E
ste es el famoso título del no menos famoso artículo dirigido al Presidente de la República Francesa que Émile Zola publicó en L’Aurore el 13 de enero de 1898, en defensa del acusado, en el (también famoso) caso Dreyfus. Por supuesto, pobrecito capitán Alfred Dreyfus, pero la historia del caso me importa muy poco, lo único que he querido es aprovecharme del ‘potente’ título para meterme con
nuestro actual Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez… que entiendo que se lo tiene muy merecido.
Si, porque Su Sanchidad, llevado por su narcisismo, o ansia de poder, o esquizofrenia, o sabe dios qué, está llevando a la ruina a nuestra España. Y un ciudadano de a pie, olvidándose de los políticos que, teóricamente, le representan, debe de tener derecho a señalar, con el dedo acusador, a quien, por motivos espurios, habiéndosele otorgado el poder para gobernarnos, atenta contra las bases en que se debe apoyar la integridad de un pais, y el bienestar de sus ciudadanos.
Así que yo le acuso…
De ‘cesarista’. Es un dictadorzuelo. Es el yo, yo… y mi circunstancia. Quiere ser la autoridad suprema, y única. Hasta le molesta el Rey. Para, después de él… el diluvio, claro. Se rodea de lameculos y niñas monas (sus 'ministrinas') que le hacen ‘la ola’ y le hacen vivir en su mundo, muy alejado de la realidad vital.
De mentiroso. Miente más que habla y, aprovechando los medios afines, trata de adoctrinar al pueblo llano con falsas verdades, o demagogias.
De traidor. Traiciona a su pais, no se si por maldad, por ignorancia, o por simple necesidad de comprar caros favores para poder conservar su puesto, a terroristas, secesionistas, comunistas, colectivos antisistema, y otras malas hierbas… con quienes gobierna.
De populista bananero, copiando los procedimientos de dictadores sudamericanos para apropiarse, más o menos sutilmente (y a veces ni eso) de los mecanismos de los poderes legistativo y judicial que ejercen un control real y democrático sobre el poder ejecutivo que detenta. Por no hablar de su control de los medios que modulan la opinión pública, con sus frecuentes ‘Aló, Presidente…’ y sus continuo postureos.
De pésimo administrador, despilfarrando a manos llenas y, lo que es peor, espoliando a los ciudadanos con una política fiscal de impuestos desmesurados, y colocándonos a la cola de Europa.
De incompetente. En lo referente a nuestras relaciones internacionales, no solo no pintamos nada en Europa, y nos ignora EE.UU sino que, con sus decisiones sobre política exterior (relaciones con Marruecos y con Argelia, defensa de los lobbies multinacionales del cambio climático, de la agenda 30/50, del feminismo…) se puede pensar que hasta está forjándose una fortuna (él, o su mujer) impulsando posturas nada favorecedoras para los intereses nacionales.
De ‘frentepopulista’, desoyendo el famoso mandato de ‘concordia y perdón’ con que arrancó, en 1975 nuestra Transición hacia la democracia y se asentó nuestro régimen de Monarquía Parlamentaria, llevándonos de nuevo al enfrentamiento entre 'las dos Españas'.
Y, en una palabra, de ser un sátrapa, inepto que, sin principios ni escrúpulo alguno, está destruyendo España haciendo lo peor… con los peores.
Y no soy el único que piensa así, claro: de hecho, muchos españoles piensan como yo y hasta se puede considerar, dadas las últimas encuestas, que ya está en ‘caida libre’. Con el peligro que supone... ya que también debe acusársele de ser extremadamente arrogante y lo suficientemente felón como para ser capaz de dejar esto hecho un erial… y el que venga detrás, que arree… o por despecho o por si, de esta forma, podría algún día volver a comer el coco a incautos… y retornar.
Así que, como remate, voy a transcribir párrafos de un artículo publicado por Antonio R. Naranjo, hace unas semanas, en El Debate... que corrobora todo lo antedicho.
...
- Ha llevado a España a la peor situación económica de Europa, con el mayor retraso en la recuperación, la peor tasa de paro y la mayor destrucción de PIB junto a la de Argentina.
- Ha entregado sus investiduras, su Gobierno, sus Presupuestos y todas sus decisiones relevantes a un partido encabezado por un terrorista, otro por un golpista y uno más por un chavista.
- Ha indultado a delincuentes de sedición, o hasta por secuestrar a su propio hijo, y perseguido a Reyes sin descanso.
- Ha puesto en solfa la Transición, la Monarquía Parlamentaria y la Constitución del 78 y ha resucitado la España de los bandos, las trincheras y los enemigos irreconciliables.
- Ha provocado, en el comienzo de la pandemia, el mayor exceso de mortalidad del mundo occidental por su empeño en celebrar el 8M con una temeridad suicida tapada luego con un confinamiento inconstitucional.
- Ha generado el mayor paro femenino de Europa, con su mujer y sus sonrojantes enchufes como única excepción.
- Ha preferido entenderse con Otegi, Junqueras o Iglesias para cerrar pactos a favor de terroristas, sediciosos o comunistas que con Feijóo, Rivera, Casado, Abascal, Arrimadas o hasta Felipe González para sellar pactos de Estado en los peores años para España.
- Ha invadido el Poder Judicial, RTVE, la Guardia Civil, la Fiscalía General, la Abogacía del Estado y hasta Correos; mientras permitía que Podemos, Bildu o ERC asaltaran la Moncloa.
- Ha tenido todos los gestos imaginables con ETA y sus amigos y ninguno de los necesarios con sus víctimas, arrinconadas como si fueran una molestia.
- Ha impulsado o aceptado todas las leyes que enmiendan la mismísima naturaleza del ser humano o anteponen el inexistente derecho a morir o matar sobre el innegociable derecho a vivir.
- Ha torturado a impuestos a una sociedad empobrecida mientras elevaba la recaudación pública como nunca en la historia para gastárselo en crear un régimen clientelar miserable y sin futuro.
- Ha plagiado una tesis doctoral y recibido el reproche sin precedentes del Constitucional, la Audiencia Nacional o el Consejo de Transparencia mientras impartía lecciones de ejemplaridad al resto.
- Ha logrado que Washington y Bruselas le miren con recelo y Caracas o La Habana con simpatía.
Y ha elevado el gasto público en ministerios, asesores, familiares y amigos, a bordo de un Falcon declarado secreto de Estado; mientras miles de empresas, pequeños comercios, pymes y curritos lo perdían todo en las dos crisis gestionadas primero por Zapatero y luego por él.
Este es el Pedro Sánchez que nos gobierna: más claro… agua.
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