sábado, 1 de junio de 2024

Funcionando... a pilas

Me di cuenta, esta mañana, mientras pensaba sobre qué etiqueta asignar al tema (o sea… a ‘la ocurrencia’) que quiero abordar hoy, que tenía que haber puesto, como epígrafe genérico de mi Blog, no ‘Cultura’ sino ‘Cultura y Tecnología’ porque, qué caramba, no se por qué pero a los ‘tecnológicos’ se nos suele dejar al margen del mundo cultural… cuando tenemos pleno derecho a estar incluidos en él. Y, además, con muchas más razones que las de ese mundo de la farándula, donde confunden el ser progretas con el que se les deba considerar como ‘representantes de la cultura’… cuando lo primero que debería exigírseles es ‘el ser cultos’.

Pero bueno, dejémoslo aquí. Hoy me apetece hablar de cómo veo yo el mercado de la automoción… según la agenda 2030/50. Es decir, con coches eléctricos. Y claro, lo primero que pienso es que es una burrada, se han concebido usando unas baterías enormes, de carga superlenta, fijas en el coche... con las que no queda otra que ‘repostar electricidad’ bien en una gasolinera (bueno, 'electrolinera'…) durante el uso del coche, o bien por la noche, estando aparcado.

Pero es que no todo el mundo tiene su garaje, en casa, para ‘repostar’ cuando no lo estés usando, ni todo el mundo está dispuesto a retardar un viaje largo no se, quizás un par de horas (y menos un viaje corto, en el que te quedes 'sin energía')… por tener que recargar las baterías en una electrolinera.
Y, en estas condiciones, mi opinión es que es que el proyecto actual es completamente inviable, y debe frenarse.


Porque,  según mi criterio, el futuro coche eléctrico no debe ser ‘de baterías repostables’ sino de módulos, o pilas intercambiables. Vamos que vayas a un ‘establecimiento de repostaje’ no para estar enchufado 2 o 3 horas, sino para que te cambien, en una rápida operación, unos cuantos ‘módulos’, o pilas, plenamente cargados, y dejes tus pilas recargables, vacías, para que se recarguen y sirvan para otro cliente.

Claro que para eso tiene que adelantar la ciencia. Pero es algo que, ciertamente, sucederá con gran rapidez: por ejemplo, hace 20 años, a principios de este siglo, cuando empezaron los teléfonos móviles, eran unos verdaderos ‘zapatófonos’. Recuerdo mi primer Motorola: entonces yo era un activo consultor y había que estar ‘a la page’, todos teníamos nuestro telefonillo, y había que llevarlo colgado al cinto, porque no cabía en el bolsillo. Vamos, aquel estupendo Motorola tenía el tamaño (y peso) de una buena naranja o, por la forma, de un mango. Y, por supuesto, había que recargar como mínimo una vez al día.

Centremos ideas: en este momento la batería de un coche eléctrico ‘puro’ se diseña para una capacidad (potencia) de 40-100 kWh, a un voltaje de 400 V. Y parece ser que 'ese cacho batería' ocupa casi todo el suelo del habitáculo del coche. Pero, por seguir con el ejemplo anterior, hoy los móviles son mucho más ligeros porque usan una pequeña batería recargable de litio (las Li-ion) cuyas prestaciones, por cierto (leo), son de este orden: una potencia de 350 a 450 W/kg y una tensión nominal de 3,7 V…. que no tiene nada que ver con las de NiCd que debía usar ‘mi’ motorola.

Si no lo interpreto mal, el dato que indico significa que, actualmente, un kilo de batería Li-ion produce del orden de 0,42 Kilowatios y 3,7 Voltios. Nunca he sido bueno en ‘la cosa eléctrica’ pero si las pilas, puestas en serie, hacen crecer el voltaje (y, en paralelo, el amperaje, o intensidad o, lo que es lo mismo, la potencia, ya que W=V.I), yo diría que 108 ‘elementos’ puestos en serie producirán esos 400 voltios… y si pesan 1 kgr cada una, generarán 42,2 kWh. Y esto debe ser, más o menos, lo que hay en el suelo de los actuales coches eléctricos.

El reto tecnológico, por tanto, consistirá en hacer que, por ejemplo, esto se consiga con 10 o 12 módulos de como mucho 1 kgr de peso, que se puedan quitar y poner individualmente, con gran facilidad (insertándolos). Es decir, que cada ‘módulo, o pila, intercambiable’ produzca 40 Voltios de tensión y 4 kwh de potencia. Y que todos los coches lleven instalados el mismo modelo, para que no haya problemas de compatibilidad.

De esta forma quedaría resuelto el problema y parar en una ‘electrolinera’ para cambiar un máximo de 10 o 12 ‘pilas de sacar e insertar’, no debería ocupar más de 2 o 3 minutos. Y los módulos agotados quedan recargando en el establecimiento, para poder sustituir, en su momento, a los de otro cliente.

En resumen, cada vez lo veo más claro: si vamos a coches eléctricos, hay que cambiar el diseño: no han de ser ‘de repostar’, sino de ‘cambiar las pilas’. Anda, que a lo mejor (‘hoy las ciencias adelaaantan’…) hasta se llega a usar artilugios tipo ‘pilas de botón’… que por cierto, son pilas que revolucionaron el sector, y no hace mucho de este invento...

Por supuesto doy, además, por sentado que toda la carrocería del coche deberá ser un panel solar, para la recarga gratuita y ecológica de esas pilas, cosa que hoy tampoco veo que exista… y que sin duda debería mejorar mucho la autonomía del vehículo.

Como, en otro orden de cosas, también ‘veo’ que deberán desaparecer las grandes centrales de producción eléctrica, que el transporte y distribución de la electricidad es muy oneroso, por coste y pérdidas, la producción es instantánea, y sujeta a la ley de oferta y demanda y, en resumen, es un sistema muy poco eficiente.

Así que los núcleos urbanos acabarán funcionando, también, ‘a pilas’. Claro que en este caso yo pienso en ‘pilas atómicas’, que en cuanto se perfeccione la ‘fusión nuclear’… seguro que podremos avanzar mucho por ese camino.

Bueno, eso de podremos… mejor ‘podrán’ (las siguientes generaciones), que yo… me bajo en la próxima. Así que aprovecho para acabar este artículo que mira, tiene ocurrencias realmente electrizantes. Vamos… ‘con chispa’...

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