Bueno, pues lo del día de la marmota es eso de que ese día una marmota (que cuidan mucho, y que se llama Phil) sale de su madriguera y si ve su sombra se vuelve a meter, lo que significa que el invierno va a durar seis semanas más. Y si no, que se adelantará la primavera. Lo curioso es que los americanos creen a pies juntillas en esa tradición… que parece ser que se inició… ¡En 1887, hace más de 130 años!
Pero lo que es mucho más curioso es que nosotros, en España, tenemos también nuestro particular día de la marmota… y precisamente también hoy, 2 de febrero, aunque no le damos tanto bombo. Porque hoy es la Virgen de la Candelaria, y el refranero español siempre ha tenido muy claro que ‘Por la Candelera, sale el oso de la osera, pero si hace mucho frío se vuelve a ella’ o… ‘El día de la Candelaria, la cigüeña en las campanas; y si no hace frío, la golondrina buscará su nido’. Y es que hoy se cumple la mitad del invierno. Y mañana, San Blas (‘Por San Blas las cigüeñas verás. Y si no las vieres… año de nieves’)
Y aún es mucho más curioso que la frase ‘estar en el día de la marmota’ significa estar en un continuo ‘deja vue’ o, mejor dicho, en un bucle emocional, o dialéctico, del que no se quiere salir. O sea, lo del ‘y sigue, y sigue, y sigue...’.
O, sin ir mas lejos, lo de los secesionistas catalanes.
Y es que, al menos así lo sospecho, esto viene de una película de
1993 que parece ser que fue impactante (yo no recuerdo haberla visto)
y que en España se tituló ‘Atrapado en el tiempo’ pero que su
título original era, precisamente, Groundhog Day (’El día de la
marmota’).
La protagonizó Bill Murray y su argumento es el siguiente: Phil (¡interesante coincidencia…!) Connors es un meteorólogo-periodista que va a Punxsutawney el 2 de febrero, a retransmitir el día de la marmota de ese año. Hay una gran nevada y tiene que quedarse a pasar ahí la noche. Cuando se levanta al día siguiente, descubre que sigue siendo 2 de febrero, que le buscan para ir a ver el acontecimiento de la marmota Phil… y él ve que se repite el día. Y al día siguiente, la misma historia. Y al otro... La vida esta congelada, en un bucle.
Bueno, y etcétera, la película discurre en peripecias del protagonista, que descubre que por más cosas que haga (emborracharse, pegarse con un policía, etc.) al día siguiente todo es un volver a empezar como si nada hubiese pasado.
Supongo que es de donde viene eso de decir a la gente que parece que está 'en el día de la marmota'... cuando sigue encasillado en su mundo.
(La peli, al parecer, acaba con moraleja, el protagonista empieza a hacer cosas positivas, ve que va creando ‘semillas’ y percibe que hay cosas que cambia 'a mejor' y que al día siguiente permanece ese cambio, las va prodigando... hasta que un buen día sale del bucle).
Parece ser que, aunque la acogida, al principio, fue muy tibia, la película se ha convertido en un referente. Porque, desde luego… cuantos ‘días de la marmota’ tenemos en nuestras vidas, por pura cabezonería... y qué bonito es eso de que haciendo cosas buenas... tienen persistencia y volvemos a fluir con normalidad.
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