lunes, 9 de mayo de 2022

Astenias, far nientes y déjà vus

Hoy toca hacer un esfuerzo, que me preocupa que ya hace casi un mes que no me pongo delante de mis Blog (vamos, de mi PC…) para escribir algo. Y me preocupa porque ya no se si achacarlo a la conocida astenia primaveral, o a que ya me he abandonado al ‘dolce far niente’, que a estas alturas de la vida temo que pueda ser la antesala de la desgana y de la pereza mental que lleva, la mayor parte de las veces, al final de etapa.

Y como no es la primera vez que se apoderan de mi estos pensamientos (de ahí la tercera pata del título, el déjà vu)… y en el fondo tengo casta de toro bravo, que se revuelve ante el castigo (o que sigue, terne, con sus embestidas al engaño)… heme aquí, dispuesto a dar forma escrita a ideas que me revolotean, como ejercicio de ‘recuperación’ de la actividad mental.

Y es que, ciertamente, hay personas, que calificaré como 'sociales', cuya terapia mental habitual es el palique (ojo, que bien puede ser enormemente culto, y enriquecedor), y no pueden vivir sin asistir a una reunión de amigos/as para contarse la vida, o para aflorar experiencias o sentimientos cotidianos (vale… incluso a compartir una ciega pasión por el Oviedo, o el Real Madrid…).
Pero yo no soy mucho de eso (en lo del fútbol, de lo de la 'pasión irracional'…)

Y es que aunque, curiosamente, soy capaz de enrollarme escribiendo cosas, soy muy poco propenso a hablar más de 30 segundos… cuestión que yo achaco, aparte de a mi escasa ‘fluidez de verbo’, a que suelo ser muy conceptual, no me gusta alargar la conversación (‘el arte de la retórica’…) si con un par de frases exactas puedo expresar mi idea. ¿Deformación profesional, de mi destete laboral en Bedaux, y sus principios de Racionalización y Mejora de Métodos de Trabajo…?
(aunque algún día tendré que hablar de lo que me enrollaba, y lo didáctico que era, cuando me tocaba dar un cursillo, o seminario, de Formación Empresarial... o de lo que terciase... Pero aquellos eran otros tiempos... y yo un joven ingeniero, lleno de iniciativas e imaginación, dispuesto a comerse el mundo...)

Pero al grano: aceptado el ser como soy (muy casero, poco social, de pocos amigos…), y que a estas alturas de la vida es claro que no voy a cambiar, me preocupa, efectivamente, el ir encerrándome en mi mundo, e ir perdiendo interés por las cosas.
 

Siempre dije (y mi gente próxima se enfada por ello) que a mi la pandemia me enriqueció porque, con las ’encerronas', en vez de dedicarme a dar vueltas como un oso encarcelado, y cabreado, me impuse el ejercicio de sacar partido a las horas disponibles en casa, me volqué en mi vida interna, en escribir en mis Blogs… y creo que hasta crecí en madurez intelectual.

Y en el fondo, me gusta. Claro que de esta forma me inclino a prescindir de actividades sociales ‘intensas’ porque, ya sin mi pandilla de amigos, que algunos (mayores que yo, claro) han muerto, otros no están para muchos trotes… el caso es que no me apetece. Y, desde luego, tampoco estoy especialmente dotado (y predispuesto) para ejercer de ‘animador social’ de un grupo de viudas.

Y, sobre todo, porque los años no pasan en balde y caramba, las largas excursiones, las actividades sociales (y no te digo los saraos, el bailongo, o similar) han pasado a mejor vida e incluso, circunscrito a rutinas más cómodas, mis paseos ya no son (siempre) de 12.000 pasos, o más, sino más bien de la mitad, etc, etc.

Pero queda la actividad intelectual, caramba, y aquí es donde quiero ir: que, aceptando que algún día también tendré que ir ‘soltando amarras’ y que, al igual que se deja de hacer muchas cosas a lo largo de la vida (dar patadas a un balón, ir al monte, bucear, bailar, explorar, viajar...) lo intelectual igualmente se irá apagando… que sea lo más tarde ¿No?

Por ello, lo dicho: ni astenia, ni astenio, ni galbana, ni excusas: hay que ejercitarse, y abandonar las ideas negativas de fin de proceso. Lo decía hace un par de años cuando hablaba de la ‘joie de vivre’. Es eso, hay que sentirte activo. Y creativo. Que lo soy. Así que nada de abandonarse... y al loro.

Escribo esto para darme un buen chute mental, y aprovecho para 'autorecordarme' de que, en una carpeta de mi PC que llamo ‘Ideas para el Blog’ voy guardando (descargados) aquellos artículos o temas que, tras su lectura, me apetece investigar y desarrollar. Así que me pongo un reto (o declaro un objetivo), que es lo que se recomienda para no volverse atrás de una actitud: a vuelapluna, recuerdo tener pendiente escribir algo sobre ‘el lenguaje corporal’, y algo sobre ‘el poder del sonido’, para este Blog, y también algo sobre la ‘edición de videos, con Shotcut’ para el de ‘Debianita’. Por tanto, debo comprometerme a dejar a un lado esta intima indolencia en la que me abandoné este último mes.
'Quindi, dolce far niente… ma non troppo, caro amico’...

Aunque la pregunta, o fondo de la cuestión es… ¿Bien, y así, hasta cuando…? Porque tampoco me veo (ahí, reconozco mi indolencia) luchando constantemente contra una querencia al abandono. En fin, que a ver si esto es, efectivamente, una cuestión de astenia primaveral, y me activo más… o tomo algún complejo vitaminico… o un par de chupitos de Jim Bean, mi favorito bourbon de Kentucky… aunque me imagino que la mejor respuesta la tiene, como muy bien he recordado más de una vez, mi viejo amigo Sun Tzu: ”... pero si te conoces a ti mismo, y conoces a tu enemigo, no has de temer por el resultado final de 100 batallas...”

No hay comentarios:

Publicar un comentario