Muchas deben ser, ya, las veces que he mencionado aquí a la Ministra de Trabajo, y Vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la sin par ‘Fashionaria’. Casi tantas como a la Vicepresidenta tercera, la ínclita Teresa Ribera, que es la Ministra de la ‘Transición Energética’ que tanto nos está arruinando. Esta vez, a la gallega comunista se la ha ocurrido sorprendernos con una campaña para ‘topar’ los precios de los alimentos básicos (de ‘20 o 30’). Es curioso que, habiendo (dicen…) un ministro de Consumo, el también comunista Garzón, salga ella. Pero es que el otro, simple y llanamente, es un gandul paniaguado… y ésta es claro que es una 'hembra alpha' que (encima, como buena comunista...) quiere mandar mucho.
El caso es que, como digo, estos días nos ha salido con eso de ‘topar’ los precios. Por cierto que, en una tertulia mediática dijeron, escandalizados, que no existe ese verbo… pero claro que existe, aunque no con esta acepción de ‘poner tope’. Pero al menos yo, como asturiano, ‘topéme’... - ¿'topástite’...? - muchas veces con él.
El caso es que a mi me molestó la contestación del PP, por boca de su portavoz Cuca Gamarra, que se limitó a tachar de ‘ocurrencia’ eso de limitar el precio de los productos básicos de la cesta de la compra, que no era serio, sino populista, y que lo que había que hacer era deflactar el IRPF de las rentas de menos de 40.000 euros. Y vale, de acuerdo, es una ocurrencia, no es serio, es populista… y no estaría mal que se deflactase el IRPF. Pero la contestación debería ser otra. Y mucho más dura.
Porque… ¿Ha pensado, la ministra comunista, lo que genera su política (ciertamente ideológica) de intervencionismo en el mercado…? Desde luego, esto generará una primera reacción de aplauso de las clases económicamente débiles… que le aportará 'votos incultos' (pero, desgraciadamente, votos). Pero, en el fondo, ha tendido la típica trampa populista de poner, o proponer, medidas interesadas que, de aplicarse, son ’pan para hoy y hambre para mañana’. O sea… 'consigo mis objetivos… y el que venga detrás, que arree'.
Así que, a estos ‘entes ocurrentes’ del poder, más que criticarles ‘ad hominem’ (que también...) hay que criticarles ‘ad rem’ o sea, por los efectos que producen.
Por tanto, señores del PP, expliquen a la gente lo que pasa si se aplican las medidas populistas que propugnan estos comunistas. Y exijan a nuestra ‘Yoli Tenacillas’, cruda, llana y duramente, que estudie economía en vez de proponer ‘ocurrencias’.
Porque ‘intervenir el mercado’, en este caso el de los productos básicos, significa…
En primer lugar, ejecutar un acto claramente inconstitucional, y también contrario a la legislación comunitaria vigente. Pero como ésto habrá muchos que le importe un pimiento, vayamos a ‘lo mollar’...
Y lo mollar es que estas medidas acaban hundiendo la economía, y particularmente la del pequeño comercio, del que viven muchas clases medias. Porque, evidentemente, vender ‘por debajo del precio de coste’ solo lo podrían hacer las grandes cadenas de alimentación… que podrían aplicar acciones para subsanar sus eventuales pérdidas.
Por ejemplo: ¿Que el pollo hay que venderlo por debajo de coste…? Pues nada, la cadena prepara unas bandejitas de ‘delicias de pollo’, o ‘pollo deshuesado’, o ‘supremas de ave del corral de mi abuelita’… muy bien presentadas, a precio muy rentable… y seguro que la gente pica.
O más sencillo: aprietan, con su volumen prometido de compra, al proveedor, o sea, al criador, al agricultor, al ganadero… y salen adelante. Pero claro, el proveedor o acaba arruinado, o teniendo que vender más caro ‘a sus pequeños compradores’… o teniendo que contratar mano de obra y transporte a precios irrisorios, empobreciendo familias, o dando trabajo a ilegales, o pagando ‘por caja B’.
O, aún menos lioso, una mediana o gran superficie siempre puede compensar, en sus ‘lineales’ el bajo precio del pollo con un disimulado incremento en otro producto. O sea, que al final lo paga el consumidor.
Porque el resultado final se resume así: nos bajan el pollo… pero suben otras cosas. O, lo que es peor, hay menos empleo por cierre de pequeños negocios (pero que son cerca del 90% de los empresarios españoles).
Y es que lo estamos viendo todos los días. A ver... ¿Qué ha pasado con ‘la excepción ibérica’ que ‘topa’ el precio del gas para la generación eléctrica…? Pues que, a pesar de todo, la luz sigue subiendo. Y el gas. Y segundo, que esa ‘compensación’ a las empresas gasistas la estamos pagando los propios consumidores, en un nuevo impuesto (‘compensador’) en la factura de la luz, que empieza a aplicarse ahora, en septiembre. Ah, y entretanto, exportamos no se cuantos miles de megawatios al día a
Francia, ‘a precio bonificado (topado)’… que pagamos todos los
españoles.
O esa política de gestos de bajar el IVA del gas ‘de octubre a diciembre’… cuando corresponde a las lecturas del contador ‘de mediados de julio a mediados de octubre’. O sea, cuando nadie enciende la calefacción… y encima, en vacaciones, cuando se cocina mucho menos. Populismo.
Por eso digo que los del PP están un poco ‘fuera de bolos’. Que tiren (o que aprendan a tirar) de la manta y que pongan los números claros, que de euros (o pesetas), seguro que entiende todo el mundo. Aunque me asalta la duda de si, como en aquel viejo artículo sobre los cerdos salvajes, que escribí aquí, y que alguna vez ya he mencionado… ya nos han domesticado.
Y, entretanto, nuestra Yoli, visto que eso de ‘topar precios’ puede traerle conflictos legales, aparte de ayudar a la promoción de Carrefour, que ha empezado a ofrecer una ‘cesta básica de compra’ a 30 euros (pero sin leche, huevos, fruta, carne, pescado… o sea, otro ‘camelo’), ha pasado a reunirse con las grandes superficies y las cadenas de supermercados para ‘negociar y pactar’ unos precios de consenso.
Palos de ciego, intereses espurios… Lo dicho: hay que pararles los pies, que estos ignorantes están quebrando España...
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