Seven Up

Omejor, ‘seventy seven up’. Pero no, no lo digo porque me apetezca refrescarme, ya que aún estamos en verano, con el ‘restyling’ de la ‘gaseosa de las de toda la vida’, sino por comentar que este sábado 5 de septiembre he cumplido (o cumpliré, nací a las 21:00) mis setenta y siete tacos. Y, como ya he dejado atrás el secretismo forero-cibernético de la edad (estoy seguro de que los foros de internet ocultan mucho jubileta), no me avergüenza decirlo. Así que aquí estoy, hecho unos zorros… pero con ‘joie de vivre’.
(Bueno, o no, que diría un gallego...)

Y es que, a ver, de cejas para arriba (dejando a un lado la falta de pelo) me encuentro estupendo. Vamos, que creo que aún tengo la cabeza en su sitio. Pero lo que es de cejas para abajo… empiezan los problemas (por ejemplo, podemos empezar por los ojos que, como me paso el día frente a la pantalla del ordenador, ya no veo un pijo…)

Así que, como dicen en esta tierra, que es la mía… ‘toi fechu una llaceria, manín’. Vamos que no paso la ITV, y menos mal que la carrocería, con lo de ir a la playa, y nadar, y algún paseo vespertino, no está del todo mal. Pero lo que es, por dentro…

Porque, prosiguiendo con el repaso de mi body, el siguiente punto es la garganta y aquí... continuos carraspeos, que a saber lo que me dejaron mis más de 50 años de tabaquismo. Y los pulmones, lo mismo, y con poca capacidad pulmonar.

Sigo: respecto al corazón... ya voy con mi segundo marcapasos, y además me han operado de un ‘flutter auricular’. Aunque debo decir que, a pesar de ser, además, ‘obeso e hipertenso’, es lo que menos lata me da. Respecto al hígado, lo tengo ‘graso e hipertrofiado’. O sea, perfecto para hacer un buen foie. Y hasta, me dijeron una vez, tengo alguna piedra en la vesícula. ‘Pour l’autre coté’, me preocupa el páncreas, sospecho que algo no va bien con las enzimas digestivas cuando, nada más tomar algo, sobre todo dulce, tengo que ir al baño.

Más abajo, los riñones… me temo que también mal. Tuve algún episodio de disparárseme la creatinina, O tener alto el ácido úrico. Y, con mi juvenil nefritis aguda, que me tuvo en coma, y un año en dique seco, deben estar… ‘tocaditos’. Como lo de más abajo (la próstata y el aparato urinario), así que seguro que acabará fallándome algo. (En realidad, mis analíticas andan 'rozando el poste' en todo ésto, y en glucosa, triglicéridos... pero mira, de colesterol voy bastante bien...)

De huesos, mejor no hablar: cada vez más artritis de cadera (o ciática), que me deja alguna vez al año, ‘baldao’, sin poder salir a caminar. Y las piernas, fatal de circulación, y con muy frecuentes calambres.

O sea que estoy ‘au point’ para un fallo multifuncional. Vamos, que si me ve el médico del seguro, me da como ‘siniestro total’. O, con la historia esta del coronavirus, si lo pillo seguro que soy de los que, en un ‘triaje’, me sientan en una silla, con una mantita, y me dicen, 'hala, abuelo, espere aquí… que enseguida estamos con usted...'

Por eso, al afeitarme, cuando veo en el espejo, no puedo menos que acordarme de mi amigo Fabio. Si hombre, aquel de ‘Estos Fabio, ay dolor, que ves ahora/ campos de soledad, mustio collado/ fueron, un tiempo, Itálica famosa’ que escribía yo en mayo del año pasado.

Pero no sigo, que no hay remedio, esto es lo que hay, y además yo nunca he creído en los médicos… porque tienden a ser muy ‘cuadriculados’ en sus apreciaciones. Y es que si algo tengo claro es que el cuerpo humano es, con mucho, la máquina mejor diseñada, capaz, por ejemplo, de funcionar entre 40 y 200 pulsaciones por minuto, resistir entre 40 bajo cero y 50 grados centígrados, generar automáticamente anticuerpos para las infecciones víricas, regenerar tejidos destruidos, etc, etc. .. y ellos (los médicos) en cuanto tienes 14 de tensión te asustan armándote el pollo porque dicen que eres hipertenso.

Por lo tanto, este es mi motor... y se que funciona. Porque los médicos quedan frustrados si no te encuentran nada malo... para poder satisfacer su prurito profesional. Vamos, que son tan peligrosos como cuando llevas el coche a un garaje, a ver qué tiene... porque siempre te sacan algo. O cuando dices a un perito que te revise el estado de tu vivienda. Vamos, que no admiten el ‘aurea mediocritas’. Y es que si apenas entienden de la funcionalidad de las partes blandas, mucho menos de la psique, o psyché, o sea de nuestro hálito, o fuerza vital…

Así que yo, como decía el general Sun Tzu, trato de conocer al enemigo, y conocerme a mi mismo, para no temer por el resultado de la batalla. Claro que el problema es que nunca te podrás librar de la última… pero bueno, por lo menos, conociéndote, la puedes afrontar con naturalidad. Y ya he dicho muchas veces que yo creo que solo somos un ‘ente’ o avatar, encerrado en un cuerpo físico y que, en el ‘éxitus’, seguimos quedando ‘por aquí’, en paz, y con los nuestros…

Vaya, pues menudo final para una entrada en la que empecé hablando del Seven Up y el verano…
Hala, tío: felicidades.