martes, 4 de mayo de 2021

Malditos políticos, malditos impuestos...

Hoy me voy a desfogar un poco. O sea, a hablar con vehemencia. Sobre, como dice el título, los malditos políticos y los malditos impuestos. Porque hay algo consustancial en ellos: que los politicos despilfarran alegremente el dinero que se recauda con los impuestos… y como son los que legislan, lo tienen muy sencillo: si se necesita más dinero… que el contribuyente se rasque el bolsillo y ‘contribuya’... creando nuevos impuestos.

Y ya dije el otro día que el contribuyente (que es claro que es el ‘socio capitalista’ de la empresa-estado) debería poder exigir, como hacen los accionistas de una empresa privada, que los gestores de la empresa se desenvuelvan con ‘eficacia y eficiencia’. Y, por supuesto, que la Ley admita que los políticos al mando de un órgano público puedan ser responsables civiles de sus actos, y que se les pueda demandar al menos por malversación y/o despilfarro de capitales ajenos.

Porque, si no, estamos en lo de siempre: en gastar lo que me apetezca, endeudarme con el mayor descaro... y el que venga detrás que arree. Y, para sostener el ‘arreo’… siempre están las subidas de impuestos, tasas, o formas de recaudación, hábilmente razonadas para que ‘cuelen’ sin problemas.

Estos días de habla, en especial, de dos: una es la cobrar a todos los conductores por el uso de las autovías… y algunos ya han añadido de que por qué no de todas las carreteras. ¿Razón? El mantenimiento de la red viaria. Así que se está estudiando una tasa por km recorrido. Es decir que, aparte de los impuestos generales (que el Estado administra, y hay grandes partidas para infraestructuras), los impuestos específicos sobre la gasolina y el gasoil (que son al menos la mitad del precio que pagamos por ellos)… ¿Para qué son?

Pero lo que es aún más grave es el sablazo que preparan con la eliminación de la bonificación por declaración conjunta del IRPF… que es de juzgado de guardia. Si, porque resulta que, en la declaración de la renta, si una pareja vive de unos ingresos de, por ejemplo, 30.000 euros al año, paga mucho más a Hacienda si esos ingresos proceden de uno solo de ellos que si (por ejemplo), trabajan ambos y declaran dos sueldos de 15.000 euros al año. Y para evitar este agravio comparativo nació la bonificación por ‘declaración conjunta’… que ahora quieren quitar, alegando, con la mayor cara del mundo, ‘que desincentiva que la mujer busque trabajo’.

Bueno, no voy a meterme con mi, muchas veces mencionada, teoría de ‘los dos roles’, que tanto se da en la Naturaleza para proteger la crianza (que también...), pero por lo menos que solucionen el agravio comparativo que existe, a la hora de declarar por IRPF, entre una familia con un único sueldo de 30.000 euros, y otra con el mismo poder adquisitivo, pero viviendo con dos sueldos, de 15.000 + 15.000 euros.

Que yo lo arreglaría fácilmente… sin más que legislar que, en el caso de matrimonios (por ejemplo, de jubiletas) en régimen de gananciales, el sueldo (la pensión) del cabeza de familia se asigne, en su 50%, a su cónyuge. Que es lo natural, incluso lo lógico, ya expresé también, en otro momento, que el trabajo de ama (o amo) de casa, con tanto ‘trabajo sordo’, y tanto sacrificio, tenía que estar valorado… y cotizado.

Pero me temo que poco se puede esperar de estos progretas. Y mucho que temer... porque a ver si el paso siguiente es quitar la ‘viudedad’… que después de todo también tiene su origen en un miembro de la pareja que no trabaja porque se obliga a quedar ‘a cargo de la unidad familiar’…

Y es que les encanta cambiar el mundo, y sus costumbres tradicionales, muchas ancestrales… y por supuesto gastar dinero a manos llenas ‘con cargo a los Presupuestos del Estado’. O sea, aquello de que ‘el dinero público no es de nadie’. Y encima, les encanta aún más considerarnos, al pueblo llano, como tontos. O como súbditos desprovistos de elementales derechos, claro.

Así que si falta dinero, nada de ajustar el gasto, no, no, como la gente es idiota, les subo los impuestos, les pongo tasas hasta por respirar… y ya tenemos dinerito fresco para gastar a nuestro antojo… y para colocar bien a nuestros amiguetes. Vamos, que el caso de los 22 ministerios (muchos ministros, ni están… ni se les espera), los cientos de asesores, las subvenciones peregrinas, o el famoso caso de tener una niñera ‘alto cargo del Ministerio de Igualdad’ solo son ejemplos paradigmáticos… y los hay a cientos.

Y claro, las deuda se dispara, ya se habla de que los españoles necesitaremos no menos de 40 años para reducir el déficit actual… y no hay ninguna Ley que permita procesar a los políticos cuya gestión, o despilfarros, arruinan al pais. Claro, como las leyes las crean ellos…

Así que lo de siempre: la huida hacia adelante (‘patada a seguir…’) pasando el ‘marrón’ al siguiente… y, en extremo, en vez de rascarse el bolsillo, o gastar con más cautela… a inventar algún nuevo impuesto (verde, energético, igualatorio, feminista, contra el calentamiento global… o simplemente 'porque lo merezco'…) y vender el percal a la opinión pública, con un discurso demagígico y con algunos paniaguados en los medios de comunicación afines… para que el pobre contribuyente asimile que es normal que ‘suelte la pasta’.

Pero, por supuesto, cuando toque estar en la oposición… a criticar fuertemente al oponente, por las mismas cosas. Lo dicho: cínicos de mierda, malditos políticos, malditos impuestos… hay que buscar la manera de acabar con esta sangría. El problema es cómo...

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