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e ha entristecido conocer que acaba de fallecer, a los 80 años, el muy culto y realmente original y polifacético Carlos Pumares, director-conductor del mítico programa ‘Polvo de estrellas’ de la no menos mítica (y ya extinta) Antena 3 Radio de Manual Martín Ferrand, que con Antonio Herrero, José María García, Luis Herrero, Jesús Hermida, José María Carrascal, José Antonio Plaza, Rafael Ansón, Luis Angel de la Viuda, Moncho Alpuente, etc, etc, cambiaron para siempre, en los años 80, el enfoque de la radiodifusión española. Y que fue un momento que yo disfruté
en mi madurez personal.
Polvo de Estrellas era el programa, dedicado en principio al cine y música, que, ya muy de noche, seguía al deportivo de José María García. Luego pasó a Onda Cero. Y tenía tantos ‘momentazos’ que a mi me enganchó absolutamente. Ahí descubrí, por ejemplo, al ‘Elvira Madigan’ (el andante del piano concerto N.º 21 de Mozart) que fue durante largo tiempo su sintonia. Y qué decir del famoso momentazo del ’Fibergran’ que todavía se encuentra buscándolo por Youtube…
Así que este paisano, Pumares, nacido, como yo, en septiembre de 1943, y con quien, por cierto, me topé, un día, en una farmacia de mi barrio, en Oviedo, marcó, en cierto modo, con García y Herrero, mis hábitos radiofónicos. A propósito, valga el chiste, siempre se dijo que Antena 3 Radio era la emisora más sexual, ya que acababa, de madrugada, con el ‘Polvo de Estrellas’ de Pumares… empezando, un par de horas más tarde, con ‘El primero de la mañana’, de Antonio Herrero.
Pero pocos chistes, es una noticia triste, y me deja pensando, de nuevo, en que las bombas ya caen muy alrededor mío, y que ya estoy en la parte mala de la curva de esperanza de vida. Cuestión que, como he dicho más de una vez, no me preocupa excesivamente… pero me frustra por la cantidad de cosas que dejaría de conocer…
En fin, que, para evitar que me entre una ‘pájara mental’, hoy me he despertado (no es la primera vez que digo que estos amaneceres míos son el momento más productivo de mi caletre, se ve que, en sueños, mi maquinaria actúa profusamente…) con algunas ideillas sobre este Blog que, con la preocupación del próximo devenir político (y la lentitud del proceso de investidura) estoy entrando en una ‘letía’.
Y se me ha ocurrido, primero, que mi proyecto de un segundo libro, el que he pre-titulado como ‘de Picoteo’ se va a dividir en dos, por ‘problemas de espacio’. O sea que van a ser ‘los entrantes’, con mis primeros años, y ‘aperitivos calientes’, que serían los últimos… porque además es claro que la pandemia me cambió bastante, me volvió más productivo (y con más tendencia a enrollarme), y más ‘enciclopédico’, fue cuando empecé a crear monográficos como ‘la gran aventura de la Lengua Española’, ‘los palos del flamenco’, ‘la Cerámica’, ‘introducción a la Música’, etc. (caramba, hasta ‘la lista de los reyes Godos’...) para tener ‘apuntes’ de cosas que en su día me interesaron (y porque, dicho sea de paso, siempre fui muy bueno creando ‘extractos conceptuales’…).
Por cierto, creo que me dejaré de aventuras editoriales, que para hacerlo bien serían caprichos de unos 400 o 500 euracos por libro, y me limitaré a la versión digital, o sea, a tenerlos en epub y PDF.
Y segundo, precisamente por aquello de incorporar ‘nuevas sensibilidades’ a mis lucubraciones personales, voy a ver si encuentro unos viejos cuadernos de tapas negras, de hule, donde, a mis 16-18 años, tenía mi ‘diario’ (ahí debieron iniciarse mis tendencias blogueras… aunque eran tiempos mucho más ‘carcas’ (y jesuíticos), que marcaba impronta) y me pongo que recordar mi vida de estudiante en Bilbao. Puede ser interesante. Recuerdo,incluso, que un buen día empecé a escribir ‘mis memorias’… que nunca concluí, entonces el trabajo me absorbía. Me pasó lo mismo con el proyecto, que inicié mis 50 y pocos años, para obtener el Doctorado en Ingeniería… y que abandoné)
Así que igual me meto un poco con todo esto... y así dejo algo más… para la ‘posteridá’.
Y estos son los objetivos que me planteo para este otoño-invierno, ahora que parece ser que ya cambia el tiempo (anteayer aún me di un magnífico baño de despedida en la playa del Sablón…aderezado, además, con la aventura de esquivar (y luego pescar) unas preciosas medusas…) y estabilizaré mis hábitos, en Oviedo, que eso de ‘los puentes’ (y aún queda alguno más) me rompen los esquemas.
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