jueves, 5 de noviembre de 2020

Sabiduría oriental

Pues eso, que las civilizaciones orientales, como pueden ser las chinas, o las japonesas, incluso las tibetanas y las indúes, tienen unos conocimientos ancestrales tan absolutamente distintos a los que podriamos llamar ‘occidentales’… que a veces pienso si, otrora, no fuimos dos mundos, con dos proyectos humanos completamente diferenciados…

Bromas aparte, la verdad es que son muy diferentes a nosotros, su cultura siguió, tradicionalmente, otros caminos, y alcanzó otras metas, basta pensar en (por ejemplo) la medicina oriental, la acupuntura, o en la propia cocina, y la alimentación, por no hablar de las famosas artes orientales como el judo, el taichi o el kung fu, o de la meditación y el control mental, los faquires, las propias ancestrales religiones, etc, etc.

No soy experto investigador de estas intrigantes culturas, y por tanto no tengo el menor interés (y conocimiento) en escribir aquí un pequeño tratado… pero el caso es que me topé con un curioso truco oriental para dar el resultado de multiplicar dos cifras de dos números… y me apetece apuntarlo en el Blog, para recordarlo en el futuro. 

Y seguro (a mi me suena haber visto más cosas parecidas) que hay muchos ‘trucos’ más, como pueden ser los ábacos, aquello del método ‘aloha’ de cálculo mental para superdotados ‘visualizando’ las operaciones del ábaco, etc etc.

Vamos al asunto: supongamos que quiero saber cuanto es, por ejemplo, 32x26. Vale, modernamente, con cualquier calculadora, o preguntándoselo a Google, diríamos que son… 832. Pero supongamos que estamos en una isla desierta y bla bla bla... bla bla bla.

Pues según un método, no de si chino, o japonés, bastaría pintar en la arena unas rayas diagonales, de izquierda a derecha, para el primer número (3 y 2 rayas 'azules') y luego otras (2, y 6, las 'rojas') más o menos perpendiculares, y cruzando (como he comenzado a marcar), a las anteriores. Y ya solo queda trazar dos curvas que separen las esquinas izquierda y derecha (A y D) que se forman. Algo así: 

Bien, pues hecho esto, ahora vamos sumando las intersecciones que hay en los 4 vértices A, B, C y D, de la siguiente forma:
en A hay 12, o sea, 10 +2. Anoto 2 (y 'llevo' 1, para sumar al siguiente)
en B+C hay 22, mas 1 que llevaba...23. Así que anoto 3 y llevo (para sumar al siguiente) 2
y en D hay 6. Mas 2 que 'llevaba'… anoto 8
Y, ¡Oh milagro...!, el resultado del producto de 32x26 es, precisamente… 832

Fácil ¿no? Pues hala, ahora te vas a una isla desierta y practicas con otras parejas de cifras, para comprobar que el truco es ‘universal’.
Ah… y ‘zhù hǎo yùn…! (Buena suerte, en chino)

Aunque el fondo de la cuestión es... ¿qué misterio encierra las Matemáticas, como ciencia ancestral, cuando se pueden hacer cálculos matemáticos dibujando cosas, como el truco que presento hoy (o, por ejemplo, calcular pasando las fichitas de un ábaco de una parte a otra...) El día menos pensado alguien va a explicar un método para calcular una raiz cuadrada, a lo mejor dibujando áreas de círculos y cuadrados. Al tiempo... 

(¿O hablamos de la relación entre las Ciencias Matemáticas y la Música...? Empiezo a entender a los que dicen que eso de las matemáticas es un mundo apasionante...)

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