Yo ya había utilizado el título, que es el de una magnifica canción, o balada, de los clásicos (y viejunos) ‘The Platters’, para relatar, aquí,
lejanos recuerdos personales, pero es que me vuelve a venir muy bien para evocar, ahora que se cumplen 5 años del inicio ‘oficial’ (en España) del famoso coronavirus, y su pandemia, aquel episodio que tanto marcó nuestras vidas. Y hacerlo desde mis propias vivencias personales, que iba volcando en este Blog, precisamente cuando, con el confinamiento (la famosa ‘encerrona’), empecé a aficionarme (más…) a transcribir en él mis ‘lucubraciones’ personales.
Lo que me convierte, en cierto modo, en cronista (particular) de nuestra propia historia. Y, como digo, puede ser interesante hacer aquí un pequeño resumen de aquel pasaje de nuestras vidas que tanto nos afectó a todos. Claro que cuando digo ‘pequeño resumen’ es un mero deseo… ya que es sobradamente conocido que tiendo a enrollarme con suma facilidad.
El caso es que el viernes 6 de marzo de 2020 escribía yo una extensa entrada a este Blog que titulé, muy expresivamente…
¿De qué coño va esto…?
En ella hablaba de que hacía dos meses que ya circulaban noticias de que en una lejana región china, llamada Wuhan, se había extendido un misterioso virus y que las autoridades chinas habían puesto en cuarentena a no menos de 40 millones de ciudadanos. Y que había muchos muertos. Así como que ya empezaban a aparecer contagios fuera de esa región, incluso de China.
También comentaba que […] a finales de enero, el virus salta a Europa, al norte de Italia, donde las noticias indican que el contagio se extiende rápidamente, en progresión geométrica, de manera que, a 5 de marzo, en ese país, y a solo 6 o 7 semanas del primer brote descubierto, ya se habla de cerca de 3.200 afectados por el virus… y de 107 muertos.
Y, entrando ya en lo propio, decía también que […] En España, donde hace 4 semanas no inquietaba el tema, hoy ya hay 5 muertos y 280 casos registrados (40 más que ayer). Al parecer, en la mayoría de los casos, vinculados directamente a contactos con Italia, y otros países ‘de riesgo’.
Continuaba esa extensa ‘entrada’ comentando que, así como en Italia ya se cerraban colegios, se celebraban competiciones deportivas ‘a puerta cerrada’, etc, en España el gobierno solo había dejado el tema en manos de un servicio secundario, el ‘Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias’ que, como única medida, en Aeropuertos y puntos de llegada de gente procedente de otros países se había limitado NO a controlar personalmente a los que entran en España SINO SOLO a poner unos letreros avisando de que si están enfermos (o tienen síntomas de fiebre en los primeros 14 días de estancia), que lo digan, o que lo indicasen por teléfono al 112.
Y comentaba que, por ejemplo, con Italia había, desde toda España. cerca de 250 vuelos diarios. (Por cierto que ahora me parece exagerado pero, con las ventajas actuales de la IA, acabo de preguntárselo a ChatGPT… y me dice que, en datos recientes, ahora despegan unos 400 vuelos diarios desde cualquier lugar de Italia a España).
Y proseguía hablando de que el gobierno español estaba en pleno ‘postureo’, y que todo era muy poco serio: porque, por ejemplo, permitió viajar a Milán (el 19 de febrero) a cerca de 3.000 valencianos para ver el partido Atalanta-Valencia, que seguro que se infectaron allí, y ahora no quiere oír hablar de tomar precauciones durante las inmediatas Fallas. Ni durante el famoso 8-M y las manifestaciones feministas del Día de la Mujer Trabajadora ‘que prometían escupir a los/las políticos de derechas que se presentasen’).
También comentaba que ese postureo se reflejaba en que o bien se echaban balones fuera, o bien algún ministro/a ‘podemita’ aprovechaba la ocasión para meter su baza. Como, por ejemplo, sin consultar con nadie, dictar ‘Normas laborales para actuar contra el coronavirus’, etc. O como presentar, por entonces, el borrador de la famosa ‘Ley de libertad sexual’, (la del SI es Si, que tanto lío produjo posteriormente).
Decía también que, percibido tanto desgobierno, empezaban a verse medidas particulares para tratar de evitar contagios, como empresas tratando de funcionar por teletrabajo, anulando viajes, propiciando el trabajo presencial 'aislado' de sus empleados-clave, suspendiendo eventos propios… pero que ningún político hablaba, por ejemplo, de suspender la Semana Santa, o las Ferias, etc. Aunque, por ejemplo, la Iglesia vació las pilas de agua bendita, y evitó, en las misas, el clásico ‘daos fraternalmente la paz’.
Y acababa la extensa entrada preguntando a los señores del Gobierno […] ¿Nos quieren explicar de una vez, clarito y sin ambages, de qué coño va esto…?
Remataba, para centrar ideas del avance del problema, con las cifras estadísticas de la incidencia del coronavirus, a 6 de marzo, en China (donde ya llegaba a la tasa de 57 afectados por millón de habitantes), en Italia (46/millón), en España (8/millón) y, porque se oía decir mucho que Barajas era un gran foco de entrada del virus, en Madrid, donde ya se llegaba a una tasa de 20,6 afectados/millón de habitantes…
Todos imaginábamos que algo habría que hacer y, efectivamente, unos días más tarde, precisamente el 14 de marzo el presidente del Gobierno anunció que, por la crisis sanitaria, se aprobó, y el BOE publicó, que a partir de las 00:00 horas del 15 de marzo (hoy hace, exactamente, 5 años) quedaba establecido el ‘Estado de Alarma’, por el que, entre otras cosas, se ordenaba el cierre de todos los establecimientos públicos ‘no esenciales’ y se nos obligaba ( a la población, en general) a confinarnos en nuestras casas.
Luego se especuló mucho sobre si debería haberse declarado el estado de Alarma (que la Ley española acabó declarando como ‘anticonstitucional’) , o bastaba solo con el de Emergencia, pero el caso es que, partir de ese momento, nos encerramos en nuestras casas, y nuestras costumbres cambiaron radicalmente.
Y yo empecé una serie de entradas a este Blog sobre el Coronavirus que titulé, genéricamente ‘Alarma Coronavirus (I)… y que concluí, en mayo de 2020, con un ‘Alarma Coronavirus (VIII: FIN).
Posteriormente, seguro que escribí alguna cosa más, pero quiero centrarme, aquí y ahora, en este momento histórico, estos tres primeros meses de aparición (oficial) de la ‘Covid 19’ en nuestra España, y mis percepciones (y lucubraciones) de entonces.
Que, como me lo imaginaba, da para algún capítulo más, que iré desarrollando en breve.
Estaba claro, ya dije que yo me enrollo más que las persianas, coño...
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