jueves, 3 de noviembre de 2022

Sostenibilidad

H ace unos días hablaba de la ‘pertinaz sequía’, vieja frase que expresa con claridad lo que hoy se da por denominar, rimbombantemente, como ‘calentamiento global’ (o ‘cambio climático’). Otros ‘palabros’ que los políticos (muchos políticos…) usan ahora con frecuencia, y ponen de moda, para tratar de comernos el tarro y llevarnos como borregos por las sendas de las ‘Agendas globales’ pueden ser, por ejemplo, lo del ‘desarrollo sostenible’, las ‘fuentes o energías renovables’, la ‘transición ecológica y energética’, etc, etc.…
¡Paparruchas...! (mira, este si que es un término atemporal, y no los otros…). Así que me apetece dedicar otro rato a criticar los modos (y modas) de esta 'progresía globalista y neo-socialista’ que nos gobierna...

Porque nos condicionan grandemente. Vamos a lo más sencillo: menudos ‘clavos’ que nos están metiendo en el precio de la energía por aquello de que hay que hacer una transición a las caras energías renovables, y clausurar los procesos más baratos por contaminantes (‘no sostenibles’)…

Pero claro, lo que no dicen es que esto solo se aplica en casa de los ‘pagafantas’, que los chinos, la India, los países emergentes, incluso EE.UU pueden echar a la atmósfera todo el CO2 que precisen, hacer 'fracking'... que solo los europeos somos ‘románticos evangelistas de la religión verde’.

Otro ejemplo cotidiano de la necedad de esta ‘moda verde’ es la peatonalización de las ciudades, y la prohibición de coches. Parece ser que en España, dentro de un par de años, todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes tendrán que haber creado espacios (’almendras’) ‘sostenibles’, básicamente prohibiendo la circulación, en ellos, de los vehículos particulares.

Todo esto es muy ecológico, y muy bonito. Hasta poético. Pero vamos a ver, almas de cántaro: y al vulgar currante, en una gran ciudad donde muchas veces vivirá en ‘poblaciones satélite’… ¿Quien le compensa la hora (mínimo...) que puede perder a diario por estar obligado a dejar el coche en un ‘aparcamiento disuasorio’, de ahí coger el metro, o el autobús, para ir a su oficina, etc? ¿Y si tiene que moverse con el coche de un centro de trabajo a otro?. Bueno, algún comunista dirá que eso es ‘in itinere’… y que se lo pague la empresa, claro.

Y hablemos de otro colectivo cada vez más importante: los mayores. Porque en estos tiempos, que corren, la gente mayor que tiene que ir a cuidar a los nietos, o ir al médico, o de compras, o simplemente estar activo. Y si no puede ir con coche a los sitios ¿Tendrá que comprarse un patinete… o recordar los tiempos jóvenes en que usaba la bicicleta… porque solo eso es ‘lo guay’ para desplazarse por la ciudad?

¡Ah…! Y que no me hablen de la bonita sensación de libertad que producen las amplias las zonas peatonales porque, en la noche solitaria, es mucho más peligroso deambular, por ellas, hasta casa… que poder llegar hasta el portal dentro de un coche. Sobre todo cuando ya no hay ‘serenos’, ni vigilancia nocturna.

Por cierto, ya que hablamos de medios de transporte, mucho hablar de coches eléctricos pero, si se prohíben los motores de combustión (las gasofas, vamos) porque no son ‘sostenibles’… a ver donde va a recargar diariamente sus baterías todo el parque móvil español… que no todo el mundo tiene garaje… y son muchos los que aparcan ‘en la acera’.

Y así podríamos seguir hasta el infinito con estas ocurrencias de los progretas de ahora que no aguantan una simple inmersión en la ruda realidad… pero que, sobre el papel (o las cámaras de TV) queda todo muy guapo. Teorías, teorías, teorías…

O mejor, como dije, ‘ocurrencias’, que estos políticos de hoy en vez de preocuparse por lo fundamental, prefieren hacer castillos de arena, bien para que se hable de estas otras cosas, en vez de hacerlo de los problemas cotidianos… bien por puro sentido proselitista, de querer que todo el mundo piense como ellos, o haga las cosas como pretenden que las hagamos, bien por un trasnochado sentido 'adanista', que para eso son tan listos, y únicos poseedores de la verdad eterna.

Y es que si nos ponemos a hablar de lo guay que son también, para ellos, (¿por sostenibles, por renovables o por promover la transición…?) temas como todo lo del ‘femi-nazismo’, las disforias de género, las liberalidades sin retorno que protegen las ‘leyes Trans’, la ‘memoria democrática’, el ‘green power’ (o ‘dictadura verde’), el incremento de los impuestos al capital (bueno, y de rebote, a todo quisque, que todavía hay mucho donde gastar), etc, etc… pues vemos que lo del ‘mantra’ de moda, la ‘sostenibilidad’… es un puro camelo, son 'fuegos de artificio', aquí lo único que interesa que sea sostenible son sus puestos y sus ingresos.

Y, eso si, si falla algo… ¡Lo que tiene que haber es mucha ‘resiliencia’, para volver lo más rápido posible a la situación anterior…!

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