Porque si, me apetece hacer esta ‘porra’, ya que siempre me gustó mucho eso de analizar las elecciones, y jugar a sociólogo (o politólogo), creándome mi propia composición de lugar para hacer una estimación de posibles resultados. Y luego ver qué pasa, claro, y así conocer ‘mi olfato’.
Además, como dije, este año las elecciones que se vayan produciendo (gallegas, vascas, europeas, y en otoño catalanas, ¿y generales...?) van a ser interesantísimas, de seguir la caída libre del ‘sanchismo’ y del ‘yolandismo’, como se vió en Galicia, yo creo que muy deteriorados por la desconfianza general, que se palpa, el descrédito de sus líderes… y los escándalos que se les van acumulando.
Entrando en materia, las elecciones (autonómicas) vascas tienen sus peculiaridades: en primer lugar, pecan de igualitarias, y cada territorio histórico participa con 25 diputados, independientemente de su población, lo cual hace, por ejemplo, que para obtener un escaño se necesitan al menos 15 o 16.000 votos en Vizcaya… pero solo 4.000, o aún menos, en Alava.
En segundo lugar, que siendo elecciones autonómicas, el bloque ‘nacionalista’ resultará muy potenciado.
Y, en tercer lugar, que es muy habitual que resulten muy ‘apretadas’, entre 'bloques ideológicos', de manera que uno o dos escaños arriba o abajo pueden cambiar enormemente el panorama. Además, hay que decir que no existe el voto CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes) por lo que los que hayan ‘huido’ de Euskadi cuando lo de la ETA, y tal… no tienen ni voz ni voto.
Pues bien, puesto a desarrollar mi análisis, voy a partir de los resultados de las últimas autonómicas (las de 2020), que son estos…
Ahora, mi planteamiento. Y mi primera hipótesis es que creo que...
- El PSOE sacará el 75% de los votos que obtuvo en las anteriores elecciones
- SUMAR solo logrará el 60% de los votos que obtuvo Podemos
- Estos votos perdidos por PSOE+SUMAR se redistribuirán así: un 50% a BILDU, un 30% al PNV y un 20% al PP.
Y pienso que cada vez hay más ‘ciudadanos razonables’ que vemos claramente que esto no puede continuar así, y que efectivamente por este camino ‘nos vamos a la porra’.
Pero en fin, dejemos que el tiempo madure este esperpento que nos está tocando vivir con Pedro Sánchez… aunque parece ser que el próximo 9 de marzo más de un centenar (dicen…) de organizaciones cívicas han convocado en Madrid una manifestación multitudinaria bajo el lema de ‘Sánchez, vete ya’, o algo similar… y cada vez se ve más claro que este hombre (Pedro Sánchez) está absolutamente nervioso, incluso histérico, por el lío en que se ha metido por su cesarismo y por su desmesura.
Bueno, de momento yo, como prometí, voy a seguir entreteniéndome con la porra de lo que pueda pasar en el País Vasco el 21 de abril, que parece ser que es el día en que el 5 de marzo anunciarán como fecha definitiva para llamar a votar a todos los vascos (pero, como dije, solo los que viven en Vasconia, claro).
Que, como avance, voy a decir que la hipótesis que enuncié llevaría a la siguiente disposición del Parlamento Vasco (y a esos posibles pactos)...
Y, como veo que me estoy alargando mucho, he decidido dividirlo en dos capítulos, para no ser tan espeso. Así que ahora acabo aquí... con un prometido ‘to be continued’.
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