domingo, 19 de marzo de 2023

El Nivel de Vulnerabilidad

E stá en candelero (‘en candelabro’, que diría alguno/a…) el poco edificante episodio de algunos altos cargos políticos cobrando ayudas sociales que, aunque pequeñas, las estamos pagando el resto, con nuestros impuestos. Por ejemplo, en el caso específico que salió a luz pública, lo del bono eléctrico, veo que a mi me pasan un cargo adicional de 13,4 euros por año, en la factura de la luz, como ‘Financiación Bono social’. Y es que, entre los ‘deportes nacionales’ por excelencia se encuentra el de 'apañar', sin vergüenza alguna, lo que se pueda, ‘siempre que sea gratis’. E incluso añadiría, porque lo he visto… ‘o siempre que no me vean robándolo’. Y es que menuda educación (cívica, o general) tenemos en este país…

Sin embargo, en el caso señalado, el eximente (el factor eximente), o la eximente (la circunstancia eximente), que no la razón, es claro (o clara): la Ley dice que “todo titular de carnet de familia numerosa (sin limitación de rentas), tiene derecho a beneficiarse del bono eléctrico”.

Y es que ocurre muchas veces que los políticos no saben ni legislar con justicia (o con simple sentido común). Por ejemplo, se ha estado beneficiando del bono (descuento) de gasolina tanto el más rico (para su Ferrari) como el más pobre. Y respecto a las rebajas del IVA, lo mismo. Y del ‘bono cultural’ de 400 euracos para los jóvenes que cumplen 18 años se pueden beneficiar tanto el hijo de un barrendero… como el del más famoso y rico empresario. Por poner tres simples ejemplos.

A mayor abundamiento, circula un informe de la OCDE que dice que, en España, el 20% de los hogares de mayores ingresos reciben el 30% de las ayudas públicas… mientras que el 20% más pobre accede solo al 12% de éstas.

Lo dicho, estos políticos ineptos, que gastan dinero a espuertas para recabar el voto ciudadano, no saben ni legislar con sentido común. Lo suyo es ‘disparar alegremente con pólvora del rey’, y luego vienen las demagogias y los parches para tratar de deshacer una situación injusta… que muchas veces lo único que consiguen es trasladar el trato injusto a otros colectivos vulnerables.

Así que se aviva en mi el ‘gen del consultor’ para proponer una solución lógica, y ‘sostenible’, al problema.

Y para ello, como siempre, se debe empezar analizando el tema. Desde luego,  estamos de acuerdo en que, en principio, una ayuda pública, en casos de ‘vulnerabilidad económica’, es una medida razonable.

Así que, lo primero, definamos el sujeto de esta ayuda. Yo lo tengo claro, debe ser ‘la unidad familiar’ (los progretas lo llamarían, seguramente ‘NC': Núcleo Conviviente’). No entro ‘al trapo’, hablemos de la ‘unidad de gestión’, o sea la familia, o conjunto de personas que viven normalmente bajo el mismo techo, con un presupuesto económico común (y con uno, o más ingresos). Hacienda también lo tiene muy claro: los que se incluyan en una misma declaración de la Renta.

Y definamos la vulnerabilidad como ‘dificultad para que, con los ingresos habituales, esta unidad de gestión llegue tranquila a fin de mes’. Que dependerá, básicamente, de estos tres/cuatro factores:
De la renta de la unidad familiar (o suma de ingresos económicos de sus miembros)
Del número de personas que la compongan
Del gasto ‘estándar’ que les puede supone llegar a fin de mes… en el lugar donde residen.

(Porque es claro que no es lo mismo vivir en Madrid, Bilbao, Barcelona que en Soria, o Almendralejo, ser rico en rentas o vivir del trabajo, tratarse de una persona sola, o de un matrimonio con 6 hijos, y la abuela. Y que ‘entre en casa’ un sueldo, o dos, o cuatro, mas alguna pensión de viudedad… etc.

No pongo condiciones a la edad de los convivientes: si tu hijo, con 35 años vive en casa, ‘contará’ si no trabaja o si, trabajando, suma sus ingresos a la ‘unidad familiar’ y ‘no contará’ (formando otra unidad, a efectos de ‘vulnerabilidad’) si, por sus ingresos personales, se prefiere. Vamos, como cuando, en la Naturaleza, un cachorro abandona la manada para crear su propio territorio de caza.

Y respecto al gasto estándar, lo definiremos a partir de unos gastos fijos (la ‘bajada mensual de bandera’, no sé, casa y garaje, comunidad, calefacción, comunicaciones, seguros…) relativamente independiente del número de convivientes… y otros, variables (comida, transportes, ropa, luz, ocio, etc), bastante dependientes.

Bien, dicho todo esto, se trataría de crear un baremo (‘Ingresos – gastos estandar’) que definiese el ‘Nivel de Vulnerabilidad del Núcleo Conviviente’ (NVNC) (dicho así para que lo entienda el actual gobierno) y, en consecuencia, del grado de accesibilidad a... (y/o de intensidad de...) las ayudas públicas.

De esta manera, definiendo unos baremos racionales, y llenos de sentido común, se trata de ser (mejor... de ‘aceptar ser’) menos demagogos y más justos.

Por meterme en materia: un pequeño cuadro ‘analítico’ de gastos ('a vuelapluma', ésto habría que hacerlo con datos ‘reales’, o contrastados con un estudio previo) podría decir algo como esto…
Del que obtendríamos (multiplicando por 13, por dar ‘un mes más’, para gastos extras atípicos, vacaciones, navidad, etc) este otro cuadro, el del ‘Umbral de vulnerabilidad’ que, en cierta forma, nos informa del presupuesto anual de gastos básicos que tendrían que atender las familias (o sea, los ‘núcleos convivientes’) con sus rentas.
Que permitiría, inmediatamente (con el matiz de que habría que afinar los números para comparar con las ‘rentas brutas’ (no netas) que creo que es el dato más accesible para Hacienda) llegar a calificar a las unidades familiares (o NN.CC, esto es, a los Núcleos Convivientes) según estos índices orientativos…
En resumen, y para hacernos una idea: de estas cifras presentadas se deduciría que, en una población (localidad) ‘normal’, una familia con 2 hijos no sería ‘vulnerable’ (y por tanto no tendría derecho a ayudas sociales extraordinarias) si su renta global supera los 25.025 euros al año (o 29.575, con 4 hijos). Y tendrían un importante derecho (vulnerabilidad máxima) si sus rentas anuales fuesen, respectivamente, inferiores a 12.012 o 14.787 euros.

(Por cierto, veo que a lo mejor, para tener menos líos, nos podríamos olvidar de las poblaciones baratas (tipo C) y, respecto a las ‘caras’ del tipo 1 (poblaciones donde se defina, ‘oficialmente’, que la vivienda habitual está, claramente, por las nubes) se podrían sustituir con un ‘plus’ de elevación del Umbral de Vulnerabilidad de aproximadamente un 15% a las NN.CC allí empadronadas… y quedarnos solo con el baremo para ‘población (localidad) normal’… y ese Plus específico.

Y santas pascuas, Vamos, que esto es lo que creo que un ‘consultor independiente’ podría aconsejar al Gobierno para el tratamiento de las ayudas sociales.

Bueno, esto… y que dejen de una vez de gastar tontamente, y se apliquen los principios del ‘Presupuesto Cero’ para no despilfarrar tanto como se despilfarra en la Administración Pública. Que es falaz (o de idiota supino) eso de que ‘el dinero público no es de nadie’. Porque es el de todos los españolitos, a quienes se balda a tasas e impuestos… y ya está bien, carayo...

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