Los tableros de ajedrez

Dicho sin ambages, los escenarios de las batallas. Porque la lucha por alcanzar la victoria en las ya casi inmediatas ‘atípicas’ elecciones generales del 23 de julio se debe librar no en un campo de batalla, sino en varios. Y ganará la guerra quien gane en la suma de estas batallas parciales. Es algo que tengo muy claro… pero no se yo si lo tiene claro todo el mundo. Como, por ejemplo, la importancia que tiene, en la Ley d’Hont, el ser la tercera fuerza política… y llevarse los ‘restos’ en las circunscripciones que dan pocos escaños.

O, como otro ejemplo… la importancia de los partidos ‘nacionalistas’ en determinadas regiones (que, por cierto, ya sabemos con quien van a pactar)

Así que nos encontramos, de entrada, con un panorama en el que sabemos que va a haber unos 35-38 escaños ‘nacionalistas’ que van a votar con el PSOE (de hecho, son sus actuales socios). Lo que significa que, para que pueda gobernar ‘el centro derecha’ tiene que obtener al menos 176 escaños, mientras que, para que gobierne la izquierda, solo necesitaría obtener unos 138-140 escaños.

Y ahora, vamos a las ‘partidas simultáneas’... Hace algo más de cuatro años publicaba yo, aquí, una entrada que titulé ‘Jugando con d’Hont’ donde explicaba (bastante prolijamente) mis teorías sobre el reparto de escaños teniendo en cuenta el tamaño de las circunscripciones y los ‘agrupamientos’. Me da una pereza espantosa releerlo con detenimiento, así que me quedo con este concepto:

«el 60% de los escaños se consiguen en circunscripciones medianas y pequeñas, de 8 o menos diputados».

Y, en estas circunscripciones, lo normal (dependiendo de los ‘porcentajes’) es que el ganador obtenga, por ejemplo, al menos 3 escaños, el segundo al menos 2…

Bueno, mejor vamos a verlo con números…

donde se ve claramente la importancia de la tercera fuerza, que normalmente sacará al menos un escaño (y a lo mejor, dos), mientras que la cuarta, si está algo distanciada, puede quedar ‘a cero’.

Así que, si bien en las circunscripciones de más de 8 escaños (las grandes) el reparto de escaños tiende a ser proporcional al porcentaje de votos obtenido, en las pequeñas d’Hont prima al primer partido… pero también es fácil que el tercero ‘saque premio’ en ‘los restos’ (el último escaño).

Y hay dos grandes batallas, o tableros: el PP de Feijoó contra el PSOE de Sánchez, en primer lugar… donde parece claro que el favorito es Feijoó… y el tablero de Vox contra las fuerzas de la izquierda, agrupadas en el partido ‘Sumar’… y con la incógnita de que va a pasar (o qué van a hacer…) los otrora potentes outsiders de ‘Podemos’.

Y una gran incógnita: ¿Se consolidará la unificación del voto de izquierdas y antisistemas, y obtendrá mejores resultados que VOX…?

Porque si esto fuese cierto, y en las circunscripciones ‘pequeñas y medianas’ el tercer partido es Sumamos, y el cuarto VOX… tendremos cuatro años más de Sanchismo.

Porque, por ejemplo, si añadimos hasta unos 45 votos de Sumamos (basta recordar que Podemos, en las elecciones generales de 2015, obtuvo 69 diputados, con un 20,7% de los votos) a los 35-38 de los separatistas (que decía antes, socios actuales de Sánchez)… a éste solo le bastaría sacar unos 96 diputados para tener la mayoría (176 votos) en las Cortes. Que, si ahora, el PSOE, tiene 120 escaños… no creo que pierda tantos… por mucho que Sánchez lo haya hecho tan mal.
Y qué decir si 'el suelo' del PSOE (aunque sea de Sánchez) es de unos 105 escaños...

Y esto es lo que hay… así que que la derecha (el PP) deje de querer competir y machacar a VOX, que algunas emisoras de radio ‘no sanchistas’ (en particular, la de Federico Jiménez Losantos) deje de cargar las tintas con sus enemistades personales con algunos políticos de VOX… que creo que España se está jugando mucho en unas elecciones generales, como dije al principio… cuando menos ‘atípicas’… que tiempo habrá de pasar facturas o enderezar rumbos, ahora lo importante es ‘hacerse con el timón’.

Que es claro que España no podría soportar otra singladura de Pedro Sánchez. Así que el 'numerito' de Extremadura, de poner cara de dignos y sacar a relucir 'el cordón sanitario' para despreciar a VOX, y a sus votantes... sobra. Menos más que en el PP se dieron cuenta de a qué conducía el 'maricomplejismo' e hicieron rectificar a su candidata, una tal María Guardiola... que 'se tuvo que tragar sus palabras'.

Vamos que ahora, el 'hacerse un maríaguardiola' va a ser sinónimo de 'envainársela de la noche a la mañana'. Claro que eso, en política... es bastante habitual, lo importante es, al parecer, 'poder salvar los garbanzos'.