Y, a falta de chistes (porque un mal chiste negro sería que este gobierno de mentirosos y manipuladores nos estén inyectando un vial de agua destinada en vez de la vacuna...) voy a hablar de los curiosos, incluso divertidos, gentilicios que circulan por ahí.
Porque divertida fue la anécdota (que ya es un ‘clásico’) de no se qué político, natural de Cabra (Córdoba) que, criticando que la gente estudiase cosas inútiles, como el latín, otro, más culto, le respondiese que no tan inútil, porque si no a él no podríamos llamarle, educadamente, ‘egabrense’. Y es que sin el latín (y el griego) no se puede entender nuestra lengua. Y es un gran recurso, incluso para sitios lejanos, e insospechados. Por ejemplo, los de Nueva York son ‘neoyorquinos’. Y, el más curioso, el gentilicio de los nacidos en Aguascalientes (Mexico) que parece que es… ‘hidrocálidos’. Y, como remate, los de Cabeza de Buey (Badajoz) son caputbovenses y los de Ciudad Rodrigo, la antigua Miróbriga… mirobrigenses (y tambien ‘civitatenses’)
Es Asturias tenemos algunos gentilicios muy originales, e interesantes: Los de Villaviciosa son ‘maliayos’, los de Bimenes ‘yerbatos’, los de Cudillero ‘pixuetos’, los de Felgueras ‘clavileños’, los de Grao ‘moscones’, y los de Llanos (de Somerón, en Lena)… ‘papariqueros’. A su lado tiene menos impacto que te llamen trubieco, sotriano, poleso, parragués, pongueto, naveto, llanisco o colombrino.
Pero en España hay muchos más gentilicios simpáticos y originales (o curiosos). Por poner unos pocos ejemplos, ‘trabuqueños’ son los naturales de Morón de la Frontera, ‘guarromanes’ los oriundos de Jaén, ‘chichilindris’ los de Arroyo de la Miel (Málaga), ‘sexitanos’ los de Almuñecar y bueno, hay también astigitanos, rabosses, callosinos, cogolludos, parraos, virgitanos, brigantinos…
Y ya, por referirme al ‘mundo mundial’, aunque algunos nos puedan parecer ‘proximos’, como el llamar ‘lusos’ a los portugueses, o ‘borincuas’ a los nativos de Puerto Rico, hay otros realmente raros, como es el caso de los ‘jerosolimitanos’, de Jerusalem, los ‘catrachos’, de Honduras, y los ‘cachacos’ de Bogotá (aunque, si sus padres no nacieron en Bogotá, solo serían ‘rolos’).
En fin, que el tema (sobre todo, con la ayuda de Google) puede dar mucho de si. Al periodista Luis del Pino el gentilicio que más le gusta es el de ‘brabanzón’. Pero brabanzones son los naturales de Brabante (Bélgica), y así lo define el DRAE. Lo cual es curioso porque, sin embargo, en ese diccionario, nuestro diccionario ‘oficial’, no tienen cabida casi ninguno de los gentilicios españoles que he nombrado antes (en particular, los asturianos). Deben ser reminiscencias de cuando los Tercios de Flandes, y tal, y tal…
Pero bueno, pelillos a la mar, el caso es iniciar el año sonriendo un poco… y más si es tomando un ‘relaxing cup of café con leche’. Y como la cosa no está, todavía, para echar cohetes... ‘Mejor Año Nuevo’.
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