miércoles, 18 de septiembre de 2024

Vieja Europa

Pienso yo que si en estos momentos la esperanza de vida al nacer es de más 80 años, y mejora cada año, es muy probable que los que nazcan hoy vivan más de 100 años… y respecto a los que ahora cumplan 50 añitos, que es una cifra redonda, y que lo suelen festejar incluso con cierto deje melancólico pensando que ya se lleva vivido mucho tiempo… que posiblemente les quede todavía por disfrutar prácticamente otros tantos años.

Pero, respecto a ésto, hay un factor externo a considerar: que lo que no está claro es que ‘nuestro hábitat’ general, Europa… se mantenga con vida otros 50 años más. Me refiero, en particular, a nuestra Unión Europea, este proyecto político de convivencia dentro del marco socio-económico mundial, configurada como ‘potencia influyente’, y además socio fundador de la globalización mundial.

Es evidente que yo estoy muy lejos de ser un experto analista del ámbito internacional, pero desde mi humilde condición de ciudadano europeo, tengo claras unas cuantas cosas, todas negativas, que me gustaría que los hechos me las refutase porque, si no, la Unión Europea se va a ir al carajo… y los europeos, caminando solitos… a ver hasta donde llegamos.
O a ver quien, país a país... nos ‘somete’.

Porque partimos de la base (que al parecer es ‘ley de vida’) de que (en este caso) los 450 millones de personas que pertenecemos a esta 'unión europea de paises', dependemos de unas instituciones políticas 'artificiales', que en el fondo solo son un puñado de personas, que viven estupendamente en Estrasburgo, Bruselas y demás dependencias satélites, y que legislan para todos… y para todo.

Y que, es muy posible, estas instituciones políticas (o sus 'euro-parlamentarios') están enormemente influidos por lobbies ideológicos, por grandes corporaciones económicas internacionales, por clubs elitistas de diverso pelaje y, en conjunto, por intereses muy específicos y sobre todo, es de sospechar, muy bien remunerados, para hacernos pensar, y vivir, como a ellos les interesa que lo hagamos.

Nada nuevo bajo el sol, esto pasa, desgraciadamente, en todas las ‘democracias’. Por cierto, a esta vieja y muy bien considerada figura, la democracia, desgraciadamente se la ha convertido en una ‘sucesión de dictaduras rotativas’ (y sujetas a tentaciones de, desde los recursos del poder, hacer que roten lo menos posible) y que ha hecho de la ‘carrera política’ uno de los oficios emergentes mejor retribuidos y con menos responsabilidad personal, no solo porque son ellos mismos (los políticos) quienes legislan sino porque siempre utilizan... ‘pólvora del rey’. O, mejor, pólvora… de nuestros impuestos.

Toca ya exponer algunas de mis razones para temer a que esto estalle.
Y, en primer lugar, creo que existe un marcado euro-ego-centralismo
(o sea, unas elites privilegiadas que manejan Europa a sus anchas) cuya consecuencia es que cada vez ganan más terreno los partidos euro-escépticos. Lo del Brexit solo fue un comienzo…

Porque su consecuencia, en segundo lugar, es el menosprecio a los intereses ciudadanos (de la mayoría silenciosa de ciudadanos), promoviendo imposiciones cuando menos poco claras. Por poner ejemplos concretos, podría referirme a las prescripciones para el uso de coches eléctricos, o de las energías renovables, a las exigencias para la descarbonización, a las regulaciones restrictivas de la agricultura, la ganadería, la pesca… que se aplican, ‘ejemplerizantemente’… pero solo para los de casa, que de fronteras para afuera pueden hacer lo que quieran… y encima entrar en competencia.
Por no hablar de la promoción y apoyo a las ideologías rompedoras, o 'wokes', emergentes.

En el fondo, estoy hablando de la Agenda 20-30… que no es más que un anticipo de la original Agenda 20-50, donde entran muchos más elementos distorsionadores, como la imposición de sustituir las proteínas de animales de granja por las proteinas de insectos, o de algas, la eliminación paulatina de la propiedad privada, etc, etc.

Vamos, que estamos en manos de ‘ideólogos’… y de rumores sobre el ‘Great Reset’, o sea la llegada de un nuevo Orden Mundial y todas esas cosas que ya comenté en su momento.

En consecuencia, se trata de anestesiar (ideológicamente) al ciudadanos europeo haciéndole pasar por todas estas historias que alguien promueve… me temo que por altas políticas de movimientos económicos mundiales,con grandes yacimientos de capitales emergentes por explotar.

Pero nuestra vieja Europa cada vez está más esquilmada, y cada vez más explotada por su ‘buenismo inmigratorio’, por su viejo espíritu de evangelización, como centro del orbe, por su liberal laissez faire, laissez passer y, en general, por creernos, los europeos, que seguimos siendo los reyes del mambo… y en muchos estamentos políticos seguir mirándose, con extasiado énfasis, su ombligo.

O su oronda tripa. En el fondo, son los de esa pequeña tribu (o club) de compatriotas que han sabido posicionarse para vivir, y muy bien por cierto, como representantes (y mandatarios) políticos de nuestra Europa… y que ‘sacan el dedo de pontificar’ sobre todo lo que les venga en gana… y presionan para que se cumpla. Menos mal que, por ejemplo, empresas como la Volkswagen (entre otras) empiezan a decir que de eso de dejar de fabricar motores de combustión para coches a partir del 2032… 'nasti, monasti'.

Pero, como digo, Europa cada vez pinta menos en el panorama global, y somos juguetes de otras potencias: EE.UU, China. Rusia, El mundo Arabe… O sea que será lo que ellos digan (y hasta cuando ellos digan).

Así que esto es lo que hay. Y acabo comentando que últimamente ha visto luz pública ‘el informe Draghi’, donde se pinta un panorama desolador sobre el futuro de Europa… proponiendo, como soluciones, si, eliminar el exceso de ‘sobre-regulación’, que tanto agobia a los sectores productivos, pero también algo muy poco tranquilizante: que las soluciones pasan (según Draghi) por el aumento de impuestos, el aumento del endeudamiento y la ratificación del peso de los políticos de Estrasburgo. ¿Más de lo mismo...?

Pero también ha saltado la noticia de que se ha detectado un enorme depósito de petróleo entre Polonia y Alemania, dicen que el mayor del mundo. Toquemos madera, aunque me temo que, a lo mejor… es una razón más para acelerar el que alguien 'nos invada'...

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