Política-ficción

A medio guiso de la olla donde se están cociendo los ingredientes para designar quien va a ser el próximo Presidente de Gobierno, ya empieza a hacerse notar el olor (o tufillo) del estofado… y, sin saber todavía cómo pueda, finalmente, quedar, me temo que los sufridos comensales empezamos a hacernos una idea del plato que nos pretenden servir nuestros ilustres guisanderos cuando, a finales de septiembre, toque ponernos a la mesa…

Porque, por un lado, el titular designado, Núñez Feijóo, anda dando palos de ciego buscando esos cuatro ¿o 5…? votos que necesita, y que al parecer nadie se los da. Y ya se habla sin ambages de la necesidad de que algunos diputados socialistas ‘con vocación de estado’ puedan abstenerse, para que en segunda instancia valga una mayoría simple. Ojalá… aunque me temo que es un típico caso de ‘política-ficción’. De todas formas, yo preferiría ir a nuevas elecciones.

Y por otro el sin par Pedro Sánchez trata (aparte de ‘mandar’ al Constitucional que admita a trámite la revisión de todos los votos nulos de Madrid (para recuperar un importante escañito)… dejando por tontos al Supremo, al Provincial, a la Junta Electoral, a sus propios interventores… y en el fondo a todo el sistema electoral español) está tratando de ‘negociar’ que le voten los 24 partidos o facciones ‘anti-Feijóo’) para poder formar un gobierno Frankenstein 2.0.

Y lo que pasa es que esto ‘pasa por pasar por el aro’ de golpistas, independentistas y prófugos, prestos a chalanear. Y su chantaje es claro: para sentarnos a hablar, España, primero, me amnistía. Luego me condona todas las deudas…, y me promete cambiar la Constitución... y ‘pasta gansa’ en los presupuestos… y finalmente, si quieres mis votos, negociemos plazos y condiciones para montar el referendum de independencia, fijemos el reconocimiento y las regalías de ‘nación federada’, los condicionantes idiomáticos, el trato asimétrico, etc, etc.
Y que el resto de los españoles se las arreglen como puedan, claro.

En estos días, muy particularmente los catalanes, con el prófugo Puigdemont al frente, con los ‘retorcidos’ Junqueras, Marta Rovira y Rufián al quite, están tensando (como es costumbre) tanto la cuerda, y el ambicioso y ególatra Pedro Sánchez está tan propenso a aceptar ‘lo que sea’ con tal de seguir en el poder... que aterra pensar donde nos llevan, y hay que preguntarse si no es hora de decir, de una vez por todas, un rotundo ‘basta ya’.

Por ello, aparte de las soluciones ‘políticas’ que ya empiezan a aflorar ‘para salir del paso’, a mi se me ocurre otra más radical: la de plantear la batalla final al secesionismo tomando de una puñetera vez la iniciativa... en vez de estar todo el tiempo ‘a la defensiva’, a verlas venir incluso poniendo la otra mejilla...

Y la iniciativa se me ocurre que bien puede ser ésta: ‘Ya estamos hartos de vuestro chuleo y de vuestro continuo chantaje ¿Así que no os consideráis españoles, pero vivís de los presupuestos de España, despreciáis continuamente lo español, y encima queréis ser independientes…? Pues vale: nosotros tampoco os queremos, así que largo de España… YA’

Yo empezaría por Cataluña. Pero con un punto clave: los ‘ruidosos separatistas’ son, en realidad, muy poquitos (en las últimas elecciones no llegaron ni al 30% de los votos ‘útiles’), así que que no vengan con que toda Cataluña es suya. Ni rosario de mi madre, ni leches: llévate lo tuyo, y deja todo lo demás. Ya veremos cómo arreglamos esto: a lo mejor intercambiamos activos, acordamos que os quedéis con ‘Girona’, y si faltase, con algo de ‘Lleida’… que el resto es de la Cataluña española… y lo tiene que seguir siendo ¿La famosa ‘Tabarnia’…?.

Y aquí paz y después gloria. O,como se decía en San Sebastián...hor kompon (allá te las arregles). Porque, por supuesto… os echamos, y os trataremos… como enemigos.

Porque la gangrena se soluciona así: ’cortando por lo sano’. Y en el caso de los catalanes, con los ayahtolas que tienen, el Puigdemont, los CDR (Comités de Defensa de la República Catalana), la Asamblea Nacional Catalana, etc. … es claro que ya están en un ‘punto de no retorno’… y este es el remedio necesario.

Y dejaría, de momento, a las otras regiones separatistas, a ver qué pasa. Con los gallegos no creo que haya problemas, ellos viven en su ‘finis terrae’ y ahí no pueden molestar a nadie. Y respecto a los vascos, probemos recuperarlos porque hombre, San Sebastián tiene un pasado españolísimo, y aún mantiene su teatro Victoria Eugenia, sus jardines de la Reina Cristina y su palacio de Ayete donde tantos años veraneó Franco, Bilbao, con sus Altos Hornos y el capitalismo vasco, entiendo que necesita seguir en España… y Vitoria siempre fue medio mesetaria... además de tener el Condado de Treviño a tiro de piedra. Así que espero que a los proetarras de Bildu se les pueda encerrar en sus ‘tierras altas’.

Si, ya se que esto de cortar por lo sano es una solución ‘políticamente incorrecta’. Pero ¿A qué apetece mandarles, de una vez por todas, a freir puñetas, y no tener que depender de estas minorías secesionistas, sanguijuelas y antiespañolas...? Si es que estamos ‘poseidos’, España tiene en su interior extraños pasajeros, es como si nos hubiese invadido ‘Alien’...

En fin, sueños (de política-ficción) de una noche de verano. O reminiscencias de jugador de mus. U honrada reflexión de alguien harto de que los políticos te tomen por tonto.
O por manso…