viernes, 1 de julio de 2022

La Comunicación No Verbal (Apéndice)

D ecía yo, hace unos días, que es impensable (digamos que para una persona ‘normal’) aprenderse todas las claves, en términos de mensaje no verbal, de la totalidad del catálogo de gestos de las manos, de la cara, de los pies, de las posturas corporales… porque (decía) lo importante no es un gesto suelto, que puede ser anecdótico, sino el conjunto de gestos ‘tendentes’ a establecer un sentido de conducta, que es lo que hay que interpretar.
Es decir, que lo que importa, más que captar un mensaje instantáneo, es poder llegar a entender el mensaje que transmiten un conjunto de gestos ‘de determinada tendencia’.

Por eso, se me ocurrió que podría ser interesante agrupar los gestos del lenguaje No Verbal, más que por el elemento que los genera (manos, cara, postura corporal…), "por el sentido o sentimiento que producen".
Y así es como surge este ‘Apéndice’, complementando la anterior estructuración.

Para ello dividiré los gestos en estos cuatro grupos:
a) Positivos, o ‘abiertos’ (sentirse cómodo, tender a no engañar...)
b) Negativos, o 'cerrados' (defensivos, por nerviosismo, por mentir o simular, por frustración o por considerarse perdedor...)
c) De autocontrol (para reordenar pensamientos, o autorreprimirse).
d) De evaluación (o concluyentes) 

Gestos de postura abierta (transmiten sinceridad)
Indican que no tienes nada que ocultar, que actúas ‘con transparencia’… el estar relajado, con manos abiertas y las palmas hacia arriba, el estar con la chaqueta desabrochada, o quitársela, el echarse hacia atrás en la silla o el sillón, y relajar los brazos (y, por supuesto, el llevárselos a la nuca)...
Se muestra interés, o disposición en llegar a acuerdos, el estar sentado al borde de la silla, así como el ‘acercarse’ físicamente al interlocutor, cuando se habla, el mantener las manos en las caderas, ero dispuestas a la acción.
Sugiere autoconfianza, afinidad, deseo de ‘ganar todos’ el mantener el cuerpo erguido pero relajado y activo, no rígido, el andar ágil, así como la ausencia de gestos de llevarse las manos a cara o cabeza (que indican incertidumbre), unir las yemas de los dedos ‘pero con las muñecas separadas’), hablar de pie con las manos unidad a la espalda, etc.

Gestos 'cerrados', que avisan de comportamientos negativos, por 'estar a la defensiva'
Brazos cruzados sobre el pecho o antebrazos con los dedos cerrados sobre el bíceps
Sentarse con una pierna sobre el brazo de un sillón (indica poco deseo de cooperación)
Sentarse al revés en una silla con el respaldo es a menudo una postura de defensa (escudarse en algo)
Cruzar las piernas. Si se trata de las piernas de una mujer y uno de los pies se está balanceando, quiere decir que está aburrida o impaciente. Un pie que golpea ligeramente sobre el suelo también indica impaciencia, lo mismo que cuando una se retuerce y desplaza en su silla, y/o gira los pies y el cuerpo de forma que apunten hacia la puerta de salida.
Y también...Las miradas de soslayo y el hecho de no sostener la mirada implica suspicacia o tendencia a esconder algo. O tocarse o frotarse ligeramente la nariz, el ojo o el oído con el dedo índice, que  normalmente connotan duda, repulsa o falsedad.

Son signos de frustración el mesarse los cabellos, el llevarse la palma de la mano al cogote, la respiración corta y aguda o la inhalación profunda, el dar puntapiés al suelo o a algún objeto imaginario y las manos estrechamente agarradas. O el retorcerse las mismas.
El gesto de aflojarse la corbata o correr un dedo por la parte inferior del cuello de la camisa, indica que uno se siente oprimido, en aprieto, enfurecido o frustrado.
Y son signos de nerviosismo interno… Carraspear, hacer movimientos rápidos, llevarse las manos a la boca o tapársela, el parpadeo excesivo y la mirada esquiva y la aparición de ‘tics’.

Los gestos de autocontrol
Son gestos que indican que se está intentando mantener un autocontrol, o tratar de refrenarse, o autoreprimir sus emociones.
Y suelen serlo, por ejemplo... el agarrarse las manos, o el entrelazarse los tobillos, el apretarse un brazo reteniéndolo, como también asirse una muñeca, agarrarse a los brazos de un sillón, o cogerse un brazo con la otra mano por detrás de la espalda.

Gestos que indican que se está en una fase de evaluación
Sugiere estar pasando por una fase de meditación (o evaluación) el llevarse la mano a la mejilla o apoyar la barbilla en la palma de la mano. Igualmente, son muestras de interés por clarificar el tener la cabeza erguida (si fuésemos perros, mantendríamos erguidas las orejas…), el acariciarse el mentón (o la barba), etc.
Y las gafas, en este ámbito, dan mucho juego...
El típico mirar (escudriñar) por encima de las gafas suele ser un gesto evaluativo (aunque también podría ser un gesto de superioridad).
Y el no menos típico gesto de quitárselas y limpiar pausadamente los cristales es un método de tomarse tiempo para pensar.
Meterse la varilla en la boca indica frecuentemente necesidad de más información.
Y el dar pasos con las gafas en la mano (o en la boca)es un gesto muy importante: indica que se está a punto de tomar una decisión… ¡Y nunca debe interrumpirse este momento!
Otro gesto que sugiere reflexión es el pellizcarse por ejemplo el puente de la nariz.

Finalmente, es importante percibir que la fase de evaluación se de por finalizada...
a) con sentido negativo, al aparecer golpes repetidos con el pie en el suelo, o teclear con los dedos de la mano, o estar con la cabeza entre las manos, con ojos caidos, o con la mirada vacía… y
b) con sentido positivo si se alcanza algún contacto físico, un acortamiento de la distancia corporal o un grado de mimetismo en postura, gestos...

Y colorín colorado… aquí acaban mis elucubraciones sobre la 'comunicación no verbal'. Todo el mundo dice que, si dominas estas claves, puedes obtener importantes ‘ventajas competitivas’ cara a nuestros interlocutores/competidores.
Pero estamos en lo de siempre: si es algo innato, perfecto: pero claro, por eso Antonio Banderas o, yo que se... Brad Pitt, tiene ventajas competitivas sobre mi…
 

Sin embargo, si es algo que hay que ‘entrenar’… me imagino que es cuestión de mucha constancia y fuerza de voluntad. Vamos, que uno claro que puede llegar a hacer títeres con 3 o 4 naranjas, o pelotitas… y claro que uno puede llegar a interpretar el Concierto para piano nº 3 en Re menor Op. 30 de Rachmaninoff… pero, partiendo de cero, hay que tener muchos 'bemoles' para llegar a hacerlo.

Yo (conociéndome...) me temo que solo sería capaz de interpretar el ‘Cumpleaños feliz’… o ‘la Chocolatera’. Eso si... con gran arte.

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