Fusión y fisión nuclear

E mpezaré el año ‘regular’ (o sea… ‘pasados los Reyes’) con una confesión personal, al hilo del título de esta entrada: que yo iba para ‘sabio atómico’. Me refiero a que, cuando estudiaba mi carrera en Bilbao, que, por cierto, entonces ‘’Industriales’ se llamaba ‘Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales Leandro José de Torróntegui e Ibarra’ y ahora creo que (solo) se llama ‘Bilboko Ingeniaritza Eskola’, me interesó, y mucho, todo lo referente a la energía nuclear, hasta el punto de que iba a escoger, en 4º de carrera, la especialidad correspondiente... y acabar, lo más probable, trabajando en alguna central nuclear, que entonces se iniciaban.

Pero un suspenso (¡Con un ‘cero’…!) que, al comunicármelo, entre risotadas, el muy imbécil del catedrático de ‘Termodinámica’, un tal Zorraquino (que no es apreciación, tenía fama de tal, y de despotilla injusto), me hizo, de pura rabia, agarrarle por las solapas y decirle que si me quería suspender, pues que me pusiese un 4, o un 4,5, pero que después de un examen (‘teórico’) desarrollado en unas 13 páginas… lo que era seguro es que nadie podía ponerme un miserable ‘cero’… me dió tal bajonazo, y tal desánimo, que escogí otra especialidad.

Claro que también fué porque le había prometido a mi padre que, si aprobaba, me iba a acabar la carrera (4º y 5º curso, de especialización) en Madrid, porque yo ya estaba ennoviado con Isabel. Pues bien, me vió tan deprimido que me eximió de la promesa y, efectivamente, el siguiente curso me matriculé en la E.T.S de I.I de Madrid... pero en la especialidad de ‘Mecánica-Construcción’, que ya solo quería ‘acabar cuanto antes’.

Y debo decir que se me abrieron nuevos horizontes personales, profesionales… y anímicos, tanto por el trato (‘como futuros compañeros ingenieros’) de los profesores y catedráticos de esta Escuela madrileña como por mi llegada al ‘Nuevo Mundo’, o sea, Madrid, capital del Reino, desde la seria, triste (y clasista) Villa de Bilbao. Y que los dos años para acabar la carrera se convirtieron en cinco, entre que ya trabajaba, las milicias universitarias del verano, la buena vida madrileña, etc.

Pero esta ya es otra historia que, como siempre, ya me estoy enrollando... y hoy tocaba hablar de la fusión y la fisión nuclear. Porque parece ser que en un laboratorio de California (EE.UU) se acaba de lograr un pequeño gran avance que nos acerca a poder tener en nuestras manos ‘la energía de las estrellas’.
Porque… ¿Qué es esto de la fusión y la fisión nuclear?

Veamos: hasta el momento actual, la tecnología para la generación de electricidad en centrales nucleares (esas que tanto odia la 'izquierda progreta' española, que han conseguido prohibirlas… pero que, al otro lado de los Pirineos, Francia tiene 19, con 56 reactores) se basa en la ‘fisión nuclear’, que consiste, en pocas palabras, en ‘romper’ (dividir) núcleos de átomos pesados (de uranio, plutonio...) en núcleos más livianos.

De este proceso se obtiene unos átomos de elementos químicos más ligeros y (lo copio de la Wikipedia) neutrones libres, fotones (generalmente rayos gamma), además de otros fragmentos del núcleo, como partículas alfa (núcleos de helio) y beta (electrones y positrones de alta energía)… y una gran cantidad de energía que, ya conseguida y controlada la reacción en cadena de este proceso, permitirá la generación de energía eléctrica en dichas centrales nucleares.

Claro que, como subproductos, obtenemos radioactividad y ‘basura nuclear’, de la que hay que deshacerse.

Pero el Universo, que es bastante más listo que nosotros, pobres humanos, no obtiene la energía ‘para funcionar’ (por ejemplo, para que exista nuestro Sol, y nos de calor) de la fisión nuclear, sino que se basa en la ‘fusión’… que es el proceso contrario.

Porque la fusión nuclear consiste en ‘unir’ núcleos ligeros, de carga eléctrica similar (‘venciendo’ las fuerzas electromagnéticas que rechazan esa unión dos núcleos que tienen, ambos, carga positiva) para obtener núcleos de elementos más pesados. Este proceso, asimismo, puede ser ‘exotérmico’ (generar una gran cantidad de energía). Y esta es la energía que permite la existencia de las Estrellas, y con ellas los sistemas planetarios, las galaxias, etc, etc.

(Como nota marginal, en realidad el proceso de fusión puede liberar gran cantidad de energía si obtenemos núcleos finales no superiores (en peso atómico) al hierro, o el níquel… pero, por contra, la obtención de elementos más pesados se haría necesitando (absorbiendo) gran cantidad de energía).

Quedémonos con el concepto: en pocas palabras, la fusión nuclear ‘toma’ núcleos de átomos ligeros (y muy abundantes, e inagotables) en el Universo, como puede ser el hidrógeno y, ‘fusionándolos' para producir elementos más pesados (pero no más que el hierro) puede llegar a generar una gran cantidad de energía termonuclear.

Así que si consiguiésemos controlar y manejar el proceso de fusión nuclear llevando a cabo las oportunas reacciones en cadena, podríamos tener una barata e inagotable fuente de energía, porque hidrógeno hay ‘para dar y tomar’, no hay más que pensar que el agua es, simplemente, H2O o sea dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

Pues bien, parece ser que se ha conseguido generar, en laboratorio, una fusión nuclear ‘con balance positivo de aporte de energía’ (creando más energía que la aportada) con el uso de un super rayo laser (que, ciertamente, chupa lo suyo), ya que hasta ahora, al parecer, los balances energéticos de los ‘intentos’ eran ‘negativos’.

Así que se abre una puerta tecnológica para poder contar en el futuro con reactores de fusión nuclear capaces de generar un balance energético positivo, lo que nos daría paso, usando el hidrógeno, a la obtención de una fuente de energía prácticamente inagotable (como la de las estrellas)… y que además no generaría los típicos residuos radiactivos de la fisión nuclear. La panacea, vamos.

Así que a ver cómo avanzamos por ese camino… (Lo siguiente sería, hace años que lo tengo ‘in mente’, el poder disponer de energía generada en ‘pequeñas pilas (atómicas) individualizadas’ con lo cual nos ahorraremos todo el tema del transporte de energía). Al tiempo…