Quedé muy sorpredido cuando me topé, por primera vez, con este concepto. Y es que hace referencia a un principio metodológico (incluso filosófico) que es
una verdad como un templo... quizás porque, después de todo,
Guillermo de Ockham, a quien se le atribuye, era un fraile franciscano.
Quien tenga curiosidad
que lo mire en la Wikipedia, pero, en resumen, expresa la siguiente idea:
“en condiciones similares, lo más sencillo suele ser lo más
correcto”
Y desde luego, es una de las claves que nunca debe uno olvidar al analizar algo.
Me llegó ayer una historieta muy simple:
Se trata de un señor, llamémoste Juan, que, paseando por un camino, se encontró un sobre que contenía 800 euros.
Juan era una persona honrada y cabal y, viendo que el camino conducía
a un merendero, se acercó a él a preguntar si alguien había
perdido ese sobre.
El dueño, llamémosle Pedro, le dijo que si, que él había perdido
un sobre con dinero. Pero, como era un 'rata', además quiso
'madrugar' al pobre Juan, y le dijo que él tenía 1000 euros, y que
le faltaban 200.
Por más que Juan le juró que eso era todo lo que había en el
sobre, Pedro seguía en sus trece y tanto llegaron a exaltarse en la
discusión sin dar su brazo a torcer, que decidieron llevar el caso
al Juzgado de Guardia del pueblo.
El Juez tenía fama de hombre justo y, oidas las partes, dictaminó
lo siguiente:
'Don Juan, no dudo de su versión, porque es ilógico que quisiera
devolver el sobre encontrado, quedándose con una parte del dinero,
ya que podría, simplemente, no decir nada y quedarse con todo.
También es completamente ilógico que alguien, un tercero, haya
encontrado antes el sobre, tomado 200 euros y dejando el resto.
Y tampoco tengo motivos ciertos para dudar de su palabra, Don Pedro,
puesto que es usted un vecino del que nunca ha llegado a este Juzgado
queja alguna'.
Por tanto, si usted jura, Don Pedro, que perdió un sobre conteniendo 1000 €, y usted, Don Juan, reconoce que encontró, y quiere devolver, un sobre conteniendo 800 €, mi conclusión es que ese sobre encontrado no es el suyo, sino otro.
En consecuencia, quédese, Don Juan con el sobre encontrado, hasta que aparezca su dueño... y confíe usted, Don Pedro, en que un día aparezca su sobre perdido con los 1000 euros que indica.
Ockham cabalga de nuevo...
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