martes, 27 de junio de 2023

Hola... Segundo Semestre

De 2023, claro. Que comenzará dentro de unos días. Y que será especialmente significativo. Por un lado, para mi, porque mi idea inicial (aunque ahora me surjan dudas…) es no recogerlo en ‘mi libro’, mis ‘Crónicas socio-políticas de los años 20’ que tanto me ha entretenido estos últimos meses y por otro, para los ‘españolitos’, en general, porque será un semestre muy singular, de resaca de unas elecciones locales… y de desembarco de unas elecciones generales inesperadamente adelantadas y cuyo resultado (como dije) puede verse influido por muy maquiavélicas maniobras.

Y, dicho con franqueza, me encuentro algo desanimado tanto por el hecho de terminar el libro en un punto donde la trama puede tornarse ‘muy apasionante’, como por lo abrupto del panorama ‘socio-político’ que se adivina.

Pero las cosas han venido así... y toca hacer un pequeño balance, en primer lugar como despedida, porque éste será el artículo con el que cierre el famoso ‘libro’ y, en segundo lugar, porque es un magnífico momento para sacar la bola de cristal (o, como los viejos augures, examinar los posos de café, las vísceras de un ave, o las conjunciones planetarias).
Así que, más en cristiano… ¿Te la echo, resalao…?

Empecemos mirando hacia atrás. Hace menos de 4 semanas, los resultados de las elecciones locales, y las autonómicas de muchas regiones, nos había dejado, aparentemente clara, una cosa: que hay ganas de cambio, que el Sanchismo ha muerto. Con lo cual el actual Partido Socialista Obrero Español tendría que prescindir de Sánchez, y recomponerse.

Pero (genio y figura…) este Pedro I El Mentiroso se ha sacado de la chistera una última maniobra, y, en contra de su promesa de unos días antes, decidió, la misma noche del escrutinio de las votaciones, disolver inmediatamente las Cortes y convocar elecciones generales para el 23 de julio (y constitución de las Cortes, el 17 de agosto), entrando, ya, en precampaña y ‘embarrando el campo’, al mezclarse los tiempos de ‘pactos locales’ con el tiempo de ‘los pactos generales’.

Esto, en mi pensamiento personal, nos hace entrar en el segundo semestre del año como niños que rompen, a ciegas, una piñata. Y es que no puedo quitar de mi cabeza la imagen de ‘la piñata sorpresa'. Porque, en primera instancia… ¿Quien va a votar el 23 de julio, cuando tradicionalmente media España coge vacaciones del 15 de julio al 15 de agosto…? Y… ¿Qué maniobras, cara a mediatizar la opinión pública, irrumpirán hasta entonces?

Vamos, lo del ‘a río revuelto…’, porque, a pesar de lo que dicen las ‘encuestas de opinión’ podría haber ‘sesgos’ importantes en el colectivo que vote. ¿O incluso cabría un ‘pucherazo’…? porque la alternativa ‘natural’ sería el voto por correo, que tanto quieren promover, pero ya vimos, últimamente, los escándalos destapados con la ‘entrega subrogada del voto’, la compra de peticiones de voto por correo y de tarjetas electorales, las dudas sobre la eficaz custodia de los votos… etc.

En fin, lo dicho, que se aproxima un segundo semestre cuando menos inquietante, que seguiré (¿cómo se decía…? Ah, si: ‘Dios mediante’) desde mi Blog, donde aún no sabemos si prosperará el deseo de un cambio de ciclo político, porque...

a) No sabemos cómo actuarán las fuerzas ‘de la derecha’ porque (en mi opinión personal, claro) hay una cuestión muy clara: que los votantes del PP ven con mejores ojos un pacto de gobierno del PP con VOX, que un pacto PP - PSOE… pero los dirigentes del PP parece ser que no lo ven así. Y la derecha siempre tuvo fama de ‘cainita’.

b) No sabemos cómo van a reaccionar las fuerzas de la izquierda, si pierden las elecciones generales… porque, sinceramente, demuestran muy palpablemente que no saben perder.

c) No sabemos qué va a pasar con la economía española, profundamente herida tras los despilfarros sanchistas… y las posibles tretas contables para ocultar deudas y déficits aún más desbocados… que habrá que solventar.

d) No sabemos qué va a pasar en Europa (y con Europa) donde Sánchez iniciará el semestre como ’Presidente (rotatorio) de la Unión Europea’… cuando a las tres semanas, si pierde las elecciones, deberá ceder el honor y la responsabilidad al gobierno entrante. Y con las ‘presiones’ del lobby de Davos, su agenda 2030, etc.

e) Y, sobre todo, no sabemos lo que nos depararán las urnas. Que, en boca de un viejo socialista… la elección de la fecha ya es, de por si, el primer ‘pucherazo’.

Así que lo dicho: lo único cierto que nos queda es pegarle a la piñata, hacerlo con los ojos vendados… y esperar a ver cual es la sorpresa. Que no me fío de las encuestas pre-electorales.

De momento ya ya tengo pergeñado el primer artículo que, bajo la etiqueta de ‘Política y Sociedad’ abrirá, en mi Blog, el segundo semestre del 23: se titulará ‘Los tableros de ajedrez’. Porque a escasas tres semanas de las elecciones generales, la batalla se va a librar (pienso yo) en varios frentes, y va a tener singular importancia quien queda como ‘tercera fuerza’ porque en las pequeñas circunscripciones, donde se designan de 4 a 8 diputados… y que son bastantes (y asignan, creo recordar, el 60% de los escaños), esta tercera fuerza será a quien recoja una buena parte de los ‘restos’ (último/antepenúltimo escaño) que determina la Ley d’Hont.

Y todos sabemos que ‘la derecha’ necesitará 176 escaños para poder gobernar, pero la ‘izquierda’ (esto es el PSOE y los extremos’ de Podemos, Mas País, Izquierda Unida, etc, hoy unidos en el colectivo 'Sumar') solo van a necesitar unos 140… toda vez que cuentan con los votos de ‘separatistas’ y marginales, fácilmente comprables (vamos… los socios del actual gobierno frankenstein).

De ahí la importancia que puede tener (en las pequeñas y medianas circunscripciones, o sea ‘en provincias’) el que ‘el frente popular’ que se está formando alrededor del nuevo partido ‘Sumar’ no supere a VOX… para que, de esta forma, los pactos de la izquierda no se vean sobre-alimentados con esos ‘restos’… y les acerque más fácilmente a la mayoría.

Pero en fin, esto es lo que está por ver este verano… al comienzo del segundo semestre de 2023 que ahora recibimos.

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