfrutar (a cargo del dinero de los españoles) de ‘la Mareta’ un regalo personal del rey Hussein I de Jordania a Don Juan Carlos I, rey de España, quien a su vez la donó a Patrimonio Nacional.

Y la pregunta, ahora, es… ¿Acaso no es un regalo con valor económico?... ¿Ha investigado el gobierno el hecho, o al ser donado graciosamente a Patrimonio, ha mirado para otro lado? ¿O ésto si se ha considerado ‘legal’?

Clama al cielo que el mayor latrocinio a los españoles, más aún, a los trabajadores españoles, lo haya cometido el PSOE, en su 'cortijo' andaluz, con sentencia firme de 680 millones, y con otros 1500 millones aún pendientes de juzgar. También hay 1.800.000 vacunas desaparecidas, con un valor de 27 millones, hay trapicheos en embajadas, maletas de oro que nadie sabe donde están… y eso si, verdaderos expertos en cargar a las cuentas del Estado gastos superfluos, como el abusivo uso del Falcon y, en otro nivel, el marisco, las meretrices y hasta el polvo blanco.

Y, por seguir un poco más… ¿De los millones que Venezuela, e Iran han habilitado para, clandestinamente, financiar Podemos, o comprar voluntades… quién responde? En este pais, incomprensiblemente, una y otra vez, con la izquierda... no pasa nada.

Ahora preguntemos a este gobierno... ¿donde están esos miles de trabajadores, y los empresarios, que se vieron favorecidos por esas obras multimillonarias (AVE de Medina a la Meca, por ejemplo) que el Rey de España consiguió, para el beneficio de todos?. Por eso, cuando Ada Colau, y gente así, clama ¡Que nos devuelva lo cobrado…! habrá que preguntarse… ¿A quien? ¿a ti? Porque, de devolver el regalo, o la comisión recibida, tendría que ser a Hussein de Jordania, o al jeque de donde sea, que fue el que se lo regaló. En cambio, estos podemitas o separatistas de mierda, no te atreven a decir que la familia Pujol, o CiU, o los intermediadores de las compras y contratos del Estado devuelvan lo que si que nos han robado a los españoles ¿O no?

Porque las "comisiones" las abonaba el pagador, no como se acostumbra en este gobierno y políticos de este país, que cobran a los contratados por adjudicarles proyectos y obras… y éstos lo cargan a la factura que pagamos, claro.

Ya termino. Majestad: yo, como español, le estaré agradecido por tus servicios a España. A pesar de sus lagunas, cuando la edad pudo ofuscar su cerebro, o de sus debilidades, propias de todo ser humano, sobre todo cuando, por el cargo, uno se puede ver tentado por adulaciones y galanterías, a modo de lisonjas.

Pero también le diré, con franqueza, que tenía que haberlas sabido sortear mejor. Y diré, con enorme tristeza, pero bien alto… que somos un pueblo cobarde y sin memoria.
Sin memoria para lo que queremos porque, cuando nos interesa, la tenemos en demasía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario