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ras haber transcurrido 25 días desde las elecciones del 23-J donde - y yo diría que con gran sorpresa… - los españoles vimos que el bloque centro-derecha quedaba a 5 escaños de la mayoría y que, por lo tanto, Pedro Sánchez, pactando con todas las fuerzas de la izquierda, con el radicalismo y con todo el separatismo (sea de derechas, de izquierdas, golpista, o terrorista...), podría mantener el poder… ayer, 17 de agosto, tocó constituir las Cortes Españolas, dando comienzo oficial a la siguiente legislatura con el nombramiento de los Presidentes (del Congreso (puesto básico, y tercera autoridad del Estado) y del Senado, y sus Mesas, y la toma de posesión del cargo de los diputados y senadores electos.
El paso que sigue es la apertura de consultas, por parte del Jefe del Estado (el Rey), con los distintos grupos parlamentarios (del Congreso) para que le confirmen sus específicas intenciones de voto y así ver quien puede tener la mayoría, para nominarlo como candidato a formar gobierno… y sea viable. O, en caso contrario, disolver estas Cortes e ir a unas nuevas elecciones.
Es por tanto, en este periodo, que empieza con la elección del Presidente del Congreso (que debería ser un ‘arbitro’… pero que últimamente se viste (y ejerce) con la camiseta de ‘su equipo’… y con el uso de sus potestades permite, o bien gobernar con comodidad, aprobando Decretos o desestimando recursos… o viceversa, frenar las iniciativas del Ejecutivo), donde afloran (o deben aflorar) los pactos, cesiones, ‘compras de voluntades’, etc. para ‘amarrar’ el voto favorable…
Sin embargo, esta vez este tiempo ha transcurrido dentro de un expectante ‘silencio administrativo’, todo el mundo calladito, sin asomar la patita… de manera que ‘la ciudadanía’ (y la prensa) se hacía cábalas sobre si un ‘gobierno Frankenstein 2.0’ tendría tal precio (Sánchez tendría que pactar, y ‘comprar’ el voto de Bildu, Ezquerra, PNV, BNG, el JxCat del prófugo Puigdemont… y de unos 18 partidos (comunistas, podemitas, feministas, ecologistas, radicales y marginales que conforman el colectivo SUMAR) que incluso no se atreverían, y cederían ‘el honor de levantar la actual España’ al PP de Núñez Feijóo.
Pero nuestro ínclito Pedro Sánchez-Castejón es… ¿Un cesarista…? Y, yo diría que hasta enfermizamente, no solo se ha negado a reconocer su derrota sino que está dispuesto a vender España con tal de hacer morder el polvo a la derecha que le venció (pero insuficientemente) en las urnas… y seguir gobernando ‘a su capricho’ unos ¿años…?. Pasándose por el arco del triunfo el rechazo popular, la crisis creada, la falta de sintonía con la Monarquía constitucional (o el querer pasar por encima de ella) y la fractura de la nación española.
Y prueba de ello es que ha pactado (y a estas alturas solo conocemos parte del precio) que la Presidencia de las Cortes recaiga en la socialista-nacionalista balear Francina Armengol, cuyo currículo está plagado de claras muestras de sectarismo dictatorial, pancatalanismo acérrimo y escándalos varios en su mandato como presidenta de Baleares.
Y escasa formación en Leyes (es farmaceútica).
El precio (conocido) pactado es el del derecho a hablar en catalán, vasco y gallego en las Cortes (hala, a crear un Cuerpo de Traductores… porque parece ser que el derecho a que te hablen (a un asturiano, castellano, extremeño, andaluz…) en su ‘único’ idioma oficial… parece ser que no existe), que se abran las puertas a investigar las actuaciones del CNI (Centro Nacional de Inteligencia, las ‘cloacas’, vamos) que afectan a Cataluña y la ‘desjuicialización’ de todo lo referente al secesionismo que incluye, posiblemente, que se tramite con urgencia, y como ‘Decreto-Ley’, una amnistía para los golpistas separatistas. Por cierto, ‘amnistía’ tiene la misma raíz semántica que ‘amnesia’. O sea, a olvidar. De los vascos aún no ha transcendido nada, pero yo creo que es porque esperan su turno.
Porque esto solo es el principio, ahora viene la sesión de investidura… y aún queda la amnistía fiscal, la condonación de todas las deudas, el levantamiento de las causas penales contra los golpistas, la cesión de atribuciones propias del estado… y el chorro de millones de euros que se va a desviar a las ‘comunidades y los colectivos amigos’… que pagaremos con nuestros impuestos y que se aprobarán rápidamente en las Cortes gracias a, ‘buen hacer’ de su Presidenta, como pasó en la legislatura anterior con Meritxel Batet.
Decía yo lo de ‘Fuera caretas’ porque creo que este era el momento, ya que las votaciones para la elección de la Presidencia y Mesa del Congreso son secretas, por papeleta y urna, cuando cualquier diputado del PSOE ‘con sentido de estado’ podría haber frenado el sinsentido de empezar una legislatura y (presumiblemente) un gobierno bajo el chantaje y extorsión de unos partidos que quieren destruir España ya que, como decía un importante miembro del PSOE, ‘el mando a distancia del gobierno lo va a tener Puigdemont’… que es, ‘como mínimo’, un prófugo de la justicia española.
Y pensaba yo también que Núñez Feijóo, una vez que los grupos separatistas anunciaron en rueda de prensa que apoyaban votar (al precio concertado) a la candidata a la Presidencia de las Cortes que presentaba el PSOE, tenía que haber pedido públicamente que al menos 8 diputados del PSOE de comunidades ‘de segunda’ es decir, no nacionalistas (y representantes, por tanto, de los españoles que vamos a ser ‘esquilmados’) tuviesen el valor de introducir (en el voto secreto) una papeleta en blanco… para frenar el despropósito.
Porque estoy seguro de que, con una Presidenta de las Cortes proclive a retorcer la Ley para que no haya más votaciones secretas… serán todas ‘nominativas’, o ‘a mano alzada’. Donde, siendo claros, el discrepante ‘se tenga que jugar el sueldo’.
Pero, quitadas las caretas… no hubo sorpresa alguna, y todo apunta a qeu sus Señorías quieren otro gobierno de Sánchez-Castejón (...‘¡Que te vote Puigdemont…!’).
Y, por cierto, también en el otro bloque ‘cuecen habas’ a calderadas, y ha quedado al descubierto, de nuevo, el ‘cainismo’ de la derecha, y VOX, tercera fuerza política nacional, ha quedado al margen de la Mesa del Congreso, al no cederle una plaza (de las 4 que se le adjudicaron) el PP. Es insólito que los políticos (que no los votantes) sigan con el cordón sanitario...
Y así, en un momento en que, respecto a anteriores elecciones, un 40% más de españoles han votado a partidos ‘estatales’ (PP y PSOE)… parece ser que, por nocivos personalismos, vamos a estar gobernados por una minoría separatista y antiespañola… y por antisistemas y comunistas… y con la derecha política desunida.
Empezamos bien… Ahora, a ver qué pasa con ‘el premio gordo’, esto es, con la conformación del Gobierno. Ojalá haya algo de cordura (o, incluso, de desacuerdos en esa 'jaula de grillos' que va a ser 'el bloque Frankenstein 2.0')... y vayamos, al menos, a unas nuevas (y rápidas) elecciones. Ya lo dije… cómo se echa en falta un sistema electoral ‘a doble vuelta’… y alejarnos, de una vez, de las ‘minorías-bisagra’ que tanto nos distorsionan… y del consecuente trapicheo.
Pero dudo que pueda conseguirse.
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