Bien, pues sigo con mi querencia profesional hacia la racionalidad, que me desteté en la Consultoría, y con mis huevos de Colón, o ideas evidentes que parece ser que a nadie se le ocurre.
Y esta vez voy a hablar del estado de bienestar, los salarios sociales y las pensiones.
Y el primer concepto que creo que habría que dejar claro, aunque haya que cascar el huevo por donde toque, es la respuesta a la pregunta de
¿Quién ha de ser el beneficiario, en nuestro país, España, y al 100%, del famoso ‘estado de bienestar’?
Y yo lo tengo muy claro: los contribuyentes españoles. Y cuando digo españoles me refiero a los nacidos en España… o a los que hayan adoptado la nacionalidad española y/o demuestren haber vivido en España un número suficientemente grande de años (30, 40…) como para estar completamente integrados en nuestra sociedad.
¿Y los que no cumplan estos requisitos…? Pues lo siento mucho, pero no tendrán derecho a las ventajas de un ‘estado de bienestar’ (ni salarios sociales, ni ayudas a la vivienda, ni becas de comedor, ni asistencia sanitaria ‘secundaria’...) … aunque si, si es caso, a alguna ayuda de beneficiencia que, si puede ser, se pagaría con cargo a fondos internacionales o, por supuesto, a las prestaciones a que les de derecho sus cotizaciones reales al erario público español.
Vamos que España ha de ser solidaria con los españoles, y no con cualquiera, sea rumano, moro, sudamericano, senegalés… o inglés, danés o belga.
Porque quien sea, si no cotiza suficientemente, o viviendo en España no está integrado… que su bienestar se lo pague su país, no los contribuyentes españoles… ‘porque hay quien dice que eso es lo políticamente correcto’. Cuando lo se tendría que decir es que lo hacemos... porque somos unos gilipollas.
Y cuando (y esto es solo un ejemplo) nos demos cuenta de que hay que empezar a gastar solo en lo que sea razonable hacerlo… seguro que nos ahorramos mucho dinero y podemos gastarlo más racionalmente.
Por ejemplo, retribuyendo un trabajo que tradicionalmente, se ha considerado gratuito: el de ‘ama de casa’. Y, sobre todo, si se acompaña por el de ‘madre’. Bueno, por ser políticamente correcto... o ‘amo de casa’ y ‘padre’. Que es un oficio necesario, e imprescindible (pobres niños, los que están desde las 7:30 en una guardería, porque sus padres trabajan…) Y, por supuesto, que ha de tener una retribución acorde, y sus derechos y obligaciones. Entre ellos, el derecho a una pensión de jubilación ‘propia’.
¿Y cual es la consecuencia de que el Estado retribuya el, hasta hace una generación, tradicional oficio de ‘sus labores’? Pues, de entrada, que mucha gente pensará si no es mejor asumir el rol de cuidar la casa, y la prole, y tener una retribución 'neta' por ello, que trabajar fuera de casa… y tener que pagar a alguien para cuidar a los niños, hacer la casa, etc. En consecuencia, es muy posible que salga mucha gente del mercado de trabajo ‘tradicional’, lo que significa que se cubrirán esas bajas con gente que dejará de percibir el subsidio de paro, habrá más estabilidad, eso favorecerá, en primer lugar, el desarrollo de una familia, el consumo, el incremento de la actividad, etc, etc.
Claro que… ¿Y que dirán las ‘feministas de género'? Pues yo opino que no tienen nada que decir, si puede haber ‘amos’ o ‘amas’ de casa, eso ya es problema de la pareja. Aunque lo dirían, claro. Pero yo también tendría una cosa que decirles: que, como los hombres, al menos de momento, no podemos parir… la mujer tiene la obligación de tener, como promedio, 2 hijos. Porque si no desaparece la especie humana.
Y caramba, los hombres también tuvimos nuestras obligaciones, no hace excesivo tiempo había que haber hecho la mili para poder tener una carrera profesional continuada. ¿O ya nadie se acuerda de eso?
Así que, en resumen… apliquemos la racionalidad y el sentido común. Ese del que dice el topicazo que es el menos común de los sentidos, claro.
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