Ya se que me repito más que el ajo pero, ya ‘de vacaciones’, de nuevo me apetece incorporar a mis 'lucubraciones' la vivencia de que, en el Restaurante que tengo debajo de casa, en Llanes, montamos todos los años nuestra ‘Universidad de Verano’, una tertulia de amigos (entre ellos algún catedrático y desde luego, todos de vasto nivel cultural) que todas las mañanas, entre las 13:15 y las 14:30 (algunos supeditamos el horario de
entrada a ‘si hay baño, o no’ en la muy próxima playa de el Sablón) hablamos de lo humano y lo divino.
Miguel y Ester, los dueños de 'La Provenzal', siempre nos tienen reservadas un par de mesas y nos sirven, excepcionalmente, el aperitivo, porque siempre está a tope para dar comidas. Esta deferencia la hacen, aparte de porque somos grandes clientes, y amigos, por la ventaja de que saben que a las dos y media (si no quedamos a comer) levantamos el campo y les quedan dos mesas para algún compromiso de última hora... ‘sin reserva’.
Miguel es un cocinero de altos vuelos que descubrió que es un buen negocio dedicarse en exclusividad al menú del día (media docena de primeros, y media de segundos) cocinados con una magnífica mano (y un muy buen gusto), y ofrecidos a un precio muy razonable. Por ejemplo yo esta semana, que comí ahí dos veces, una ‘motu proprio’, y otra porque tenía invitados, repetí menú: unas excelentes ‘verdinas’ con callos y unos escalopines al cabrales, rematado por un estupendo arroz con leche o por una fresca crema de limón… por 13 euracos.
Y los días señalados (la Magdalena, San Roque, la Guía…), o a petición, te ofrece un menú especial de cuatro platos (frixuelos de marisco, hojaldre de manzana y morcilla, carrilleras, bacalao…) que no se lo salta un caballo, a un precio también muy razonable (aunque esos días suelen ser ‘de ruina memorable’, porque yo suelo invitar, en estos eventos, a 12 o 16 comensales…).
Pero me estoy enrollando y, aunque esto de la Provenzal también es un hallazgo del que hay que dar fe, hoy me quería referir a que hace un par de días empezamos a recitar versos y cosas que estudiábamos de jóvenes y que, a pasar de trascurrir tantos años, aún recordábamos. Y resulta que eran los mismos: ‘Estos Fabio, ay dolor que vea ahora…’, ‘Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte…’, los modos de silogismo (barbara, celarent, darii, ferio, cesare, camestres…)... y hasta yo enumeré, sin atragantarme, a los 7 sabios de Grecia (Tales de Mileto, Quilón de Esparta, Solón de Atenas, Pítaco de Mitilene, Bías de Priene, Cleóbulo de Lindos y Periandro de Corinto).
Pero lo que más ilusión me hizo es que una amiga recitase un verso que yo recordaba habérselo oído a mi padre, de lo que yo creía que eran los concejos asturianos (luego me aclaró que eran los partidos judiciales) … y que había perdido en mi memoria.
Y este es mi hallazgo. O, al menos, estas son las estrofas que me pasaron…
Miguel y Ester, los dueños de 'La Provenzal', siempre nos tienen reservadas un par de mesas y nos sirven, excepcionalmente, el aperitivo, porque siempre está a tope para dar comidas. Esta deferencia la hacen, aparte de porque somos grandes clientes, y amigos, por la ventaja de que saben que a las dos y media (si no quedamos a comer) levantamos el campo y les quedan dos mesas para algún compromiso de última hora... ‘sin reserva’.
Miguel es un cocinero de altos vuelos que descubrió que es un buen negocio dedicarse en exclusividad al menú del día (media docena de primeros, y media de segundos) cocinados con una magnífica mano (y un muy buen gusto), y ofrecidos a un precio muy razonable. Por ejemplo yo esta semana, que comí ahí dos veces, una ‘motu proprio’, y otra porque tenía invitados, repetí menú: unas excelentes ‘verdinas’ con callos y unos escalopines al cabrales, rematado por un estupendo arroz con leche o por una fresca crema de limón… por 13 euracos.
Y los días señalados (la Magdalena, San Roque, la Guía…), o a petición, te ofrece un menú especial de cuatro platos (frixuelos de marisco, hojaldre de manzana y morcilla, carrilleras, bacalao…) que no se lo salta un caballo, a un precio también muy razonable (aunque esos días suelen ser ‘de ruina memorable’, porque yo suelo invitar, en estos eventos, a 12 o 16 comensales…).
Pero me estoy enrollando y, aunque esto de la Provenzal también es un hallazgo del que hay que dar fe, hoy me quería referir a que hace un par de días empezamos a recitar versos y cosas que estudiábamos de jóvenes y que, a pasar de trascurrir tantos años, aún recordábamos. Y resulta que eran los mismos: ‘Estos Fabio, ay dolor que vea ahora…’, ‘Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte…’, los modos de silogismo (barbara, celarent, darii, ferio, cesare, camestres…)... y hasta yo enumeré, sin atragantarme, a los 7 sabios de Grecia (Tales de Mileto, Quilón de Esparta, Solón de Atenas, Pítaco de Mitilene, Bías de Priene, Cleóbulo de Lindos y Periandro de Corinto).
Pero lo que más ilusión me hizo es que una amiga recitase un verso que yo recordaba habérselo oído a mi padre, de lo que yo creía que eran los concejos asturianos (luego me aclaró que eran los partidos judiciales) … y que había perdido en mi memoria.
Y este es mi hallazgo. O, al menos, estas son las estrofas que me pasaron…
Oviedo, Llanes, Gijón
Avilés, Pravia, Tineo
La Felguera y Castropol
Avilés, Pravia, Tineo
La Felguera y Castropol
Y digo ‘al menos’ porque me suena que falta algo. De hecho, Asturias tiene (o tenía, en la presumible época de los versos) unos quince partidos judiciales (Oviedo, Gijón, Avilés, Grandas, Luarca, Pola de Laviana, Pravia, Villaviciosa, Belmonte, Cangas de Onís, Tineo, Infiesto, Llanes, Pola de Lena y Castropol) De todas formas, es el principio del hallazgo, y seguiré investigando… que para ésto están las ‘vacaciones’.
Y es que tengo la impresión (de cuando me los recitaba mi padre, allá por los años 50) de que el verso era más largo. De hecho, pensaba que se refería a los municipios (‘concejos’) asturianos pero claro, son 78 y, pensándolo fríamente, muy buen vate (o coplero) tendría que ser el que lograse versificarlos al completo…
Y esto me lleva, finalmente (hoy tengo una lucubración ‘tontorrona’, que tendré que catalogar en la etiqueta ‘Ocio y Humor’, que es la más ‘light’), a comentar que esto de la cantidad de concejos que tiene mi ‘Asturias, Patria querida’ es realmente exagerado, y si cada uno tiene ‘gastos de administración y servicios públicos’... absolutamente despilfarrador. Porque en la mitad de ellos (39) solo vive un 3% de la población asturiana… y 9 de ellos (un 12%) solo tienen entre 100 y 500 vecinos. Así que a ver cuando hay algún político que inicia una ‘concentración administrativa’ y quedamos, no se, con unos 15 o 20 concejos, o mancomunidades… que nos serán más que suficientes.
Y entonces sería más fácil de versificar:
Oviedo, Llanes, Gijón
Aviles, Pravia, Tineo
Cangas, Infiesto, la Pola
Mieres, Belmonte, Laviana,
Villaviciosa, Luarca
La Felguera y Castropol
Aviles, Pravia, Tineo
Cangas, Infiesto, la Pola
Mieres, Belmonte, Laviana,
Villaviciosa, Luarca
La Felguera y Castropol
(por ejemplo...)
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