miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ay, Dios... ¿Hay Dios...?

Hoy me he levantado en plan filósofo y hombre, para empezar, tendré que decir no me considero ateo, y además me eduqué en los jesuitas, así que si que debe haber Dios ¿No? Claro que entoncesnos argumentaban cosas tan peregrinas como que el cristianismo era la religión verdadera... porque no podría perdurar tanto si no lo fuese. 
Lo que significa que quizás debiéramos pasarnos al judaismo, al budismo, al hinduismo o seguir a Confucio, a Lao Tse o a Zoroastro. Pero bueno...

La cuestión es que, volviendo al título, hay algo que hace mucho que bulle en mi mente: y es la idea de que no estoy de acuerdo con lo que se dice de que Dios ha creado al Hombre... sino que, más bien, entiendo que hemos sido los hombres los que hemos creado a Dios.

Y es que, en esencia, el Dios en el que creemos los humanos representa lo inaccesible, lo desconocido, lo enigmático, el avatar del destino, la esperanza (incluso irracional), el poder apuntar las cosas 'a beneficio de inventario', la conciencia ética, la necesidad de confiar en algo superior, el espíritu...y cada uno puede valorarlo a su manera.

Y, así, fue nuestro dios el fuego, el rayo, el sol, el destino, 'el más allá', el poder... e incluso los visitantes extraterrestres, que ya he dicho en alguna ocasión que soy firme creyente de nuestro origen exógeno.

El caso es que considero bueno tener ese punto de fe en algo superior, que nos iremos creando, y definiendo sus alcances, conforme al conocimiento que cada uno vaya adquiriendo.

Un día leí que parece ser que esto pertenece a la pura teoría existencialista, cuyo principio bien pudiera ser, como decía Jean-Paul Sartre, que 'el hombre no es otra cosa que lo que él se hace'.

Pues bueno, será que soy existencialista, aquello de que la 'existencia' (el ser humano, consciente, responsable e independiente) precede a la 'esencia' (los estereotipos y las definiciones aceptadas, preconcebidas por otros)

Nunca conocí, ni leí, a Sartre. Pero mira, me alegro que ese chico, el amigo Jean-Paul, coincida conmigo en estas ideas...

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