O sea, todavía estamos en la fase en que todo el mundo opina, y se toma partido, bien sopesando la gravedad de los hechos, e incluso 'metiendo cizaña', o bien se decide mira para otro lado, o buscar excusas peregrinas… o hasta considerase víctima de un complot de la España anticulé y anticatalana.
Este es el momento en el que entran en juego, normalmente desde el bar (con ‘b’), por un lado los juicios basados en el sentido común… pero, por otro, también entran en juego las especulaciones, las teorías conspiranoicas, los movimientos populistas (e incluso políticos) de autodefensa. Es el momento, por tanto, de ‘la mierda por aspersión’, sin esperar a los juicios basados en la Judicatura, quizás porque ya sabemos que, en manos de jueces, fiscales y abogados, puede llegar a ocurrir ‘cualquier cosa’.
Pero es cuando, racionalmente, solo podemos (y debemos) partir (y cargar más o menos las tintas) sobre los dos únicos hechos probados:
- Uno, que Hacienda ha descubierto que el Barça (sus diversas directivas) ha estado efectuando ‘extraños pagos’ durante 17 años a una (en realidad, dos) empresas ‘ad hoc’ de un señor apellidado Negreira, y su hijo, por un montante de más de 7 millones de euros.
- Y otro, que ese tal Sr. Negreira era el Vicepresidente del Comité de Árbitros de la Liga de fútbol.
Hombre, y que durante ese tiempo el Barça ganó muchas Ligas y, aunque de esto no hay pruebas fehacientes, siempre se dijo que ganaban algunos partidos muy beneficiados por las decisiones arbitrales…
Verde y con asas… alcarraza ¿no?
Bueno, pues a estas alturas del proceso, yo creo que aun NO. Porque, como he dicho, no hay pruebas fehacientes de ‘compra’ (con ‘pago’) a ningún árbitro, ni confesión de culpabilidad por ningún directivo, o árbitro, arrepentido (más bien lo contrario, victimismo y corporativismo…), están apareciendo (vía equipos legales especializados) subterfugios para forzar la prescripción de hechos, inexistencia (cuando no ocultación) de pruebas, contabilidades poco claras, etc.
De hecho, es de esto último, de la contabilidad, y los impuestos, de lo único que, de momento, se puede agarrar el juez instructor para ir montando la causa. Y mucho me temo que al final, como se cuenta de Al Capone, sea el Fisco (o sea, Hacienda) y no ‘la Fiscalía’ quien tipifique los únicos delitos probados condenables.
Para mi, el asunto es extraordinariamente sibilino, una verdadera ‘ingeniería’ en tráfico de influencias con objeto de favorecer al Barcelona F.C. Toda una obra de arte en politiqueo, vamos. Porque no se puede tratar de 'comprar directamente' a los árbitros, que el dinero (teniendo en cuenta la intermediación, etc) parece que, en 17 años, daría para muy poco.
Por explicar (mi teoría) en sencillas palabras, yo sospecho que estamos, simplemente, en un caso en el que ‘alguien insinúa’ que ‘si se arbitra con benevolencia hacia un club’… ‘otro alguien’ puede ‘juzgar con benevolencia’ el historial y los informes para que un árbitro ascienda… o se le asignen los partidos especiales… o se le haga internacional… y que, en definitiva, progrese en su profesión… y crezcan sus emolumentos.
Y ese ‘alguien’ es el hijo de Negreira, el que juzga con benevolencia es el propio Negreira, vicepresidente de los árbitros (y cabecilla y beneficiario de esta trama) y el Club… el Barça. Que, para ello, ingresa a las empresas de las familia Negreira entre 300 y 500.000 euros al año, durante cerca de 17 años… oficialmente en pago de unos misteriosos informes que al principio nadie declaró conocer… y que hace poco ‘aparecieron’ en unas cajas. Informes que, por supuesto, tienen un valor ínfimo.
Incluso hay otra vía aún más simple, la de la tesis (avalada, al parecer, por quien le conocen) de que el tal Negreira (padre) es, simplemente, un timador profesional (vamos, un ‘gangster’) que ‘cameló’ a diversos directivas del Barça, para que le pagasen unos buenos millones (de pesetas) al año si les ayudaba, y luego ‘cameló’ (o extorsionó) a diversos árbitros, para convencerles de que él, como vicepresidente, cuidaría de que progresasen profesionalmente ‘si ellos cuidaban al Barça’… incluso con algún ‘amenazante viceversa’, si fuese otro el caso.
El problema, como se ve, es poder probar todo esto.
Adicionalmente, no es problema menor el que se trate del Barça, base populista del nacionalismo y del separatismo catalán. Porque ya el tradicional victimismo catalufo lo está politizando, ya se habla de que esto no es más que un montaje que viene de Madrid, que el Real Madrid si que era el protegido de Franco, etc, etc..
Pero bueno, lo que está claro (aunque sea indemostrable), es que el Barça lleva bastantes años jugando bien al fútbol, es cierto… pero ganando algunos partidos con penalties o expulsiones favorecedoras… y con un tufillo general de que los árbitros le favorecen abiertamente.
Y, en el fondo de la cuestión… también está claro que el asunto de que el Barcelona, durante 17 años, estuviese pagando un oscuro sueldo al Vicepresidente del Comité de Árbitros… es sencillamente escandaloso. Y que, por fas o por nefas (o por cenefas) resulte que, al final, por tejemanejes, politiqueos, decisiones (u omisiones) políticamente correctas o sabe dios por qué, se vayan ‘de rositas’ y aquí paz y después gloria (que ya llevamos cerca de 6 meses con el asunto… y no se avanza nada)… es para hacérnoslo mirar… como pais.
Desde el punto de vista deportivo, solo se habla de que la UEFA podría actual de oficio y sancionar al Barça (extrajudicialmente, aunque solo sea porque ‘la mujer del César no solo tiene que ser honrada, sino también parecerlo’) … pero también se habla de que su presidente (otro gangster, el ínclito Alekxander Ceferín) puede ‘aceptar’ la inocencia del Barça ‘comprándoles’ su traición al Madrid en la promoción de la ‘SuperLiga Europea de Fútbol Profesional’. Politica del ‘do ut des’...
Así que lo dicho: el escándalo del Barçagate queda en un asunto de gangsters y politiqueo. Y en un asunto de corrupción de alguna institución. Y en un colectivo, en este caso el arbitral, profundamente degradado, a quien siempre se le tachó de ser capaz de realizar interpretaciones (u omisiones) ‘sibilinas’… como ‘juez único’, que se defiende corporativamente cuando algo afecta ‘a sus garbanzos’.
Seamos sinceros: al fin y al cabo, ‘nada nuevo bajo el sol’ de nuestra España. Me temo que, como en tantas cosas, no va a pasar nada… y una vez más... ‘traguemos’.
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