martes, 9 de julio de 2024

Aux armes, citoyens...!

Se acaban de celebrar las elecciones legislativas francesas y, de una primera vuelta donde el partido de Marine le Pen, ‘Agrupación Nacional’ (Rassemblement National (RN) en original) o sea ‘la malvada ultraderecha’, barrió en las urnas, y se esperaba repitiese el vuelco en la segunda, y definitiva… se ha pasado, en esta segunda vuelta, a todo lo contrario: que finalmente ha quedado la última (bueno, como tercera fuerza política), a tenor del número de escaños finalmente obtenidos.

Y la razón (o la culpa) es muy sencilla: que, a petición directa del Presidente de la República, monsieur Macron, hubo un pacto entre todas las fuerzas de la izquierda, que se unieron en el llamado Nuevo Frente Popular, y los centristas de Macron y, al famoso grito de ¡Que viene la ultraderecha…!, acordaron ver, primero, quien tenía más posibilidades de pelear por el escaño en cada circunscripción y segundo, señalado ese candidato, retirarse todos los demás partidos del ‘contubernio’ para que los votantes ‘NO-le Pen’ no tuviesen más posibilidad de votar que al señalado, y evitar, así, la dispersión del voto.

O sea, lo dicho en el título: una llamada (y yo diría...’oficial’) a las armas, a montar la barricadas para que no llegase la derechona perversa. Y el resultado es que este Frente Popular (de extrema izquierda, y muy fragmentado, parece ser que hasta a HB Bildu (en un distrito vascofrancés) se le ha asignado el escaño) ha ganado las elecciones, seguido de cerca por el partido centrista de Macron, que también se vió muy beneficiado por la 'maniobra'.

No conozco bien ni el sistema electoral francés ni, en detalle, la relación y el programa de sus distintos partidos políticos pero, a priori, hay tres cuestiones muy claras:

a) Que el grupo vencedor, el Nouveau Front Populaire, está formado por muchos partidos, la mayoría de extrema izquierda. Pero este grupo solo es una coalición electoral y algunos de sus partidos se llevan ‘a matar’... así que, hoy por hoy, es completamente imprevisible lo que van a hacer. Parece que quien primero ha levantado la voz es el comunista (radical) Mélenchon… que ya ha pedido formar gobierno.

b) Que no hay mayorías absolutas y el partido centrista del Presidente Macron (de acuerdo a su NO a la derecha) tendrá que optar por gobernar apoyado por muchos partidos de extrema izquierda. Vamos, como aquí...

c) Que una cosa ha sido la asignación de escaños y otra, muy distinta, el voto popular. Porque parece ser que a Marine le Pen le han votado el 40% de los franceses que, si sumamos los votantes de la derecha moderada (Les Rèpublicains) se acercarían al 50%. Y si sumamos también a los centristas… la verdad es que no concuerda mucho con una Francia sesgada hacia la izquierda radical que ha salido de las urnas.

Con lo cual, todo hace suponer que se presentan tiempos turbulentos para los franceses...y espero que no recuerden a los tiempos de la España del 36, con el Frente Popular, la Falange, etc. De hecho, el eslogan más oído en la semana electoral de la segunda vuelta ha sido el (sic) “¡No pasarán…!”. Porque como se les ocurra, a unos o a otros, o a la delincuencia magrebí que tanto abunda en Francia, tomar la calle, por ejemplo durante las Olimpiadas… se puede armar gorda.

Y si se arma una gorda ya se apunta que la única solución va a ser la dimisión de Macron, incluso el disolver la Quinta República... y empezar de nuevo. Y que no tenga que ordenar el cotarro algún militar de nombre ‘De Gaulle-Bahamonde’ o similar...
Así que lo dicho: en menudo lío se ha metido el amigo (es un tópico...) Macron con su 'llamada a la resistencia'…

Y, por cierto, y ya que hoy estoy metido en política internacional… habrá que comentar también que menuda se está cociendo en la Unión Europea, con el nacimiento, en estos días, del grupo ‘Patriotas de Europa’ ('Patriots'), que promueve el primer ministro de Hungría, Viktor Orban.

Porque a él se han unido, aparte del partido de Marine la Pen, bastantes partidos ‘de la famosa extrema derecha europea’, incluso algunos hasta ahora incluidos en los Liberales ('Renew Europa') o en los 'Conservadores Reformistas'… como VOX. Y que conforman, de este modo, el tercer Grupo Político de la UE, solo por debajo de los Populares y de los Socialistas (que mantienen un pacto de control del cotarro, con la Ursula von der Leyen al mando).

Así que ahora la derecha europea está formada por los Grupos de Patriotas de Europa, donde esta VOX, y Le Pen, por los Conservadores Reformistas… donde queda la, al parecer, lideresa ‘in pectore’, Giorgia Meloni… y un Partido Popular Europeo, donde está el PP… que pacta cuotas de poder (y lobbies, como los derivados de la Agenda 20-30) con los Socialistas.

Y yo ya, en España, no se a quien votar, con un VOX echado al monte, cada vez más radical, y un PP cada vez más melifluo y maniobrero, sin el menor carisma para arrastrar votantes. Excepto si se presentase Isabel Ayuso, claro.

Porque hay una cosa que a mi se me antoja nítida: que para impulsar un partido con vocación de gobierno se necesita carisma, arranque, liderazgo atrayente, populismo… Vamos que el elector te considere ‘ser una persona especial’. Como lo son, o lo practican, algunos políticos: Milei, Sánchez, Ayuso, Abascal… Pero que lo de parecer ser un ‘hombre tranquilo’, y eficaz… solo parece servir, eventualmente, para arreglar algún descosido… pero no para arrastrar masas y dar continuidad.

Ay, cómo echo de menos, aparte de una izquierda ‘templada’ (los viejos socialdemócratas), un buen partido liberal-conservador… que, efectivamente, templen gaitas eviten las tentaciones de tirarse a las barricadas... e ilusionen positivamente.

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