Los lunes por la mañana tengo un plan fijo: leer, en la Nueva España, el artículo, de la serie ‘Parando en Villalpando’ del polifacético (actor, autor, escritor…) Maxi Rodriguez. Este lunes se titulaba ‘El día después’ y en él, en clave de humor, se tocaba un interesante punto (en el que yo no había caído) sobre el reciente reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la sidra asturiana. Me refiero a la irrupción, desde hace unos años, de los 'escanciadores automáticos'. Tratado con su habitual excelente humor asturiano, me hizo tanta gracia que, dicha la procedencia, no me duelen prendas hacer un ‘copy-paste’ y reproducirlo íntegro, para que queda ‘para mi posteridad’
Helo aquí...
–¿Y agora qué, ho?
–¿Qué de qué?
–Home, Tino, nun me joder, eh.
–¿Por?
–Esti bichu vais tener que retiralu, ¿non?
–Meca, yá tardabes…
–Retirareislu, ¿non?
–Faltote tiempu, eh. Yes peor qu’un granu nel culo.
–Yo digo les coses como son.
–Siempre tas igual, Mingo, siempre co lo mesmo.
–¿Yo?
–Tienes menos repertorio que Pitingo.
–Muncho vacilar de Patrimoniu Inmaterial, mucho alzar el bracín pa les fotos…
–¡Calla la boca, anda!
–Si callo, nun lo digo, ¿oíste?
–¿Pero a ti qué te molesta? ¡Repunante!
–La hipocresía, eso ye lo que me…
–¿Que qué, ho?
–Vendemos la cultura sidrera, l’arte d’escanciar y…
–¡El casu ye protestar!
–Facemos unos videos de la virgen con paisanos escanciando y depués venimos al chigre y pónesnos un aparatu.
–Hai clientes que lu piden. ¡Faltosu!
–Sí, ho.
–Siempres tien que venir dalgunu a tocar los coyones, nun falla.
–Esto ye denunciable. ¡Voi chivame!
–¿A quién, ho?
–A la UEFA, a la Unesco, a la paraguaya, ¡a quien faiga falta!
–¿Y tengo qu’aguantate, ho?
–¡Contrata un escanciador y déxate de aparatinos! ¡Zamarrooooo!
–Dexa yá de berrar, que paeces un bebé sin el chupu.
–Yo dígote les verdaes a la cara.
–¿Qué sabrás? ¡Charrán, que yes un charrán!
–Llevo sidra nel ADN, cuidadín. ¡Ahí fuera pon "sidrería"!
–¿Y qué?
–Que ye una vergüenza qu’andes con estos chismes.
–Lo que ye una vergüenza ye que siempre protesten los que menos beben.
–¡Bebo más que los peces del villancicu!
–Sí, pero cuando te convidan. ¡Agarrau, tacañu!
–¿Quién? ¿Yo?
–Sí, Mingo, sí. ¡Que te estiras tu menos que’l porteru del futbolín!
–La sidra hai que rompela pa qu’abra y, eso, sin un buen escanciaor…
–¡Chisssst! ¡Si toques al Isidrín tóquesme a mí!
–La oxigenación que precisa la sidra ye...
–Yo tamién necesito oxígeno y non que venga un faltosu a tocame los…
–¡Voi chivame a la paraguaya!, ¡vais cagavos!
–Vete onde quieras. ¡Ahí tienes la puerta!
–Yá la vi al entrar, oveya. ¿Qué pienses, qu’entré pela ventana?
–Nun tienes un pijo d’educación. ¡Yes lo peor!
–Non. Lo peor ye vacilar d’escanciadores y andar con culetes eléctricos.
–Siempre tas igual, Mingo, siempre con lo mesmo...
Postdata:
pues se va a liar... porque leo que ya se están movilizando colectivos exigiendo la prohibición absoluta de los ‘escanciadores automáticos’ y la obligatoriedad de que se contraten más escanciadores profesionales en todos los sitios donde sirvan sidra. A ver si lo único que se va a conseguir es que el culín de sidra (‘con DOP y escanciado a mano’) se ponga al precio de un Rioja, o un Ribera crianza...
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