Circula por las redes sociales una ‘story’ curiosa, donde salen dos paisanos y uno le dice al otro… 'A ver, mira, yo voy a poner 30 euros
sobre la mesa... como estos. Y tu anda, vas a poner otros 30.
Bien - continuó nuestro protagonista - pues ahora… ¿Aceptas que si yo te doy 50 euros… tu me permites quedarme con todo lo que hay sobre la mesa…? '
Tras unos instantes de sorpresa y reflexión, el segundo acepta, y se lleva los 50 euros. Perfecto... piensa este hombre: yo puse 30 euracos… y ahora me meto en el bolsillo 50. Negocio redondo. Y el primero, que sigue sonriente, le comenta: 'mira, es que en este negocio ganamos todos, tu has ganado 20 euros y yo, que te di 50… ahora recojo 60...'
Pero claro, ya sabemos que la cosa no es así… y que, en esta vida, antes de afirmar nada, siempre es bueno acudir a hacer ‘la cuenta de la vieja’.
Y vamos ya al asunto que me traía hoy por aquí: Voy a referirme a los emblemáticos ‘cafelitos’ que todos solemos tomar a diario, y que, por cierto, acabo de leer que tomar dos o tres al día, y mejor por las mañanas, no importando que sean naturales o descafeinados, es buenísimo para el colesterol, para la diabetes y hasta para el reuma.
Digamos que yo, en mi ‘club social’, la cafetería que tengo debajo de casa, tomo, efectivamente, unos 2-3 cafés al día. O sea, del orden de 60 cafés al mes. Y voy a referirme solo a este capítulo ‘café’, separándolo de mis otros consumos (mis ‘riberas’ sociales, mis ‘chupitos de bourbon Jean Bean’ , mis ‘Dyc-tonics’ en los partidos del Oviedo o el Madrid…)
Pues bien, resulta que, desde hace dos o tres semanas, el ‘cortado’ ha pasado de 1,30 a 1,40 euros. Una subida de un 7,7%. Y es buen precio, (en muchos sitios de Oviedo ya se cobra a 1,50, o aún más) pero como tengo la piel muy sensible (y el bolsillo muy vacío porque el incremento de las retenciones del IRPF ha supuesto que me han ‘ventilado’ parte del esperado incremento de la pensión)... me dije: bueno, no pasa nada, podría dejar de tomar algún café menos a la semana, que no sería ningún problema… y ‘equilibro mi balance’.
Y me puse a hacer algunas ‘cuentas de la vieja’. Y, de su análisis, se obtienen datos interesantes...
Esta sería la situación de partida, desde el punto de vista del 'negocio':
Facturación (lo que paga un cliente): 60 cafés, a 1,30 cada uno… 78 euros al mes
Costes de producción (lo que cuesta hacer el café): pongamos que sea de 0,80 € por ‘cortado’. Esto da un margen de 0,50 euros por café (o sea, de un 62,5%)
Y Beneficios (¿qué ganancias netas se generan para ‘Éldelbar’, que diría Tokien?) Pues con ese margen de 0,50 euros por café, la ganancia en ese cliente es de 60x0,50, o sea 30 euros, por esos 60 cafelitos 'al mes'.
Tomemos estos datos como referencia, y ahora vamos a establecer algunas hipótesis de trabajo. Vamos a empezar suponiendo que este año los costes de producción, por la subida de precio de algunas materias primas, se incrementan en un 10 %, y hacer un café cuesta ahora 0,88… o sea 8 céntimos más, por lo que, efectivamente, convenía retocar los precios.
A) El precio del café pasa a ser de 1,40 (sube un 7,7%). Manteniendo las condiciones habituales...
El cliente paga, ahora (60x1,40) 84 euros (6 euros mas, evidentemente su gasto sube ese 7,7%)
Éldelbar, cuyo margen es ahora de 0,52 euros (1,40-0,88), obtiene unas ganancias (60x0,52) de 31,2 euros (las incrementa un 4%)
B) Pero el cliente, para controlar sus gastos, decide que tampoco le cuesta mucho dejar de tomar un café menos a la semana… así que pasa a consumir unos 56 cafés al mes, en vez de 60. Y sucede que...
El cliente paga, ahora, (56x1,40) 78,4 euros. Su gasto solo sube 40 céntimos al mes
Y Éldelbar obtiene ahora unas ganancias de (56x0,52) de 29,12 euros. Ha subido precios, pero gana menos que el año pasado.
C) Éldelbar decide poner el café a 1,50. Sesenta cafés, con margen de 0,62 (1,50-0,88) darían interesantes ganancias, 37,2 euros (un 24% más)… aunque el cliente tendría que pasar a gastar 90 euros al mes (un 15,4% más)
Pero el cliente decide tomar dos cafés menos a la semana, o sea, 52 al mes. Por lo tanto…
El cliente pagaría, ahora, (52x1,50) 78 euros. O sea, congela su gasto mensual en cafés.
Y Éldelbar obtiene ahora unas ganancias (52x0,62) de 32,24 euros al mes. Es decir, gana 2,24 euros más al mes, el 7,47% mas). Bueno… podría ser una solución de consenso.
D) Claro que, puestos a ahorrar, el cliente decide tomar 3 cafés menos a la semana, o sea pasa a tomar unos 48 al mes. Pues resulta que pagaría, a 1,50 el café, 72 euros, con lo que ahorraría 6)… mientras que Éldelbar solo ganaría (48x0,62) 29,76 euros, ésto es, aún menos que el año anterior… a pesar de haber elevado los precios un 15,4%.
La conclusión, por tanto, parece clara: cuando intervienen dos o más intereses, o dos o más posibles enfoques de una misma problemática… a veces conviene hacer primero ‘las cuentas de la vieja’... porque puede ocurrir que pienses en una cosa, resulte otra… y nos acordemos, otra vez, de que, al final, solo es ‘la vieja’ la que da la razón.
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