lunes, 21 de febrero de 2022

¿Mano negra, ineptitud... o gafe?

Tal como están soplando los vientos por Genova 13, con el asunto Ayuso, no me atrevo a decir que se pueda conseguir una solución negociada, y que el presidente del Partido Popular ‘salve los muebles’. Porque hay una creciente marea que está señalando que no solo debe dimitir el secretario general, Teodoro García Egea, sino que también debe abandonar el cargo el propio Pablo Casado.

Y la pregunta que me hago, por la que hoy quiero lucubrar, es la del título: ¿Será que Casado es un inepto que llegó a su nivel de incompetencia (que decía ‘el Principio de Peter’), o será, simplemente, una persona ‘gafada’ a quien todo le sale mal… o si las cosas salen mal (y a la derecha española le proliferan los palos en las ruedas) es porque hay una mano negra ‘socio-económica’ que compra/adoctrina voluntades y mueve los hilos para que impere el ‘progresismo’… y la ‘progresía’ rompedora de valores tradicionales…?

Por centrarnos en el personaje… ¿Cómo aparece Casado? Pues Pablo es un palentino, nacido en 1981, abogado y economista, que se inició en las Nuevas Generaciones del Partido Popular, pasó por la Asamblea de Madrid, y luego (desde 2011) fue diputado en las Cortes Generales (por Avila) en varias legislaturas, llegando, con Rajoy, a vicesecretario de Comunicación, ya aposentado en Génova 13. En 2018 es invitado, como ‘joven promesa de la derecha española’ al Foro de Davos.

Porque se desarrolló, políticamente, en la época de ‘Don Tancredo’ Rajoy, que había derrotando al infausto Jose Luis R. Zapatero, pero que gobernó (entre diciembre 2011 y junio de 2018) solo desde el plano económico, sin meterse en líos políticos, no obstante poder disfrutar hasta de mayoría absoluta.

Y fué cuando se acuñó el término de ‘derechita maricomplejines’, por ser incapaz de cambiar leyes progretas introducidas por el socialista ZP, ejerciendo un continuo ‘laisez faire-laisez passer’ (‘porque… qué pereza’...) y cuando se desgajó del PP, y nació, VOX. Finalmente, a Rajoy le costó el cargo, por no saber reaccionar debidamente ante una moción de censura que presentó Sánchez, que en aquellos tiempos ya se había 'apoderado' del PSOE.

Fueron también los tiempos de la revuelta de los secesionistas catalanes, del mal uso del famoso Art. 155, del ‘ten con ten’ con ETA, del dominio del relato de la ideología de género, etc, etc.

En el Congreso del PP de julio de 2018, para la sucesión de Rajoy, Casado (ya con Teodoro García Egea como ‘manager general’ de su equipo, en el que estaban Javier Maroto, Cuca Gamarra, Isabel G.Tejerina, Andrea Levy, etc...), se presenta como ‘candidato de integración’ y logra los acuerdos necesarios para ser nombrado Presidente del PP, con el 57% de los votos, tras captar los de los partidarios de M.Dolores Cospedal, que perdía contra Soraya S. de Santamaría.

A partir de aquí, comienza su mandato. Y... ¿Qué ha hecho el PP desde entonces…?

Por ponernos en el presente, en medio de un creciente malestar general hacia el ‘gobierno sanchista’, tras el triunfo (personal) incontestable de Isabel Ayuso en Madrid, la derecha ‘arrasó’ también en las elecciones de Castilla y León, derrotando sin paliativos al PSOE, a Podemos, y a C’s… pero la cúpula de Génova sigue terne en su idea de no contar con VOX, declarando públicamente que nunca pactará con ellos... a pesar de que el PP apenas creció, y quien marca la diferencia, a favor de la derecha, son los escaños conseguidos por VOX.  Y hasta se ha llegado a insinuar la activación de un pacto de bipartidismo con el PSOE, que daría mucho oxígeno a Sánchez para mantenerse en el gobierno de la nación… y continuar el proceso de minado y exclusión del otro partido 'de la derecha', no obstante su continua aceptación por sus votantes.

No parecen nada listos, en octubre 2021 ‘la cagaron’ entregando a la izquierda la mayoría del Tribunal de Cuentas, y del Constitucional… y pronto se percibió el efecto del cambio. Como sucedió en la constitución de las Mesas del Congreso y Senado, en 2019, prefiriendo dar un puesto a partidos secesionistas en vez de dárselo (que por número de votantes le correspondía) a VOX.

Y no digamos el espectáculo de la moción de censura contra Sanchez de octubre del 20, donde faltó grave y escandalosamente al respeto a los votantes de VOX y, por supuesto, votó en contra del proponente, Santiago Abascal.

O apoyando, siempre que puede, la exclusión de VOX, por ‘populista’… pero no diciendo nada de los pactos con la extrema izquierda. Y, como otro ejemplo de incoherencia, continuando con el cordón sanitario, aceptando como socio a Ciudadanos, por ejemplo en Andalucía, y rechazando el más natural de ‘las derechas’… y arriesgandose tener mociones de censura, por transfuguismo o pactos por debajo de la mesa, como en Murcia, en Castilla, o el que se ‘cocía’ en Madrid hasta que lo zanjó Ayuso…

E irrumpiendo en campañas electorales regionales de forma errática, imponiendo criterios personalistas sobre las sensibilidades del votante local, lo que les llevó, en Cataluña, a convertirse, en las elecciones de febrero de 2021, en el 8º partido, con menos del 4% de los votos… y con casi la cuarta parte de los escaños que obtuvo VOX en esa Autonomía.

Y, por supuesto, tragándose con patatas, en esta legislatura, aparte de los ‘estados de excepción', y cierre de las Cortes, la aprobación de todas las leyes ideológicas, ‘cuando menos discutibles’ que el actual gobierno presenta (sobre memoria histórica, sobre identidad de género, sobre empoderamiento feminista, sobre exoneración cargos contra segregacionistas golpistas y/o asesinos, etc, etc…)

Y pasando de puntillas sobre el aumento desorbitado de impuestos, sobre los gastos prescindibles, sobre los enormes fallos en nuestra política exterior… e interior o, como el suceso de la anterior semana, con un ‘bobo de Trujillo’ en sus filas dándoles el voto necesario para que triunfase una contrareforma laboral, a la exitosa de la época de Rajoy. 'Bobo' que, por cierto, leo que no solo no lo han despedido sino que hace ‘trabajitos’ (twiteando masivamente consignas) para sus jefes, la cúpula genovesa.

Concluyendo: lo dicho, no se si Casado es un inepto, o es que es gafe… o si hay una mano negra que está manejando las decisiones políticas en España… pero el caso es que está haciendo todo lo posible para que el PP (esto es, la derecha, y el centro-derecha), no llegue a gobernar en nuestro pais… aunque si a mantener ‘sus carguitos’, y las bicocas correspondientes, en el papel de ‘fiel oposición’.

Y este último ‘affaire’, volcándose en el espionaje para tumbar a Isabel Ayuso, basado en una comisión, o contraprestación laboral, de su hermano, de menos de 60.000 euros… cuando no se les ocurrió pagar a agencias de detectives para levantar escándalos mucho mayores, con las adjudicaciones hechas por ‘la’ PSOE (casos de Salvador Illa, Abalos, Calviño, Oltra, e incluso el propio Sánchez (en el negocio de sus padres), etc, etc. es tan burdo y disonante, y tan clara la intención espuria de evitar que alguien del partido ‘les desarme la bolera’ que los votantes, y muchos cuadros y ‘barones’ del Partido Popular, han ‘explotado’ y están empezando a decir que, por mano negra, ineptitud, o simple esencia de ‘gafe’... es hora de que se vaya Casado. Y con él, por supuesto, todo su equipo.

Ahora debería tocar un proceso de Gestora-Congreso-Candidato. Porque entiendo que habría que refundar un nuevo PP, y ojalá sirviese para unificar de nuevo la derecha española (como pasó con José María Aznar)… que ya empieza a insinuarse que VOX, aun navegando, en la opinión pública, con la mala prensa que continuamente los estigmatiza… ya les adelanta en número de votos.
Pero vete tu a saber… Así que esperemos acontecimientos (como sospecho que los espera Sánchez, que debe de estar a la expectativa para mover sus piezas… y tratar de consolidarse, otra legislatura más, en el gobierno).

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