Así que, mientras esperamos ‘ver en qué queda la cosa’, y cómo, finalmente, se gobernará nuestro país, relajémonos un poco. Por ejemplo, hablando de la arena de nuestra ‘urbana’ playa del Sablón que, con las obras del puerto, y con su sambenito de ser ‘una playa de fachas’… ha sufrido un profundo abandono a su suerte.
Por ejemplo, en estos momentos padece de una enorme pérdida de arena, que posiblemente nunca se recupere, porque siempre se dijo que las playas se conformaban ‘entre puntas’, y el nuevo puerto, manteniéndose la ‘punta del Guruñu’, ha visto como la otra (¿Habrá que decir la de la derecha... o la de estribor…?) ha avanzado no menos de 80 metros por las obras del nuevo puerto… y eso influye, indudablemente, en las corrientes y el flujo de la mar.
Y es tema muy común de conversación entre los viejos usuarios del Sablón, que siempre conocimos esa playa ‘como un tapiz’, donde en los partidos de fútbol parecía que jugábamos en el Bernabeu, y donde no había ni una roca y podías coger ‘los cebes’ de las olas (lo que ahora es el surf o, más técnicamente, el ‘bodysurf’) sin más peligro que chocar, llegando a la orilla, contra la pierna de alguna madre-bañista.
Con mi espíritu de ingeniero en ristre, como encontré, en mis archivos, una foto general de la playa hecha hacia los años 55-60 (o sea, de hace cerca de 70 años), me apresuré a sacar una foto, con similar enfoque, y tratar de encontrar referencias para poder hacer comparaciones.
Helas aquí…
Mi conclusión es clara: nuestra playa de ‘El Sablón’ ha perdido, en estos 20 últimos años, entre 2 y 3 metros de arena… que no es moco de pavo, porque aflora el substrato rocoso del arenal. Y esto (y las grandes piedras, y ‘zahorra’ que, procedentes del nuevo puerto, acabaron llevando las corrientes hasta la playa) la han hecho incómoda para los juegos, y para el baño cuando hay fuertes olas, a determinados niveles de la marea. O sea, ya no es nuestro ‘Sablonín’.
Claro que (aquí ya entramos en el terreno de la ‘deformación profesional'…) reponer la arena perdida, si hablamos de 2,5 metros, en un ancho de unos 80, y a lo largo de otros 100… estamos hablando de 20.000 metros cúbicos de arena que, si tuviésemos que traerla en camiones, de modo que, como la arena seca tiene una densidad de 1,5 Tons/m³ y la húmeda de 1,8, necesitaríamos hacer 2.400 ‘viajes’.
Que no es tanto, una flota de solo 10 camiones, a 10 viajes/día… lo podrían hacer en un mes.
(Aunque lo ideal sería poder extraerla de la mar y ‘gunitarla’ (palabro de la jerga de la construcción que procede del inglés 'gun', pistola, cañón), desde un barco, a la costa, como vi hacer, así, la playa de Gros (la Zurriola) de San Sebastián).
Por cierto, un último apunte ‘tecnológico’: veamos, si la densidad de la arena ‘seca’ es de 1,5 (Kgrs/litro, o Tons/m³)… ¿Cómo puede tener la arena ‘húmeda’ una densidad aproximada de 1,8… si el agua contenida tiene una densidad menor, de solo 1 Kgr/litro…?
Pues bien, la solución (a esta paradoja) es muy sencilla: es porque el agua añadida para humedecer la arena ‘no sustituye granos de arena’, sino que ‘rellena espacios’ (entre los granos de arena). Y, por tanto, el añadida el agua a un metro cúbico de arena seca... suma, no ‘intercambia’. Más o menos lo que explicaba en aquella simpática vieja entrada que titulé ‘Dos tazas de café’.
Pero en fin, aquí acabo mi primera 'serpiente de verano'… mientras se acerca el 17 de agosto, donde los bloques Centro-derecha, y el ‘Frankenstein 2.0' que confía establecer Sánchez, tendrán su primer ¿enfrentamiento? para dilucidar la presidencia y la composición de la Mesa del Congreso... y que así el Rey de los españoles pueda empezar a 'evacuar' consultas con los grupos parlamentarios para llegar a proponer un candidato 'viable'... o proponer ir a nuevas elecciones.
(Por cierto, la última maldad es que los nacionalistas catalanes de Puigdemont siempre se han negado a visitar 'al Rey de España'. Y, sin este 'despacho' previo... ¿Podría saber el Rey si la candidatura de Pedro Sánchez es 'viable'... para proponerle que forme gobierno?)
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