E
n la universidad, suelen (o, quizás, solían) comenzarse los cursos académicos con el famoso ‘Gaudeamus igitur/ Iuvenes dum su_umus...’ (Alegrémonos pues, mientras seamos jóvenes…) y se me ocurre que algo así tendríamos que entonar ahora, en el comienzo de un nuevo curso político, para afrontar con cierto espíritu juvenil (o deportivo) lo que tenga que venir. Aunque sospecho que, visto lo visto, y lo que queda por ver, me temo que lo emprenderemos con muy poco ‘gaudio’…. y solo nos quedará, como consuelo, lo de pensar aquello de ‘a mal tiempo, buena cara’.
Pero claro, solo estamos en el ‘introito’, hoy escribo un vuelapluma movido por lo que en su día dije de que hasta finales de septiembre no se empezaría a vislumbrar por donde va a ir nuestra España.
Y no me alegro nada de lo que estoy viendo. Como era de esperar, fruto de los errores de la campaña electoral (y del ‘apartheid’ a Vox, y la historia del voto útil… por la que se esfumaron varios escaños), Núñez Feijóo ha perdido su oportunidad de investirse como presidente del gobierno de España, derrotado por los votos de la coalición ‘Frankenstein 2.0’ de sanchistas, extrema izquierda y separatistas. Debo decir, en su descargo, que su estreno en las Cortes fue magnífico, y por lo menos le ha servido para mostrar que (a futuro) podría ser un buen, y fiable, presidente de gobierno.
Sobre todo comparado con Pedro Sánchez que, para colmo, en la investidura, en vez de dar la cara, mandó a debatir, en su lugar, a un mindundi bronquista y macarra, demostrando su verdadera calaña personal y su chulería, al despreciar así al Parlamento, a millones de españoles, e incluso al Rey… ya que Feijóo estaba ahí, precisamente, como candidato propuesto por el propio Jefe de Gobierno.
Pero, para mi, el problema de fondo es que, a pesar del desembarco de Feijóo en Génova 13, hemos visto a un Partido Popular profundamente desorientado, sin alma, ni ‘huevos’, pasando de puntillas por ‘el relato’ (el de las tropelías de Sánchez y sus socios), sin ni siquiera explotar la relación del PSOE con partidos de extrema izquierda, con secesionistas y con terroristas… mientras estamos hartos de oir el topicazo de ‘la derecha y la extrema derecha’...
El caso es que, al menos hasta ahora, Núñez Feijóo ha dado algunos bandazos, con muy poco carisma, sin ejercer un liderazgo claro (yo creo que, tras las elecciones locales y autonómicas, tan favorables, llegó a Génova pensando que venía a comer ‘a mesa puesta’) y además se rodeó de una camarilla (Cuca Gamarra, Borja Semper, Maroto, Berodo, González-Pons…) que, como políticos, o son pijos, o son blandiblus (o son las dos cosas a la vez), y confió en gente como la extremeña María Guardiola (que podría formar buena pareja con aquel otro extremeño, el bobo de Trujillo…), y no con otros de un perfil más aguerrido, como el de Cayetana Alvarez de Toledo o la propia Isabel Ayuso… por lo que no veo muy claro su futuro.
Como no cambie,claro, que parece que seguimos en la derechita maricomplejines y buenista de toda la vida... e incluso Aznar parece particularmente ‘inquieto’ ante la oportunidad perdida.
Así que a ver qué pasa ahora, que después de este episodio de la investidura fallida… de nuevo se demuestra que, con estas actitudes, no hay nada que hacer.
Y es que en política hay que ser ‘canalla’ (o, al menos, como la Ayuso, ‘canallita’), dominar el relato, morder... cosa que saben, y muy bien, tanto Pedro Sánchez como, en general, la izquierda.
Porque éste si que está lanzado… y como su ambición no tiene límites, está dispuesto a vender España, y el orden constitucional, y sospecho que hasta la Monarquía… para continuar en el poder.
Y, por supuesto, no solo dominando el relato (con los principales medios de comunicación, radio, TV, prensa… ‘paniaguados’ para aleccionar ‘al pueblo llano’) sino que su plan, sibilino, contempla esconder perfectamente sus cartas para solo sacarlas a luz pública (y debidamente ‘aderezadas’) tras ser consolidado como Presidente, por cuatro años más… y así poder entregar los precios convenidos, mediante Decretos-Ley cursados por el procedimiento de urgencia, o ardides similares. Vamos, lo que ha hecho hasta ahora… solo que los envites han subido bastante más.
Y se me ocurre que su maniobra puede ser muy clara: ahora que ya ha conseguido unir a todos contra Feijóo, con promesas de amnistía y referendum, si no lo impide el Rey (que me temo que no querrá mojarse tanto), se presentará a la investidura y chantajeará al PP con un ‘si no te abstienes, me uno a los separatistas y asaltamos la Constitución’… y el PP blandiblú, alegando lealtad constitucional, hasta puede caer en la trampa.
Porque lo siguiente también es muy claro: a partir de ser, ya, presidente… hará lo que quiera. Posiblemente, volver a reírse de los españoles, y del PP, y conceder a los separatistas, por la puerta de atrás, todo lo que confabularon.
En fin, que aún está todo por ver, porque a lo mejor a Sánchez le traiciona su ambición (y prisas) por renovar su poder, da algún paso en falso… y alguien de las distintas formaciones separatistas (que a su vez están en lucha interna, en sus regiones, por hacerse con el mango de la sartén) o el ¿qué hay de lo mío…? de los 15 partidos que forman el colectivo Sumar... le da algún susto.
Como digo, esto no ha hecho más que empezar, hay en juego muchas ‘fortalezas y debilidades’ en los distintos partidos… y tienen que conjugarse… así que aún es pronto para elevar las conclusiones a definitivas.
Aunque se pueden sospechar. Así que, volviendo a la estrofa inicial del ‘Gaudeamus’, sigue diciendo que...Post iucundam iuventutem/post molestam senectutem.../nos habebit humus. Esto es, que después de vivido alegremente (lo que nos toque vivir), y después de que nos volvamos ‘viejos muebles’, lo único claro es que acabaremos todos calvos...
O sea... memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris (que hoy estoy de latinajos)... y el que venga detrás que arree.
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