A vueltas con la vacunación...

El proceso de lucha contra el coronavirus sigue su curso (la pandemia… también), y la palabra de moda, en este 2021, es ‘vacunación’. En efecto, muy a finales de 2020 empezaron a llegar las primeras vacunas autorizadas, y desde enero se van enviando semana a semana (y gota a gota) a todas las autonomías.
A Asturias nos llegaron, en enero, un poco menos de 12.000 dosis a la semana. Teniendo en cuenta que se exige una doble vacunación, esto da para unos 6000 asturianos a la semana… lo que conduce a que, para vacunar al 70% de la población, se necesitarían 116 semanas. Algo más de 2 años… para un objetivo que la propaganda oficial dice que se trata de conseguir… ¡Para este verano…!

Hombre, yo espero que vaya mejorando el flujo de envíos. Además, como hay un protocolo de actuación, supongo que a mi, como población de riesgo (más de 70, hipertenso, con marcapasos...) me tocará enseguida. Pero nadie sabe nada...

Y aquí quiero intervenir yo: a introducir racionalidad. Vamos a ver ¿Es que nadie sabe lo que es la Planificación y lo que es la Programación?.
Se planifica a medio plazo, y a grandes rasgos, que en este caso es muy sencillo, basta conocer el plan mensual previsto de envíos de vacunas (que lo tiene que conocer el Estado, caramba…), y, en cada región (e incluso por áreas sanitarias) la distribución de los ‘colectivos objetivo’: En Oviedo hay tantos sanitarios, tantos mayores de 80 años, tantos de 70 a 80, de los cuales X son crónicos, etc, etc... Y, por supuesto, el conocimiento del número de equipos de vacunación activos, y ‘en la reserva’.

Y, a partir de ahí, la cosa está clarísima, hay que ir ‘programando’, ya con recursos reales, el trabajo de cada semana, y ajustando y corrigiendo las posibles desviaciones.
Pero resulta que ‘nadie sabe nada’ de cuando le tocará vacunarse. Vaya... que no es tan difícil que el ciudadano de a pie tenga una información muy orientativa del programa (en su ciudad, en su área sanitaria y, si me apuras, hasta en su Ambulatorio ‘de barrio’), de la vacunación. ¿Es que no hay ningún ‘ingeniero’ en el Servicio de Salud? Y que conste que lo digo con la tranquilidad de que, en el Principado de Asturias, parece que las cosas se están haciendo (salvo la información al ciudadano) bastante bien. 

Por ejemplo, desde hace unos días, con la llegada de la famosa vacuna de Astra Zeneca, que se ha desaconsejado para mayores de 55 años, he estado oyendo en las Noticias nacionales, con profunda inquietud, que esto iba a hacer cambiar todos los planes de vacunación, que se retrasaría el plan de vacunación previsto para los mayores…

Hoy, menos mal, leo en la prensa asturiana declaraciones de que aquí se va a trabajar en paralelo, creándose nuevos equipos de vacunación, sacándolos de enfermeras jubiladas, para seguir con el plan general (inicial) de vacunas, e introducir esa vía de ir vacunando, con lo que llegue de Astra Zeneca, a los de 55 años o menos.

Y sigo con la racionalidad. ¿Hay que recurrir a enfermeras jubiladas…? Cierto que se oyen quejas de que los sanitarios no van a dar a basto si llegan vacunas de Pfiffer, de Moderna, de Astra Zeneca… pero alguien con sentido común ha dicho: oiga, que una enfermera puede llegar a poner, en su turno, más de 200 vacunas. Lo único que tienen que hacer es quitarle los tiempos improductivos de tener que ir cada poco tiempo al congelador central para aprovisionarse de viales, y de tener que hacer el trabajo administrativo de abrir la ficha de paciente (fecha, tipo de vacuna, dirección y teléfono…), darle instrucciones, etc. ¡Ay, qué cierto es que el sentido común es el menos común de los sentidos…!

Sigo exigiendo racionalidad: tras el ‘fiasco’ de los fallos de servicio (¿mejores postores…?) de la vacuna de Pfiffer, de la falta de seguridad, para los mayores, de la de Astra Zeneca, etc, parece ser que ya van asomándose al mercado más vacunas. La rusa (la ‘Sputnik 5’), parece que es buenínima, y de fácil y barata fabricación masiva… pero vaya, los burócratas de la Unión Europea la ponen pegas porque no se fabrica en nuestro territorio (para poder controlarla), y están retrasando su adopción. Menos Hungría, que ha dicho que se dejen de pamplinas, y ya están vacunando a la población con ella. Y Austria, que también ha dicho que se dejen de gaitas, que ofrecen fábricas austriacas para elaborarla. Dios… con la ‘burrocracia’…

Por no decir que investigadores españoles (de Valencia) han creado una vacuna que dicen que es la mejor… pero el Estado (vamos, los politicos de turno) les están escatimando medios para su desarrollo. No, si acabarán vendiendo la patente a otro pais...

Acabo con otro frente 'racional', que ayer fue fruto de discusiones en lo poco que nos queda de la tertulia de ‘mi’ bar, limitados (y hasta las 20:00 horas) a las cuatro mesas del exterior (inciso: ¿Y porque se permiten los autobuses y metro llenos, y no se permite tomar un café dentro del bar?). Es a propósito de los ‘listillos’ que se cuelan para vacunarse, y de los ‘puretas’ que dicen que sancionarán a quien se salte el protocolo.

Y es que, vamos a ver: ¿Alguien puede entender que se niege la vacunación a los cargos públicos ‘institucionales’? Por ejemplo: ¿Puede estar la familia real sin vacunar? ¿O el presidente del gobierno, o el jefe del Estado Mayor? Y bastantes mas. Yo soy de la opinión de que hay que dejar claro, desde el principio, que hay cargos que se deben vacunar los primeros. A ver, que yo prefiero que mi Presidente de Asturias, y sus ‘ministrines’ estén vacunados, y pateen la realidad de la calle, antes que tenerlos semi-confinados en sus despachos. Y, siendo serios, de qué hablamos (en toda España) ¿de 5000 cargos institucionales, recibiéndose, cada mes, más de 2 millones de vacunas?

Vamos, que dejemos a un lado el populismo paleto, que un respeto a la autoridad, que ‘el que manda… manda’. Es más (comentába ayer), yo también soy partidario (sobre todo ahora, con la famosa vacuna Zeneca ‘para jóvenes’) de que se vacune a todos los jugadores de futbol de 1ª y 2ª división. ¿Qué son? ¿1000 vacunas?. Y muchos españoles (la afición) dormirían mejor, sabiendo que el campeonato de Liga, o la Copa, no va a depender del coronavirus dichoso...