Oí hace poco que habían bautizado con el nombre de ‘13 Reyes’ a un conocido pasacalles de gaitas, muy tocado en los Premios Princesa de Asturias. Y esto fue en homenaje a los trece reyes caudillos de la monarquía asturiana que, aunque algunos (creo que 5) merecieron el nombre de ‘reyes holgazanes’, la verdad es que, para los asturianos, al menos los otros ocho son muy queridos, y conocidos, a pasar de que no todo el monte es orégano y algo brutos, como era la cultura goda, si que debieron ser.
Pero lo que no es tan conocido, por la gente, es que detrás de estos reyes había habitualmente unas reinas... que cuando fallecía su rey algunas hasta se solían retirar a un convento, del que, al fallecer, parece ser que salían, para enterrarse junto con su esposo y perdurar, así, en la historia.
Y a estas mujeres quiero también rendir un homenaje, que alguna seguro que también tuvo su papel en la Reconquista, como por ejemplo Adosinda, nieta de Don Pelayo y del duque de Cantabria, que reinó con el Rey Silo y cuidó y protegió a su sobrino Alfonso II... y que la Historia no nos lo ha contado.
Esta historia de la monarquía asturiana es la historia de una dinastía (o de dos, que se entrecruzan varias veces, la astur, de Pelayo, y la cántabra, del duque Pedro). Así que ésta es la relación de los Reyes, y Reinas, de ‘la gran aventura del Reino de Asturias’, que tan bien glosó José Javier Esparza…
722 a 737. Estamos en el reinado de Pelayo, o Belai al Rumi, como le llamaban los sarracenos. Según se cuenta, Don Pelayo casó con Gaudiosa, un personaje poco conocido, del que incluso se duda del nombre. Parece ser que Pelayo, se supone que de joven, se casó con una mujer de Cosgaya (‘Causegadia’), en la comarca de Liébana, Cantabria, que solía frecuentar ‘por asuntos de negocios’ (trata de caballos).
937-339. Le sucede Favila (hijo de Pelayo y de 'la' Gaudiosa), al que mató el famoso oso, y precisamente en Cosgaya. Favila estuvo casado con Froiluba (al parecer, Froila López, de la que no se conoce nada más) y tuvieron hijos… pero (quizás por ser muy jovenes) quedaron al margen de la sucesión dinástica, que pasó a Alfonso I.
739-757. Alfonso I (el Católico) era hijo del duque Pedro de Cantabria, sucedió a su cuñado Favila, ya que estaba casado con Ermesinda (hija, también de Pelayo y Gaudiosa). El, desde su corte, y su hermano Fruela de Cantabria (también conocido como Fruela Pérez (hijo de Pedro), desde los campos de batalla, iniciaron, realmente, la Reconquista. Que, como parece lógico, ya que eran cántabros, abrieron un frente, hacia el Duero, por el Este de Cantabria (Amaya, valle de Mena, etc)
757-768. Reina Fruela I (el Cruel). Era hijo de Alfonso I y Ermesinda. Abre fronteras y casa con Munia de Alava. Bastante malvado, mató a su hermano Vimarano y, a su vez, murió asesinado, por sus nobles, en Cangas de Onís.
768-774. Aurelio sucede a Fruela I. El ahora elegido por los nobles cortesanos era hijo de Fruela de Cantabria (Fruela Pérez), el hermano de Alfonso I. Su reinado fue muy tranquilo, parece ser que era más negociador que guerrero, y no se le conoce ni esposa ni hijos. Fijó su residencia, cerca de Oviedo, en tierras del actual concejo de Langreo (en San Martín del Rey Aurelio).
774-783. Tras Aurelio, accedió al trono Silo, un noble de Pravia, que estaba casado con Adosinda, hija de Alfonso I y Ermesinda (hermana, por tanto, de Fruela I). Llevó su corte a Pravia. Es famosa la piedra laberíntica (o acróstico) de Silo (el ‘Silo princeps fecit’). Por cierto, Silo y Adosinda fueron coetáneos de Abderramán I, que inició la mezquita de Córdoba, y de Carlomagno.
783-789. A la muerte de Silo, la reina Adosinda promovió a rey a su sobrino Alfonso (Alfonso II el Casto, hijo de Fruela el Cruel y de la reina Munia), pero los nobles enemigos de Fruela I proponen a Mauregato, hijo ilegítimo de Alfonso I, y le usurpa el trono. Alfonso huye a tierras alavesas, cuna de su madre Munia y Mauregato, casado con una tal Creusa, reina hasta su fallecimiento, en 789. Forma parte del grupo de ‘los reyes holgazanes’ y se dice que fue el instaurador del ‘tributo de las 100 doncellas’. Con la Reina Creusa tuvo un hijo, Hermenegildo, que no accedió al trono porque los nobles asturianos, a su muerte, eligieron a Bermudo... pero fue una mala elección, porque enseguida dimitió.
789-791. Bermudo I (el Diácono) era hermano de Aurelio, hijo también, por tanto, del cántabro Fruela Pérez, al parecer abandona el convento y casa con Uzenda (o Adosinda) Nunilona, llamada también Nunila, se dice que natural de Coimbra. Parece ser que lo suyo no era gobernar y, tras ser vencido varias veces por Abderramán I, solo aguantó dos años, abdicando en 791.
791-842. Retorna de Alava Alfonso, el hijo de Fruela I y Munia (y sobrino de la reina Adosinda) que, repuesto al trono, reinaría, ahora, como Alfonso II (el Casto), durante nada menos que 51 años. Fue quien fijó la corte en Oviedo, que creció y se consolidó como capital, tuvo amplios contactos con Carlomagno, fue el primer peregrino a la tumba de Santiago, iniciando el ‘camino primitivo’ y está enterrado, parece ser, en la catedral de Oviedo. No se le conoce esposa o pareja.
842. Reina, efímeramente, Nepociano, pariente de Alfonso, que usurpó el trono al morir éste. Pero fue rápidamente derrocado por Ramiro, hijo, al parecer, de Bermudo el Diácono y de la reina Nunila, que, si se casaron hacia el 790, debía tener ya sus añitos.
842-850. Efectivamente, cuando Ramiro I de Asturias, hijo de Bermudo I y de la reina Nunila, accede al trono, ya había estado casado, y enviudado, con Urraca. Se vuelve a casar, al ser coronado, con la castellana Paterna, con quien no tuvo hijos. Su reinado, relativamente corto, fue muy prolífico, floreció la ‘arquitectura ramirense’ (Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo…)
850-866. Ordoño I de Asturias (hijo de Ramiro I y Urraca). Se educó, y vivió en Galicia, ayudando a administrar y gobernar, allí, el reino de su padre, de quien, a su muerte, heredó la corona. Ordoño fue el primer rey asturiano que accedió al trono por herencia, no por elección de la nobleza cortesana. Casó con la reina Nuña (y tuvo 6 o 7 hijos).
866-910. El último monarca asturiano fue Alfonso III de Asturias (el Magno), hijo de Ordoño I y Nuña y casado con la reina Jimena Garcés, probablemente de origen navarro, se dice que emparentada con la monarquía naciente del Reino de Pamplona (luego de Navarra). Fueron quienes donaron la Cruz de la Victoria a la catedral de Oviedo. Pero con este matrimonio concluye el llamado Reino de Asturias, ya que repartió el trono entre sus hijos García, Ordoño y Fruela, que ya en vida de su padre (e imitando la trayectoria de su abuelo Ordoño) fueron designados, respectivamente, para el gobierno y control de los tres principales ámbitos del reino: la frontera centro-oriental (la futura Castilla), Galicia y Portugal, por otro lado, y Asturias. Y a partir de aquí ya fueron, efectivamente, los tres primeros integrantes del naciente Reino de León, ciudad que, al estar más cercana a los 'frentes' de la Reconquista, acogió la corte de la vieja monarquía asturiana.
Y hasta aquí esta pequeña incursión histórica, que no tiene más ‘enjundia’ (para mi) que el recordar los nombres de las reinas asturianas. Desde luego, en Google, y en la Wikipedia, que fueron mis fuentes, hay una bastante extensa documentación sobre estos reyes y reinados, y a ella me remito. O, por ejemplo, a la crónica Albeldense, o las de Alfonso III (la Rotense y la "ad Sebastianum" o Sebastianense), etc, etc.
Por cierto, una pregunta intrigante… ¿Y en qué lengua se comunicarían nuestros Pelayo, Alfonso, Fruela, Ramiro… y sus damas? ¿En latin…? ¿En un proto-asturleonés…? ¿En godo…? Porque estamos hablando de los siglos VIII y IX, es decir en la ‘Alta Edad Media’… y que yo sepa el ’español’ se empezó a balbucear hacia el siglo décimo...
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