jueves, 8 de mayo de 2025

Annuntio vobis...

Gaudium magnum: Habemus Papam…!. Sed si Latine scribo, manifestum est gratias Google Interpretem... así que dejémonos de tonterias y hablemos en roman paladino. El caso es que con esta noticia, esta tarde del 8 de mayo se ha resuelto (y con bastante rapidez) la sucesión del papa Bergoglio, que a tantos comentarios había dado pie, a partir de las dudas sobre por dónde elegiría caminar la Iglesia, si por la continuidad del ‘populismo zurdo’ de Francisco, o por la vuelta al conservadurismo… o por un Papa de transición (previsiblemenente algo ‘pachucho’, o viejo), para poder utilizar un breve ‘tiempo muerto’.

Así que ya tenemos aquí a León XIV, ‘de soltero’ el cardenal Robert Francis Prevost Martínez. Nacido en Chicago, es (se dice), el menos estadounidense de los cardenales norteamericanos. Es de ascendencia española (y francesa), agustino y licenciado en Matemáticas (y en Teología), y vivió durante 28 años, como misionero y obispo, en el Perú.

Y le han elegido Papa los 133 cardenales reunidos en conclave… en 24 horas ‘de tiempo efectivo de juego’.

Siempre he oído decir a políticos que han conocido la diplomacia vaticana que negociar con un cardenal ‘de los de toda la vida’ es una experiencia que te marca, que son algo especial, que se palpan los siglos de experiencia en las discusiones, que su fina dialéctica plena de sagacidad, sabiduría, cinismo, a menudo de ironía… no tiene parangón. Y, en esas condiciones, es difícil no llegar a un consenso 'que satisfaga a alguien'.

Vamos, que al parecer están (y sobre todo dentro del Conclave) bajo la inspiración del Espíritu Santo… y eso de que ya se oyó a un cardenal contar, con gran retranca, el chiste de que un día estaban, Dios Padre y Dios Hijo, hablando sobre manifestarse de nuevo en la Tierra, pero no se ponían de acuerdo sobre si hacerlo en Roma, o en Jerusalem… Y en estas terció el Espíritu Santo, diciendo... no ,no, vamos a Roma, claro… que yo aún no he estado nunca ahí

El caso es que, en una primera impresión, este es un Papa de la cuerda de Francisco (Bergoglio), pero mucho menos populista. Vamos que parece ser mucho más ‘templado’. Por ejemplo, ya se está diciendo, la vestimenta con la que se presentó en el balcón fue ‘de elegante corte clasista’ con su casulla roja y dorada, su cruz pectoral de oro, etc... bastante distinta a la que eligió Francisco.

Otra pista importante es el nombre: León XIV. Y es que su antecesor, León XIII (que ejerció su papado de 1878 a 1903) fue ‘el papa de la modernidad’, el que propició el ’ecumenismo’ de la Iglesia, tanto en sus relaciones con las potencias del tiempo (Imperio alemán, austrohúngaro, la Rusia de los zares, una incipiente internacionalización de los EE.UU, etc) como en el apoyo a los nuevos mundos. Y, en el inicio de la Era Industrial, su famosa encíclica Rerum Novarum (‘acerca de las nuevas cosas nuevas’) marcó los límites del abuso en el desarrollo del incipiente capitalismo, y también del colectivismo socialista. Y fue, según se dijo, un buen papa.

Así que, volviendo a nuestro papa, tiene toda la pinta de ser un papa de consenso, un papa que tendrá que poner orden en las salidas de pata de banco de Francisco y previsiblemente continuar avanzando en la modernización de la Iglesia. O sea, de ejercer de Pontífice (‘creador de puentes’)…

Y es joven (69 años) así que todo hace suponer que el famoso Espíritu Santo ha hecho una apuesta firme sobre la Iglesia del futuro: una persona relativamente joven que gobierne el timón hacia nuevos y mas modernos objetivos… pero sin estridencias. Es decir, manteniendo el control y marcando perfectamente los tiempos. Al menos es la primera sensación que tengo.

Quedan por ver muchas cosas: cómo actuarán ‘las cloacas vaticanas’, que seguro que las hay, y urge limpiarlas, cómo responderán los obispos periféricos ‘nacionalistas’, los nuevos prelados nombrados por Bergoglio… y sobre todo cómo responderá el feligrés de a pie: ese feligrés que, en Europa, ha perdido prácticamente todos los valores cristianos históricamente inculcados (y que está abandonando la Iglesia) y ese otro que, en los países emergentes, podría caer en manos del populismo social… o en el fanatismo inculto. Y cómo responderán los políticos, claro...

Que digo yo que es bueno buscar el ‘aurea mediocritas’ (vaya, vuelvo al latín). O sea, eso de que en el medio está la virtud. Y este papa me da la impresión de que puede saber colocarse de puente para acercarse a la orilla del progreso… y no lanzarse a tumba abierta, como los gnus en el río Mara...

A mi, ‘en primera instancia’, me ha parecido que el Espíritu Santo ha actuado bien, y es una sabia decisión. Y el papa Prevost Martinez, de entrada, también me cae bien. Y más porque, aparte de hablar un perfecto español, estuvo hace unos meses de peregrinación en Avila, para visitar a Teresa de Jesús.
Así que, Leonín... ‘suerte, y al toro’. Que a ver cómo se van desarrollando los acontecimientos.

Porque, me lo barrunto... ahora quedan muchas cosas por ver. Y, como se dice en estos casos… ‘Y usted que lo vea’…

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