Un rito ancestral, del que yo mantengo aún vivo el recuerdo, de mi época de estancia (estudiando) en Bilbao, de haberlo visto. E incluso no se me ha perdido (por los recovecos de mi cabeza) la melodía del canto, que era preciosa, que en esto de los cantos corales, o de grupo, los vascos los hacen muy bien.
El caso es que, hablando de ello, se me ocurrió hacer una busqueda por Google y, efectivamente, encontré mucha información. No se si se mantendrá el enlace de Youtube, pero aquí se puede ver una muestra, incluso subtitulada. En todo caso, basta buscar, en Youtube, por ‘Santa Ageda’ para encontrarla.
Parece ser que había un viejo rito, de origen pre-cristiano, en que por Santa Agueda, pasada la mitad del invierno, se salía a cantar dando golpes al suelo con las makilas, llamando a la Madre Tierra para que se despierte y se prepare para las cosechas. Y acababan con un fuerte golpe y un grito, como para instar a que se despertase de una vez. Y quizás, como Santa Agueda fue una santa muy apreciada por aquellas tierras, fue subsumido bajo su advocación (como tantos viejos ritos paganos) por el culto cristiano.
Y decir que, por supuesto, es costumbre agasajar a los ‘cantores’ por donde paran a cantar… quizás también como reminiscencia de un ‘pago’ de los agricultores a quienes invocaban a la Tierra, para que despertase.
Todo esto queda englobado, por tanto, en el ámbito de viejas costumbres en torno a la llegada de la fértil primavera. Recordemos la ‘moderna’ historia de la marmota, que ya hace tres años comenté aquí. Y también comenté su hermanamiento con dichos de la sabiduría popular, como este famoso “Si por la Candelaria plora [llueve], ya está el invierno fora. Si non plora, ni dentro ni fora. Pero si da en reír [hacer sol], el inverno por venir. Y si no ha nevado y quier nevar, invierno por comenzar”.
Y es que las marmotas (y otros animales, como el oso), por la Candelaria, San Blas, Santa Agueda… marcan para los granjeros ese momento de dejar atrás la primera mitad del invierno, más fría y oscura, y de pensar en volver a sembrar los campos. Pero había que estar seguro de la climatología, antes de sembrar.
Y, abundando en el tema, ahora (este fin de semana, último de febrero) en la vecina Cantabria se repetirá un año más, porque continúa muy arraigada, la costumbre de ‘salir de Marzas’.
La fiesta de ‘las Marzas’, de finales de febrero, consiste en salir a cantar en grupos, también con largos bastones, y en rito muy similar al de las vísperas de Santa Agueda, para festejar la llegada del mes de marzo, y seguro que también tienen algo que ver con aquello. Las cantaba mi nieto Rodrigo, de pequeño (lo aprendió en Reinosa, donde eran muy populares) y la letra empezaba por algo como ‘Marzo florido, se bienvenido, se bienvenido…’. Leo que Caro Baroja las emparenta con las Kalendae Martiae, el comienzo del año (en el antiguo calendario romano, basado en el egipcio), que se identificaba con el brote de la primavera.
En todo caso, es interesante ver cómo confluyen estas constumbres ancestrales… y la vieja sabiduría popular. A saber su procedencia ¿celta…? ¿ibera…?
También es interesante, incluso maravilla, ver que ahora, con internet, y los buscadores, a poco que te esfuerces puedes recibir un chorro de información, que antes nos costaba encontrar y (de hecho) ni nos esforzábamos en buscar, por oneroso. Y hoy simplemente te vas la Wikipedia, o a Youtube, que tienes a tu inmediato alcance, y te encuentas de todo. Por supuesto buscando en Google por ‘visperas agueda’ (o ‘bespera Ageda’) y por ‘marzas’ encuentras muchísima información, hasta las letras de las canciones, que suelen variar de una a otra localidad. Y en Youtube, como dije, la música.
Así que me llevo esto al Blog, como otro apunte para recoger muestras del antiguo acervo y folklore popular...
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