Siempre he oido hablar del Pleistoceno. El Pleistoceno, del griego πλεῖστος (pleistos, 'lo más') y καινός (kainós, 'nuevo, reciente') es una Era del Periodo Cuaternario que abarca, aproximadamente, del año 2,6 millones al 12.000 (parece insignificante hablar de ‘a.d.C.’… ). O sea, como decía hace un par de años, desde que, a partir de los ‘hominini’, surgen los primeros especímenes del género Homo, como el Austrolopitecus afarensis, el Homo rudolfensis, etc… que continuaría con el Homo habilis (unos 2 millones de años)… hasta, aproximadamente, los tiempos de los magdalenienses de Altamira. Coincide, por tanto, con lo que se llama, también, el Paleolítico (de παλαιός, palaiós, 'antiguo', y λίθος, lithos: 'piedra')
Pero, por el momento, según la Ciencia, la actual Era de la Tierra es la del Holoceno (del griego holos (todo, total, íntegro...), y kainós, reciente), o sea lo novísimo, que surge desde ese postglacial 12000 hasta nuestra época actual… y que no se por qué, me parece menos ‘famoso’ (se oye menos) que el Pleistoceno.
Y digo ‘por el momento’ porque a lo mejor deberíamos llamarlo 'el Antropoceno'. Si, de ἀνθρωπος (ánthropos, 'hombre', 'humano') y el famoso kainos porque, de hecho, es la época en la que la especie humana empieza a ‘despegar’ y, dejando en sus cuevas a nuestros magdalenienses, lo cierto es que en Turquía ya aparecen (datados entre el 10.000 y el 11.000 a.d.C) los templos de Gobekli Tepe y, aflorado hace poco, el de Karahan Tepe, que parece algo más antiguo. Y veremos lo que aún puede aparecer… y sabe dios donde, que está claro que esto de la presencia de seres humanos ‘plenamente desarrollados’, en el planeta Tierra… está aún muy poco claro.
Y sobre todo, debemos llamar Antropoceno a este periodo por una razón muy profunda: la de que la especie humana no solo se ha hecho dueña del planeta… sino que lo está modificando a su gusto. A su biblica ‘imagen y semejanza’, vamos, que nos hemos convertido ‘en los putos amos’.
Algunos científicos, sin embargo, fijan el final del Holoceno en el comienzo de la Revolución Industrial, que es donde, según ellos, comenzaría el Antropoceno, pero no, yo quiero salirme de las neo-corrientes políticas de denuncia del impacto humano sobre el ecosistema, eso del cambio climático y todas estas zarandajas, porque es constatable que la especie humana ha ido afectando a la Tierra prácticamente desde sus orígenes, creando, por ejemplo (por no hablar de la Gran Muralla china o de las obras y explotaciones romanas) urbes megalíticas, o cambiando el curso de ríos, talando bosques, removiendo montañas… y, por supuesto, explotando el cultivo de determinados vegetales, domesticando especies de animales… hasta el punto de que hay cosas que ya no las reconoce ni su propia madre, la vieja Gaia…
Tampoco voy a entrar, ahora que todo el mundo dice que se está explotando el planeta, en la otra vieja teoría, la de que la madre Tierra, Gaia o Gea, tiene sus propios mecanismos de regulación, y es capaz de crear pandemias, o terremotos, o sequías, glaciaciones o inundaciones… para auto-reestablecer el equilibrio cuando algo afecta, por salirse de los parámetros ‘estandar’. Vamos, como cuando el cuerpo te hace estornudar, vomitar, sudar, tiritar… o tener fiebre. Que tiene sentido...
Pero me estoy saliendo de madre. El caso es que lo del Antropoceno me parece un ‘palabro’ excelente… aunque me inquieta un titular de hace unos días, que tachaba al Antropoceno como ‘la Era en la que destruimos el planeta’.
Y no, yo tampoco creo que esto sea un dogma de fe. Pero en fin, dejémolos aquí, en que eso del Antropoceno (la Era del Hombre…) queda muy bonito, y nos damos ‘un homenaje’… igual que lo hicimos con los nombres del Cretácico, Jurásico, Triásico, Pérmico, Carbonífero, Devónico, Silúrico, Ordovícico y Cámbrico…
Y en el bien entendido de que ‘sic transit gloria mundi’, y que, en su momento, la especie humana, como la de los dinosaurios, y tantas otras, le tocará desaparecer... ¿O en nuestro caso emigraremos a otro planeta…?
No hay comentarios:
Publicar un comentario