miércoles, 11 de mayo de 2022

Haciendo números...

S i hay una ‘ministra’ del actual gabinete del ínclito Pedro/Antonio Sánchez que me caiga mal, esta es Teresa Ribera Rodríguez, la titular del Ministerio ‘Para la Transición Ecológica y Reto Democrático de España’. Que, además, de ser de su absoluta confianza, y estar a su lado desde el principio de la legislatura, es Vicepresidente Tercera. Y es que, aparte de tener una cara de antipática que se la pisa, y de que, oyéndola, darte cuenta de que lo es en grado sumo… yo es que me descompongo cada vez que leo u oigo alguna declaración suya.


Pero vaya, debo decir que lo que cuento ahora no estaba previsto, después de lo que escribía ayer. Y es que cuando uno se activa… sale el sol ‘por donde quiera’. El caso es que me levanté (ya dije en alguna ocasión que, en mi despertar, normalmente ‘fluyo ideas…’) con otra de las ‘noticias’ de esta señora… y me pide el cuerpo despotricar un poco.

Nunca fuí de memorizar cosas, y máxime cosas desagradables, pero en estos años cada vez que ‘la tipa ésta’ abría el pico, era tal la sarta de demagogias (y sectarismos), dichos además en un despectivo tono de ‘ser superior’, que acababa cabreado. Y es que, aparte de que no se si el rimbombante nombre de su ministerio le da barra libre para intervenir en todo (desde la agenda 20-30, el cambio climático, el ecologismo, la gestión de energía eléctrica y de los hidrocarburos…) se mete, como buena militante de izquierdas, a tratar de arreglarnos la vida tratando de imponernos, con toda su caradura, lo que tenemos que hacer, o no hacer. Y es insoportable, caramba, que ya somos mayorcitos y sabemos de qué van las cosas….

Así, por ejemplo, impide que los ganaderos puedan defenderse de los lobos, demoniza (y arruina) a los fabricantes de coches con motor de gasoil, y a los amantes del toro de lidia, quiere prohibir la caza, lleva dos meses prometiendo topar el precio del gas para bajar, además, el precio de la energía eléctrica (dos meses de propaganda demagógica… y aún no se lo ha aprobado Bruselas, que ya, a buenas horas, mangas verdes… si viene el verano), sigue sin querer oir hablar de bajadas de impuestos y tasas excesivas (incluso pretendiendo aumentar aún más las del tabaco y el alcohol, y la tasa de bebidas azucaradas…), favorece solo a los de su cuerda ecológica, etc, etc.

Ahora nos sale diciendo que el gobierno deberá bajar la velocidad máxima de los coches, en autopistas, de 120 a 100 km/h… porque así se ahorrará un 5% de combustible. Y, por supuesto, añadiendo que “esta es una muestra más de que este gobierno se preocupa por sus ciudadanos, creando leyes que protejan el menor gasto para las clases pobres, no como el capitalismo y la derecha…” y toda esa suerte de demagogias baratas que acompaña a sus declaraciones. Pero de lo que se embolsa de más por mantener el IVA, que todos pagamos, cuando suben los precios… de eso nada, claro.

Vamos a ver, señora… hagamos números: si una persona se traslada, en coche, 120 km, a una velocidad media de 120 Km/h tarda, efectivamente, 60 minutos. Y gasta en gasolina… pongamos que unos 6 litros, que ahora los coches son muy eficientes.

Pero si va a una media de 100 km/h tardará… 60 + 12, o sea, 72 minutos. Eso si, gastará un 5% menos de combustible. O sea, que ahorrará 0,3 litros que, a 1,80€/litro, son 0,54 euros.

En resumen, si tardar 12 minutos más me supone ahorrar 0,54 euros, ahorraría, por hora… 2,70 euracos. O sea que un ciudadano, limitado a ir a 100 km/hora, podría perder de trabajar una hora para ganar… 2,70 euros.

Esta realidad supone que, quien la promueve, valora el tiempo perdido del ciudadano a una tasa (llevada a 160 horas mensuales) de… 432 euros/mes. Vamos, menos de la mitad del salario mínimo interprofesional. O sea, lo de siempre: este gobierno dice que trabaja para frenar el cambio climático... pero sus ocurrencias siempre son a base de explotar al contribuyente.

Siempre dijeron, los de los gobiernos de izquierdas, que ‘el dinero público no es de nadie’ (y asi lo despilfarran…). Ahora esta boba ministra debe de pensar, también, que 'el tiempo perdido por el honrado contribuyente no vale nada’. O para ellos vale, como acaba de verse, una miseria.

Y es así como se entiende claramente lo que los ciudadanos de a pie somos para los políticuchos de turno: una manada de borregos a los que se puede manejar a su antojo, hacerles ir por donde pretendas que deban ir, obligarles a hacer, o a no hacer, lo que les apetezca… y todo a base de demagogias baratas, controversias sectarias y manipulación propagandistica a tope.

Ministra Ribera, vete de una vez a freir puñetas, que eres sectaria, demagoga, vaga, fea...y mala.


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